Análisis: Tamarindo's Freaking Dinner

Análisis: Tamarindo’s Freaking Dinner

Cuando pienso en las series de los años 90, recuerdo con especial cariño aquellas escenas de, por ejemplo, El Príncipe de Bel-Air, con risas enlatadas donde los actores miran a cámara y sueltan algún comentario entretenido. Esta sensación es la que pretende transmitirnos Tamarindo’s Freaking Dinner, aunque con bastantes matices, puesto que estaremos viviendo un show de auténtico terror.

En este videojuego indie de puzles desarrollado por Celery Emblem, nos trae una historia de lo más macabra, donde además podremos revivir en cierto modo la nostalgia y, cómo no, aumentar nuestra colección de creepypastas, ya que el juego cuenta con unos cuantos (además de esos toques de humor característicos de estos shows).

Antes de comenzar a comentaros nuestra experiencia, os dejamos con su tráiler:

El caso del pizzero… ¡Engañado!

La historia de Tamarindo’s Freaking Dinner la viviremos desde el punto de vista de un pizzero de la cadena «Pizza Rancho Muerto» (el nombre no es muy alentador que digamos…). Este recibirá una llamada a la noche que le pedirá una cena… ¡Especial!

Al llegar a la mansión (no sin antes ir fumando algo verde de dudosa procedencia, ejem…), comenzaremos a ver cosas muy extrañas. En esta mansión, viven 7 habitantes no humanos, en los que por el camino nos hemos fijado en carteles que advertían de canibalismo. Una vez dejamos la cena en la mesa, nos golpearán y advertirán que la cena somos nosotros. Desde este momento, comienza Tamarindo’s Freaking Dinner.

Análisis: Tamarindo's Freaking Dinner
¿Es la cámara la que va doblada o es nuestro protagonista?

Un tiempo que cumplir, múltiples salas y mucho que hacer

Cuando nos dejan libres por la mansión, nos daremos cuenta que nos han introducido muchas mecánicas de golpe y realmente… no las hemos asimilado. Nada más comenzar nuestra partida, nos advierten del tiempo, ya que cuando llegue la hora de cenar se habrá acabado nuestra partida. Es por esto por lo que nuestro objetivo es acabar con todos los habitantes de la mansión antes de que estos acaben con nosotros.

Parece sencillo, ¿verdad? No lo es. Cada personaje se encontrará en distintas salas, nos encomendará una misión (siempre relacionada con puzles y acertijos) y tendrá su propia línea de tiempo (como en Stardew Valley, que dependiendo de la hora, los aldeanos se encontraban en un lugar u otro).

Si morimos, volveremos a comenzar el bucle y así hasta que logremos escapar, por lo que la rejugabilidad es absoluta.

Análisis: Tamarindo's Freaking Dinner
Exorcizar y encima a contrarreloj… ¡Ni el Papa se atrevería a tanto!

¿Dónde está Wally?

O, más bien, dónde narices estamos nosotros. Es complicadísimo entender dónde nos encontramos por varios motivos. El primero de ellos es la ambigüedad de las misiones, que muchas veces no entenderemos (y mira que algunas tienen carteles luminosos gigantes), pero otras son tan poco intuitivas que podrán dificultar nuestra labor de encontrar soluciones. Al fin y al cabo, tenemos 26 finales malos y únicamente uno bueno.

Otra de las trabas para los jugadores puede llegar a ser el idioma, pues aunque se trata de un título desarrollado en España, únicamente se encuentra en inglés. Esto es una auténtica pena, pues Tamarindo’s Freaking Dinner se encuentra plagado de humor del que sin duda alguna se pierden detalles.

Análisis: Tamarindo's Freaking Dinner
Las pantallas de carga eso sí, siempre muy logradas.

Una actualización constante de contenido

Hay algo que debemos aplaudir de este videojuego. Sus creadores advierten que se encuentra con actualizaciones mensuales, que incluyen nuevas salas, puertas y eventos que pueden llegar a modificar nuestro destino. Esto hace que el jugador siempre tenga esa sensación de estar completamente perdido.

Por otro lado, debemos hablar del componente de «terror». Es cierto que el entorno contiene toda clase de monstruos y alimañas, pero no sabemos si es por el tono humorístico que caracteriza al juego o por el apartado artístico que nosotros no hemos podido comprobar ese efecto de miedo. Sin embargo, sí que hemos visto bastantes trazas de juego de aventura gráfica, donde tendremos distintos diálogos y podremos siempre dar distintas respuestas. La mayoría de estas conversaciones son banales, aunque otras pueden llegar a determinar nuestro destino.

Tamarindo's Freaking
Esta escena nos ha recordado a cierto anuncio de «la vuelta al cole». ¡Seguro que más de uno lo veis!

Apartado artístico

El apartado visual es lo primero que llama a cualquiera la atención de Tamarindo’s Freaking Dinner. Las cosas como son, es un estilo propio y los escenarios realmente están bastante logrados. Ahora bien, cuando estamos en habitaciones muy grandes, lo del fondo se transforma en un auténtico borrón y parece que estamos jugando con varias dioptrías en cada ojo. Creemos que tanto desenfoque perjudica excesivamente al jugador, haciendo que si ya está perdido, lo esté más. Esto puede ser la propia intención de sus creadores, aunque para nosotros no parece funcionar del todo.

En lo sonoro, es algo bastante llamativo. Muchas veces estamos escuchando canciones en modo mayor, con un ambiente claramente jovial, festivo que no parece cuadrar demasiado con lo que estamos viendo. Esto hace en cierto modo que se nos saque de la experiencia de terror y vivamos más ese lado de show.

Tamarindo's Freaking
¿Cómo? ¿Quieres que agarre esa versión coleccionista de Switch y la arroje contra los monstruos?

Conclusiones de Tamarindo’s Freaking Dinner

Tamarindo’s Freaking Dinner es un título con muy buenas ideas que, lamentablemente, no llegan a desarrollarse ni combinarse del todo. El hecho de tener tantos finales y desarrollar esas actualizaciones mensuales, son de agradecer, ya que los jugadores continúan teniendo contenido y reviviendo esas sensaciones de no saber ni dónde están. Las mecánicas de los puzles son bastante sencillas, no llegando a proponer un reto real más allá de… ¿Dónde narices estamos?

Sin embargo, si os llama la atención visualmente y esa premisa, teniendo en cuenta que terror no vais a vivir, sino más bien un show de los años 90, desde ErreKGamer estamos seguros que os divertirá.

Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Celery Emblem

Tamarindo's Freaking
Esto sí que nos ha golpeado «directo a los feels«
Análisis Tamarindo's Freaking Dinner

✅ Lo Bueno:
• Apartado gráfico lleno de personalidad
• Personajes únicos muy llamativos
• Al haber bucles temporales, se favorece la rejugabilidad
❌ Lo Malo:
• Confusión para saber hacia dónde ir o qué hacer
• Inexistencia del idioma español en un juego hecho en España
• Tutorial demasiado rápido, donde explican todo una vez y... ¡A vivir sin enterarse!
• El apartado gráfico llama la atención pero acaba saturando al jugador

Sistema operativo: PC

Puntuación del editor:
6

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