Hoy en día se publican muchas visual novel occidentales, es curioso como en unos años ha pasado de ser un género totalmente marginal en occidente a tener miles de juegos. Los estudios indies han encontrado en este subgénero una manera perfecta de expresar ideas y narrar, solo hace falta echar una ojeada a la ingente cantidad de juegos del género que hay en Steam o itch.io. Eso sin contar con las japonesas, que nos llevan décadas de ventaja y cada vez llegan más juegos localizados a occidente.
Dentro de una oferta tan abrumadora es difícil aportar algo único y fresco pero la desarrolladora argentina L.C.B. Game Studio nos ofrece su original visión del género con Mothmen 1966, primera entrega de una trilogía que compartirá temas estéticos y jugables pero con historias independientes.
¿Qué es Mothmen 1966?
La historia de Mothmen 1966 es sencilla, basándose ligeramente en la primera supuesta aparición del críptido Mothman en Virginia del Norte, construye su propio relato usando el mito pero llevándolo a su terreno. Viviremos la historia desde tres puntos de vista; Holt, el dueño de una gasolinera que sufrirá la inesperada visita de los hombres de negro, y la joven pareja formada por Lee y Victoria, que parecen pasar por una crisis mientras se dirigen a lo que tenía que ser una cita muy especial (y especial será…). Estos tres personajes junto a alguno más se verán inmersos en una trama que junta conspiraciones, monstruos, mitología y que desafiará los límites entre lo real y lo fantástico.
La apuesta tanto temática como estética de L.C.B. Studios es muy interesante. Como la etiqueta que ellos mismo han inventado (pixel pulp) indica, sus referencias pasan por esa literatura barata que se publicaba en U.S.A hasta mediados del siglo pasado, normalmente relacionada con temáticas de ciencia ficción, fantasía o sobrenaturales. La trama nos puede recordar también a una buena peli de serie B ochentera, tanto a nivel temático como en la foma en que se desarrolla.
El apartado visual Mothmen 1966 es de esos que llaman la atención desde el primer screenshot y le dan una personalidad única. Utiliza un pixel art espectacular con una paleta muy reducida de colores que nos puede recordar a los antiguos ordenadores como el ZX Spectrum o el CGA de los primeros PC. Lo que consiguen a nivel expresivo con esas manchas de negro y una paleta tan limitada es espectacular y uno de los puntos fuertes del juego.
A nivel sonoro la apuesta también es imitar las limitadas capacidades de esos ordenadores, con unos efectos que podrían salir perfectamente de un PC speaker de esos que básicamente reproducían pitidos y chirrídos de diversa órden. Apenas tenemos música en contadas escenas ¿Hace eso que el aspecto sonoro sea una de las debilidades del Mothmen 1966? No lo creo, diría que esas limitaciones juegan en favor del conjunto, siendo totalmente coherentes con la propuesta del juego gracias al inteligente uso de los efectos y los silencios.
Vale pero ¿Cómo se juega?
En cuanto al gameplay Mothmen 1966 se comporta momo cualquier visual novel lineal, también conocidas como cinéticas, con el añadido de algún puzzle y/o minijuego. La mayoría del tiempo nos dedicaremos a leer y a observar el fascinante pixel art de las diferentes escenas, de vez en cuando se nos dará la posibilidad de escoger diferentes opciones de diálogo o de acción pero que no cambian la trama, como mucho un par de frases o una escena concreta pero al final nuestro avance será el mismo y no tendremos varios finales.
Los puzzles en Mothmen 1966 son sencillos y casi todos se pueden sacar a base de prueba y error. Varios de ellos se basan en descubrir el orden de las acciones a llevar a a cabo para evitar morir y obtener un game over precipitado. El problema de este tipo de puzzles es que, a base repetición, se pierde la tensión narrativa que implica la posibilidad de la muerte. Por otro lado me han resultado interesantes dentro de su sencillez y aportan ese punto de gamificación que se agradece entre tanta lectura pasiva.
Nadie es perfecto
La verdad es que Mothmen 1966 suele funcionar muy bien dentro de lo que pretende pero también es cierto que hay detalles, sobretodo a causa de la intefaz, que resultan un poco incómodos para el jugador. Si bien entiendo la decisión de poder prescindir por completo del ratón y jugar unicamente con el teclado (los juegos de la época que referencia el juego no solían utilizar ratón), en varias ocasiones implican que el jugador ha de escoger hasta tres opciones de texto para acciones tan sencillas como cambiar una botella de estante.
Esa falta de fluidez se nota especialmente en el minijuego estrella, el solitario. Aún así es un juego muy adictivo y se puede acceder al mismo directamente desde el menú, podremos echar una partida siempre que nos apetezca. No me sorpendería que haya gente que invierta más tiempo a este juego que a la historia, que apenas supera las dos horas.
Sobre el sistema de guardado en Mothmen 1966 hay dos cosas que no me gustan, primero que no puedes guardar cuando estás en una toma de decisión o puzzle y lo segundo que haya un espacio tan limitado de savegames. Nueve espacios de guardado se me antoja insuficiente.
En conclusión
No soy un gran aficionado a las visual novel, he jugado unas cuantas pero no se encuentra ni de lejos entre mis géneros favoritos, aún así Mothmen 1966 es especial. Su guión sencillo pero bien conocedor de los resortes del género, su atmósfera sobrecogedora, su llamativa estética, su ritmo ejemplar, sus personajes llenos de grises… todo se une para crear un juego único y fascinante, que consigue meterte de lleno en la historia y te deja satisfecho pero con ganas de más. Además está en español, algo de agradecer en un juego con tanto texto.
L.C.B. Game Studio ha conseguido, junto a la distribuidora Chorus Worldwide, eso que parecía tan complicado, aportar algo nuevo y fresco al género desde occidente.
Mothmen 1966 está disponible tanto para Steam como para Xbox, PS4/5 y Switch
Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Chorus Worldwide.