Análisis: Burning Shores

Análisis: Burning Shores

Burning Shores, la primera (y posiblemente única) expansión de Horizon Forbidden West, fue presentada durante la celebración de los Games Awards el 8 de diciembre de 2022. Guerrilla no quiso dejar escapar la oportunidad de anunciar por todo lo alto el nuevo trabajo vinculado a su saga estrella en el que es considerado el evento más importante del sector.

El primer tráiler de Burning Shores nos presentaba a Aloy llegando a los restos decadentes y volcánicos de Los Ángeles mientras la cámara enfocaba el archiconocido cartel de Hollywood situado en el Monte Lee para dejar claro al espectador dónde se desarrollaría la nueva aventura de nuestra pelirroja favorita. Ese mismo día su fecha de lanzamiento fue confirmada para el 19 de abril de 2023 junto al logo de PS5, dando a entender su exclusividad en la nueva generación.

Este hecho no tardó en confirmarse a través de diferentes medios oficiales y del propio director de Guerrilla Games, Mathijs de Jonge, causando el consecuente enfado en aquellos usuarios que habían adquirido la versión de PlayStation 4. Dicha decisión creativa fue explicada en el propio blog de PlayStation alegando que el trabajo técnico necesario para la experiencia asociada a Burning Shores era incompatible con las características de dicha consola.

El regreso de Aloy en Burning Shores

Horizon Forbidden West es un gran juego cuyo lanzamiento se vio en cierta medida opacado por la salida pocos días después de otro título muy esperado por los usuarios, Elden Ring. No obstante este hecho no ha impedido que se haya convertido en el segundo título más vendido de la historia de PlayStation, solo superado por God of War Ragnarök.

Un cambio importante respecto a la expansión de Horizon Zero Dawn es que para poder disfrutar de Burning Shores es obligatorio haber terminado toda la cadena de misiones principales presentes en el juego base. Si no se han concluido no recibiremos la llamada de Sylens que da comienzo a la nueva historia.

Enlazando con el final de Forbidden West volvemos a meternos en la piel de Aloy en un periplo que nos llevará a visitar las ruinas de los Ángeles. Y después de recorrer la antigua meca dorada del cine durante cerca de trece horas es justo decir que Burning Shores está a la altura de lo que ya vimos en los anteriores títulos de la desarrolladora.

En Burning Shores visitaremos paisajes muy variados y detallados.

La compañía, no el destino

Si hay algo que han sabido hacer muy bien en esta expansión de Burning Shores es trasmitir esa sensación sobre la importancia de saber apoyarnos en los demás para alcanzar las metas y con quién se realiza (más que el final en sí) gracias a la introducción de un nuevo personaje, Seyka. Tanto Ashly Burch como Kylie Liya Page realizan una excelente labor interpretativa logrando llevar a la pantalla de una manera muy creíble la complicidad existente entre ambas actrices.

El resto de personajes tienen una carga demasiado pequeña en la trama como para interesarnos por ellos más allá de realizar los encargos que nos mandan, por lo que no se llega a empatizar del todo con sus historias. A pesar de todo encontraremos misiones ciertamente interesantes y no muy pesadas de hacer, permitiendo también conseguir más experiencia para invertir en habilidades o incluso mejorar el arma más poderosa del juego.

Análisis: Burning Shores

Jugabilidad, gráficos e historia

Burning Shores tiene prácticamente el mismo gameplay que ya vimos en su predecesor. Sus principales novedades las encontraremos en el poder enganchar cajas de recursos con la montura voladora, abrir accesos que de otro modo no podríamos usar y como gancho que ya vimos en un tráiler ganamos la capacidad de sabotear una máquina que puede usarse tanto en tierra como bajo el agua. De nuevo hallaremos nuevas máquinas a las cuales nos enfrentaremos en los diversos puntos del mapa, poniéndonos en un aprieto más de una vez (y de dos).

Podrá subirse el nivel de Aloy hasta el 60, añadiendo nuevas habilidades a cada una de las ramas: guerrera, trampera, cazadora, superviviente, infiltrada y maquinista. Como ya viendo siendo habitual en estos títulos tendremos a nuestra disposición nuevas armas y armaduras que podemos conseguir completando misiones secundarias o adquiriéndolas a los mercaderes a cambio de Filobrillante (la nueva moneda para comprar equipamiento legendario).

Los coleccionables vuelven a hacer acto de presencia en Burning Shores, con un total de de 18 nuevos objetos, cada uno con su recompensa asociada como pinturas, puntos de experiencia o materiales. No son perdibles, por los que aquellos más completistas que queráis conseguirlos todos no tendréis ningún problema en volver a por ellos una vez finalizada la historia.

Mención aparte merece también el combate contra el boss final, absolutamente espectacular a nivel visual y de jugabilidad, pero cuyo mayor fallo radica en resultar demasiado largo (calculo que me tomó en torno a 15 minutos hacer todas las fases).

Análisis: Burning Shores

Apartado gráfico

La gente de Guerrilla sabe lo que hace y «Burning Shores» aprovecha mucho y muy bien el potencial de PlayStation 5 para ofrecernos una experiencia artística y gráfica de altísima calidad. Es un regalo incluso para el jugador más exigente, pues el trabajo en este apartado es simplemente espectacular.

No puedo dejar de señalar el contraste presente en este nuevo espacio de Los Ángeles, en donde pasamos de encontrar zonas con volcanes escupiendo lava a un sitio de aguas tropicales y bosques frondosos sin que en ningún momento baje el nivel. Todo se ve mejor en cuanto a colores y detalles y se aprecia más precisión en el diseño. Eso por ejemplo se se ve reflejado en algo tan «simple» como las nubes del cielo.

El camino de Aloy

La historia de Burning Shores nos sitúa justo después del final de Forbidden West, con una Aloy tratando de encontrar alguna solución para evitar la aparición de Némesis. Una llamada de Sylens (de nuevo muy bien interpretado por el ya fallecido Lance Reddick) nos pone sobre aviso: aún hay un zenith vivo. Nuestra misión será encontrarle y frustrar los siniestros planes que tiene para escapar.

Nuestros pasos nos llevarán a conocer a Seyka, una guerrera que también está siendo rechazada por su tribu por cuestionar su funcionamiento. Se convertirá en nuestra aliada y la ayudaremos en la búsqueda su desaparecida hermana, la cual parece tener relación con una especie de secta creada en torno a Walter Londra, el zenith superviviente.

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Conclusión

Sin duda este exclusivo de PlayStation pone toda la carne en el asador para alcanzar las más altas cuotas de calidad en un aspecto gráfico que posiblemente sea de lo mejor de esta generación y que cumple con nota en el resto de apartados.

Si bien no vamos a descubrir nada excesivamente novedoso, Burning Shores tiene los suficientes elementos y recursos como para convertirlo en una gratísima experiencia para quienes disfrutamos de las anteriores aventuras de Aloy. Un buen spin-off que sirve para ahondar más en la personalidad de la protagonista y crear un trampolín que una Forbidden West con el tercer título de la saga.

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