Adentrarte en una fantasía medieval llena de enigmáticos jefes, un lugar donde viajar entre la vida y la muerte, y una atmósfera inquietante es lo que realmente te ofrece Lords of the Fallen. Este juego de rol de acción al estilo Dark Souls te puede desquiciar un poco, ya no solo por los picos de dificultad que te puedes encontrar a lo largo del juego, sino también por su mala optimización en consola que poco a poco ha ido mejorando con algunos parches.
Este juego es un completo reinicio del Lords of the Fallen de 2014, una apuesta desde cero que puede haber sido un riesgo, pero que en este caso han sabido ofrecer muy buenas ideas. Desarrollado por el estudio español HEXWORKS y publicado por CI Games, Lords of the Fallen es digno de mención: trae una jugabilidad novedosa, unos enemigos duros y un desarrollo de personaje bastante bueno. Si quieres conocer más, ven y descubre un nuevo soul que te abrirá a otro mundo.
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Una historia estándar con diferentes personajes a elegir
Comenzar en Lords of the Fallen es con un argumento bastante estándar. Comienza con un vídeo inicial que te presenta un mundo oscuro de fantasía medieval al borde de una fuerza imparable que está acabando con este. El dios demonio Adyr ha regresado para causar todo lo malo en este mundo, en un nuevo escenario llamado Mournstead. Sin embargo, una orden religiosa y su guardia militar, los Dark Crusaders, están contraatacando, al igual que otras milicias, pero aquí comienza tu misión. En este caso eres un portador de la lámpara, capaz de ver el mundo de los no-muertos, con el objetivo de restaurar cinco faros para detener a Adyr.
Es cierto que, la historia es interesante, pero vuelvo a tener parte de culpa de no centrarme lo suficiente en esta y seguir mi curso en el juego como si nada. De hecho, hay recuerdos etéreos a lo largo del juego donde puedes conocer mucho más sobre el significado de lo que está ocurriendo, así cómo el siguiente jefe del área o te insinúan un conflicto más profundo donde la exploración va a ser el principal protagonista. Sin embargo, ir por Lords of the Fallen a veces era un peligro, ya que han querido arriesgarse incluyendo áreas con plataformas o lugares complejos de cuevas o andamios.
Como es un juego de rol, puedes personalizar por completo el nombre, parte de la apariencia del personaje, la clase y los atributos de este, sobre todo para saber en lo que te quieres especializar. A mí me comentaron que lo hiciera a fuerza, ya que el juego estaba teniendo pequeños problemas de balanceo de daño en otro tipo de personajes. Venía de jugar a souls con destreza, pero debo de confesar que mi personaje de Lords of the Fallen no me decepcionó para nada y me ofreció un desafío bastante amplio.
Entre el mundo de los vivos y el mundo de los no muertos
El gancho singular que tiene Lords of the Fallen, ya no solo por la narrativa que os mencionaba anteriormente, es por su continuo viaje entre el mundo viviente y el reino de los no muertos. Es cierto que al principio no es claramente una estrategia fácil y, de hecho, cuesta acostumbrarse el espacio que se puede disfrutar de ambos mundos. Sin embargo, el Umbral, que es como se llama el lugar de los no muertos, cobra mucha más vida y protagonismo que el propio mundo de los vivos. Es fundamental estar pendiente de este mundo, pero estar aquí tiene un coste.
Si entras al Umbral será para encontrar secretos, recompensas o incluso para llegar a lugares interconectados. También lo vi como una especie de comodín, ya que, si estás en el mundo de los vivos y te matan, en vez de reiniciar la partida, te dan una segunda vida en el Umbral. Es una mecánica ambiciosa y también aterradora, pero algo complicada porque parte de tu barra de salud entra en un estado “marchito”, y varios enemigos no-muertos comienza a aparecer por todo el mapa en cantidades progresivas. Eso sí, para salir de este mundo necesitas un vestigio de inmersión.
Hablando de los vestigios, estos son los fundamentales para descansar, subir de nivel e incluso teletransportarte. Son aquellas lámparas de Bloodborne u hogueras de Dark Souls. Sin embargo, me han mosqueado un poco porque, a pesar de que puedes crear las tuyas propias (temporales) en lugares concretos donde puedes plantar una semilla, no han sido muy generosos en incluir vestigios fijos por todo el mapa. Incluso, he echado de menos ese punto de control tras eliminar un jefe y así sentirme más tranquila para canjear mis puntos de experiencia, en Lords of the Fallen esto no ocurre y a veces iba con el miedo de perderlos.
