Hace unas semanas pude acudir a la presentación de Curse of the Sea Rats en Madrid, un evento que se pudo apreciar ya no solo el desarrollo tan amplio que hay detrás del juego, sino todas las características que envuelven a este. Desde el inicio de su Kickstarter hasta su lanzamiento se ha convertido en una trayectoria donde han podido crear un Metroidvania muy curioso con ratas como protagonistas, así como enemigos y lugares que parecían sacados de películas de animación. Sin embargo, el juego peca en algunas repeticiones y momentos vacíos, lo que ha hecho que su pequeña ambición no cumpla del todo con las expectativas.
Desarrollado por Petoons Studio, estudio con sede en Barcelona, y publicado por PQube, Curse of the Sea Rats es un juego de aventura y acción que te mete de lleno en una batalla de piratas muy orientada al siglo XVIII, con un estilo visual increíble, pero con una jugabilidad frustrante y una narrativa muy poco profunda. Su opción cooperativa ayuda a embarcarte en esta aventura con compañía, pero la diversión no logra ser su fuerte.
Contenido
Bienvenido al siglo XVIII
Curse of the Sea Rats sigue a un grupo de ratas piratas que luchan contra una maldición que ha caído sobre un barco y su tripulación. Esto es la Gran Bretaña de los años 1700 llena de piratas, ladrones y trampas, pero con cuatro héroes que están dispuestos a dar su vida por salvar a toda la población. En cuanto a la historia y la presentación, Curse of the Sea Rats tiene una premisa interesante que lo es más todavía gracias a su estilo visual, pero la narrativa en sí es bastante simple y no tiene mucho desarrollo. Tras un tiempo jugando y muriendo repetidas veces, me di cuenta que se me había olvidado por completo la premisa y que las motivaciones del juego no estaban claras.
Asimismo, la historia de Curse of the Sea Rats la puedes compartir en cooperativo local, un beneficio adicional para preparar una estrategia con tu compañero y poder aprovecharte en determinadas ocasiones para matar a los enemigos. Sin embargo, no es tan divertido como parece y al final termina siendo un “muero para salvarte y tener más vida”, ya que los combates, como explicaré más adelante, no son del todo justos. Asimismo, se agradece poder compartir la aventura y a mi particularmente me ha gustado más que hacerlo en solitario, es algo que otros muchos juegos podrían aprovechar y más siendo un Metroidvania.
Combates injustos con una jugabilidad un poco vacía
En términos de jugabilidad, Curse of the Sea Rats tiene un estilo similar al de los juegos clásicos de plataformas en 2D: el jugador controla una de las cuatro ratas piratas y atraviesa diferentes niveles luchando contra enemigos y recolectando objetos para avanzar, además de completar algunos rompecabezas que agregan variedad en la jugabilidad. Sin embargo, el juego presenta algunos problemas técnicos, como fallos en la detección de colisiones y problemas de rendimiento, lo que ha provocado que el disfrute sea menor.
Al ser un Metroidvania presenta un mapa extenso con diferentes niveles, pero tras un tiempo jugando te das cuenta que estos son grandes y vacíos con uno o dos enemigos que te matan de un golpe. Relacionado con esto último, los combates me han indignado bastante porque es cierto que Curse of the Sea Rats no está orientado a un juego de plataformas, pero el combate no lo he llegado a entender debido a la curva de dificultad tan poco equilibrada que puede hacer que se vuelva frustrante en algunos momentos. Y no, no todos los juegos deberían ser tipo Dark Souls, donde eres castigado perdiendo la mitad de tus cosas, además del tiempo invertido.
Es cierto que, mientras avanzas también logras experiencia y creedme si os digo que me satisfacía la sensación de poder mejorar a mi héroe en su árbol de habilidades, ya que todo era hacer lo posible para que no muriese. Y no, no siempre era así, también hay jefes guerreros, enemigos graciosos y momentos de entretenimiento, pero es una pena que no siempre funcionase de esta manera. Las muertes instantáneas es lo que más vas a ver en la pantalla, sumado a los lejanos que están los puntos de control y el retroceso tan grande que vas hacer para ir de un lado a otro, aunque eso sí, hay puntos de viaje que tienes que desbloquear y pueden ayudar.
El dinero en Curse of the Sea Rats podría ser relevante, pero termina por no serlo porque el vendedor tienes los precios muy altos y entre tanta muerte no llegas a comprarle mucho, salvo alguna manzana. Esto último te ayuda a recuperar vida, y sí en más de una ocasión me ha ayudado, pero los objetos que vas recogiendo no se sienten significativos dentro de la aventura. Es un cúmulo de determinadas circunstancias lo que provocan que toda esta jugabilidad termine siendo un poco tediosa y que en algunas ocasiones decidas ir a lo loco en vez de pararte a pensar en algunas habilidades.
Estilo visual precioso con una banda sonora única
Puede que la jugabilidad no sea su punto fuerte, pero el estilo visual está claro que sí. Curse of the Sea Rats te lleva a un mundo animado como si fuese claramente un dibujo animado y se disfruta mucho con el aspecto de todos sus personajes, los detalles y la ambientación, además de crear una atmósfera bastante peculiar. Sin embargo, la pantalla de carga tarda entre 5-7 segundos en la Nintendo Switch, lo que hace que de un nivel a otro sea un poco frustrante tener que estar esperando sin necesidad. Lo que también es una maravilla es la banda sonora y más cuando he tenido el placer de escuchar en directo a su compositor, Màxim Ballet, tocando la melodía principal de Curse of the Sea Rats.
Conclusión Curse of the Sea Rats
En conclusión, Curse of the Sea Rats tiene algunas características interesantes y únicas, además de originales, pero no cumple del todo con las expectativas. Si bien la premisa, el estilo visual y la banda sonora son atractivos, los problemas técnicos que he encontrado junto con el combate tan desequilibrado ha provocado que mi experiencia no termine por ser muy divertida. Y me da rabia pensar de esta manera porque es un juego que podría ofrecer mucho más y lo pueden conseguir todavía, tiene mucho potencial, ganas y un desarrollo con unos profesionales increíbles, pero de momento te espera una aventura funcional y entretenida más.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un juego en físico proporcionada por Meridiem Games.