El mundo de los videojuegos ha experimentado una expansión sin precedentes en las últimas décadas, con una diversidad de géneros y experiencias que satisfacen una amplia gama de gustos y preferencias de los jugadores. Sin embargo, a pesar de este crecimiento, resulta sorprendente que los videojuegos de supervivencia de calidad triple A aún sean una rareza en la industria.

videojuegos de supervivencia

Adiós a proyectos de años

Estos últimos días hemos visto como grandes empresas como Microsoft ha despedido a más de 1.900 empleados de su división de juegos, una noticia que duele bastante, ya no solo por los viejos proyectos que dejarán atrás, sino por todas las personas que dejarán de tener trabajo. No obstante, entre ellos estaba el equipo detrás de Odyssey, el videojuego de supervivencia de Blizzard que iba a ser una novedad y que ahora ha sido cancelado. Han estado en desarrollo durante seis años, aunque se anunció en el año 2022. Sin embargo, un informe de Bloomberg afirma que Odyssey sufrió como resultado de «problemas técnicos» relacionados con su motor de juego. 

Por otro lado, estas últimas semanas lo que más se ha oído en Steam ha sido Palworld, el juego más popular al estilo Pokémon que han hecho pasar horas y horas a miles de jugadores mientras sobreviven en este videojuego de supervivencia. Sigue la trayectoria de otro videojuego de supervivencia indie, Valheim, que salió en 2021. Si tu te vas a la lista de Steam en esta categoría, vas a ver y descubrir más de 50 videojuegos de supervivencia y prácticamente todos son independientes: Rust, Unturned, Enshrouded, Don’t Starve Together, DayZ, Terraria, Ark, entre otros.

Razones y factores de los pocos videojuegos de supervivencia triple A

Los videojuegos de supervivencia ofrecen a los jugadores una experiencia inmersiva que desafía sus habilidades de supervivencia en entornos hostiles y peligrosos. Desde la gestión de recursos hasta la interacción con un mundo abierto lleno de amenazas, estos juegos proporcionan una sensación única de tensión y logro cuando los jugadores superan obstáculos aparentemente insuperables. Sin embargo, a pesar de su popularidad entre los jugadores, especialmente en los segmentos de nicho, los juegos de supervivencia AAA siguen siendo escasos.

Una de las razones detrás de esta escasez podría atribuirse a la complejidad y el costo asociados con el desarrollo de juegos de este calibre. La creación de entornos vastos y detallados, la implementación de sistemas de supervivencia realistas y la entrega de una narrativa convincente requieren un nivel significativo de recursos financieros y talento creativo. Como resultado, muchas empresas desarrolladoras pueden optar por centrar sus esfuerzos en géneros más convencionales y menos arriesgados, donde el retorno de la inversión sea más predecible.

Otro factor que contribuye a esta situación es la percepción de riesgo por parte de los editores y desarrolladores. Los videojuegos de supervivencia suelen requerir un enfoque más experimental y una tolerancia a la posibilidad de fracaso comercial. En un mercado tan competitivo, donde el éxito a menudo se mide en términos de ventas iniciales y críticas favorables, muchos estudios pueden ser reacios a apostar por un género que no garantiza el mismo nivel de retorno que títulos más establecidos.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, la falta de videojuegos de supervivencia AAA representa una oportunidad perdida para la industria. Los jugadores continúan mostrando un interés sustancial en experiencias que desafían sus habilidades y los sumergen en mundos ricos y envolventes desarrollados por estudios independientes.

Conclusión

En conclusión, la escasez de videojuegos de supervivencia AAA es, sin duda, una locura en un mercado tan diverso y en constante evolución. Si bien existen desafíos significativos asociados con su desarrollo, las recompensas potenciales en términos de impacto cultural, éxito comercial y avance en la narrativa de los videojuegos son inmensas. Es hora de que la industria reconozca el valor intrínseco de este género y se comprometa a explorar su potencial al máximo.