Voy aprovechar este punto para mencionar el modo multijugador que Lords of the Fallen sí ha incluido en su jugabilidad. En esta ocasión no he tenido oportunidad de probarlo, pero sí he leído que es una experiencia cooperativa o PvP en la que se puede acceder sin problema, así como crear partidas para ayudar o luchar contra rivales. No os puedo comentar más, pero sí me han confirmado que en consola funciona bien y es un modo que ayuda bastante para ciertas peleas contra jefes desafiantes.
Un amplio abanico de armas, armaduras y enemigos
Lords of the Fallen hace un buen trabajo trayendo diferentes clases de personajes al juego, lo que te ayuda a experimentar los combates desde un punto de vista diferente. Esto también lo hace trayendo una cantidad asombrosa de armas, armaduras, piromancias y otras magias, así como consumibles u objetos a distancia. Dentro de tu equipo puedes jugar tanto a distancia como cuerpo a cuerpo, teniendo la opción de cambiar entre la lámpara que te lleva al Umbral o tu arma a distancia.
Los combates contra los enemigos y jefes no son tan gratificantes o fáciles como puede darse en otros juegos, de hecho, Lords of the Fallen ha tenido algunos problemas para equilibrar a los enemigos. Ha habido momentos donde me he sentido que perdía el tiempo jugando porque venía de estar eliminando a enemigos con bastante sencillez, para más tarde adentrarme en un campo de batalla donde llevaba horas enfrentándome al mismo jefe todo el rato. A su vez, algunos enemigos agresivos o inesperados, sumado al inquietante mundo del umbral, hacían que la exploración fuese una tarea difícil.
Como cualquier otro juego de rol, en Lords of the Fallen vas a conseguir experiencia eliminando enemigos, lo que te permitirá subir de nivel y mejorar todo tu equipo. En el propio juego tienes un área de descanso que se llama el Puente del Descanso Celestial, un sitio donde hay diferentes NPC para ayudarte con tu partida. Puedes subir tus armas, haciendo una secundaria para encontrar a la herrera, también puedes subir tus pociones o más conocidos como “los Sanguinarix”, o también tienes la opción de restaurar los atributos de tu personaje si no son los encajan con tu modo de juego.
Atmósfera inquietante, pero con pésimo rendimiento
El diseño artístico de Lords of the Fallen es increíble y tiene una acción desafiante más innovadora que probablemente te sumerja muy rápido en todo su mundo. La atmósfera es inquietante, pero lo es más aún si te trasladas al mundo de los no muertos. Ese lugar es estéticamente mucho más impresionante y sobresale por su arte medieval oscura y única. Sin embargo, no se puede decir lo mismo del personaje o de los NPC, ya que no tienen perfiles definidos y su estética dejan un poco que desear. Eso sí, si quieres sacar buenos pantallazos del juego te recomiendo utilizar el modo foto porque es muy completo.
Desafortunadamente lo que más decepciona de Lords of the Fallen son los problemas técnicos que he visto de manera continuada. Al jugar en PlayStation 5, se pueden apreciar tartamudeos en los fotogramas, ventanas emergentes o incluso objetos que desaparecen sin sentido. Es cierto que algunos problemas se han reducido con la introducción de algunos parches posteriores al lanzamiento, pero la falta en el rendimiento se mantiene. Hay momentos donde los combates van lentos o incluso cuando el personaje corre. He jugado en el modo rendimiento, donde el movimiento y la calidad de imagen se apreciaba más suave.
Se ha hecho un juego con muchas exigencias de Unreal Engine 5 y los desarrolladores se merecen también muchos elogios por toda la iluminación, renderizado y la física. Sin embargo, Lords of the Fallen puede que no sea la mejor opción para jugar en consola, ya que la versión de PC sí puede llegar a estar a la altura de tus expectativas.
Conclusión de Lords of the Fallen
En conclusión, Lords of the Fallen merece la pena y consigue distinguirse en un género abarrotado incluyendo diferentes fórmulas de mecánicas bastante innovadoras. El viaje entre los dos mundos, la narrativa sombría y algunos combates desafiantes con su estilo RPG está hecho claramente con mucho cuidado y con la intención de trasladarnos a una atmósfera inmersiva, además de interesante.
No obstante, algunos problemas técnicos como el rendimiento, provocan que la experiencia en consola esté alejada de ser lo más gratificante, incluyendo los altos niveles de complejidad que a veces aparecen. A pesar de ello, Lords of the Fallen es una buena experiencia y tiene un buen cooperativo, lo que puede ser una gran opción para aquellos fans del género souls.
Hemos realizado este análisis en PlayStation 5 con un código proporcionado por PLAION