Percalandia puede ser un monopoly de Dragon Ball, funkos simpsonianos que encarnan Rasca y Pica, legos para montar las épicas naves de Star Wars, el Colegio Hogwarts del mágico mundo de Harry Potter e incluso el mítico salón de Friends. Páginas que destapan la historia de Nintendo, personajes como Sonic, Yoshi y Link hechos peluches, o tazas con mensajes que bucean en la memoria como Goonies never say die!. Eso y mucho más se puede encontrar si se viaja a la web de Percalandia, tienda online que desde el pasado 7 de febrero también tiene presencia en la calle san Antoniño, en el Bajo 1 del número 9.
Rubén Vázquez, aficionado a los videojuegos y emprendedor de la Boa Vila, ha dado un paso que muchos consideramos necesario. Con el comercio cada vez más enfocado al medio online, Rubén recupera la atención personalizada que tanto se echa en falta en ocasiones con una tienda donde puedes entrar, ver el artículo que vas a llevarte, tocarlo si es preciso y no depender de tu imaginación al ver una fotografía.
Percalandia está especializada en figuras, merchandising y libros, el establecimiento físico añadirá a su catálogo una gran variedad de videojuegos.
Especializado en figuras, merchandising y libros, el establecimiento físico añadirá a su catálogo (compuesto por diferentes artículos coleccionables de juegos, series y películas que marcan a muchas generaciones) una gran variedad de videojuegos (tanto nuevos como usados) que «darán mucho juego» en Pontevedra. Por si fuera poco, como guinda para este entorno hecho por y para gamers, el local dispondrá de una gameroom con diferentes consolas: el sitio perfecto para pasar una buena tarde solo o con amigos.
Su presencia en el evento Ponte in Games, realizado el pasado mes de diciembre en el Pazo da Cultura, fue clave para tomar la decisión final de abrir un negocio en la ciudad y ampliar su servicio online con un trato más humano y directo hacia los más gamers de la urbe y sus alrededores, que podrán visitar la sede de Percalandia de lunes a viernes (excepto festivos) de 11.00 a 14.00 horas y de 16.30 a 20.30 horas.
En 1979 vino al mundo una especie de alíen que en 1985 descubrió un salón recreativo de los barrios viejos. Luego fue un Amstrad y sus cargas infinitas y ahí seguimos con los sistemas de hoy… Y de antes.