Hablar de Pokémon es, sin lugar a dudas, abrazar a nuestro niño interior, aquel que desde su más tierna infancia soñaba con atraparlos a todos y convertirse en el mejor de todos. Pero también es hablar de un juego que ha sabido crear una de las mayores comunidades del mundo, respaldada por un sinfín de entregas, por criaturas para todos gustos, por regiones llenas de aventuras y misterios, y hasta por poseer su propia mitología y leyendas.
Lograr una notoria hegemonía de 25 años no se hace solamente sacando un juego atrás del otro, como si de una industria de la sobreexplotación se tratase, sino que lo ha logrado consolidándose como el RPG que le ha enseñado el camino al resto, y ha sido supereficaz en el uso de las herramientas a su disposición para atrapar a un público que, una vez cautivo, se ha convertido en fiel seguidor de una de las franquicias más exitosas de la historia.
Es por eso que hoy, en ErreKGamer, haremos un paseo por todas las regiones del maravilloso universo de Pokémon, una travesía por su historia para rememorar lo mejor que nos ha dejado cada una de ellas, porque si hay algo que The Pokémon Company ha logrado hacer es, sin dudas, sumergirnos en un viaje infinito.
Contenido
- 1 La historia de Pokémon
- 2 Kanto: el lugar donde inicia el sueño (1996)
- 3 Nuestra aventura sigue en Jotho (1999)
- 4 Las playas de Hoenn (2002)
- 5 La mitología Pokémon cobra vida en Sinnoh (2006)
- 6 Teselia y el alejamiento de Japón (2010)
- 7 La primera aventura en el viejo continente: Kalos (2013)
- 8 ¡Aloha, Alola! (2016)
- 9 Galar y la generación más polémica (2019)
- 10 Pokémon GO: La gran revolución
- 11 El tan pedido salto de calidad está por llegar
La historia de Pokémon
Detrás del éxito de esta saga, está la ilusión de un tal Satoshi Tajiri, que en sus 25 años soñaba con un universo en el que varios jugadores tengan la posibilidad de interactuar en un mundo ficticio llenas de criaturas, una idea que claramente tomaba el concepto base del Tamagochi, pero que iba mucho más allá del mismo.
Tajiri es el creador de Game Freak, en 1982, aunque en ese momento la misma era… ¡una revista!. Y, con el paso del tiempo, el éxito de Game Freak fue tal que pudo convertir a la misma en una desarrolladora de videojuegos y, como si fuese poco, la misma dejó de ser una vaga empresa en una simple oficina, a cargo de una revista, para estar a cargo del desarrollo de un videojuego e instalarse en las oficinas de Nintendo.
En tierras niponas que tanta felicidad han traído a los fanáticos de los videojuegos, Tajiri tuvo la oportunidad de trabajar junto al gran Shigeru Miyamoto (que fue algo así como un mentor para él, y uno de los que vio talento en las ideas de Tajiri), y allá por 1996 le acercó a Nintendo su idea, la cual se convertiría en realidad con Pokémon Blue, Red y Green, los tres juegos iniciales de la saga, los cuales salieron para la consola Game Boy. Todo encajaba: una consola portátil para llevar a todos lados, una idea totalmente nueva para la época, y un mundo cuidadosamente diseñado para hacernos sentir parte de él.
¿Pero cómo nace esta pasión de Tajiri por la colección de criaturas? Aunque anteriormente dije que el concepto nace del añorado Tamagochi, detrás de una obra maestra como Pokémon existe, también, una historia de vida. Tajiri era un amante del arte de coleccionar insectos, aunque poco a poco los asentamientos urbanos empezaron a instalarse en diversas regiones de Japón, y esto hizo que muchos bichos desaparezcan. Pero Tajiri transformó la desazón en esperanza, y la esperanza en una idea, ya que a medida que fue creciendo se le ocurrió la maravillosa de idea de crear un mundo virtual en el que otros niños sientan la misma felicidad que él a la hora de coleccionar bichos.
He aquí el nacimiento de Pokémon.
Kanto: el lugar donde inicia el sueño (1996)
Imagínense tener tan solo diez años, y descubrir de pronto que hay un universo en una pantalla de nuestra Game Boy que nos permite alejarnos un instante de la realidad para permitirnos vivir una aventura única, como jamás lo habíamos soñado. En esa aventura hay criaturas fantásticas, nosotros somos unos pequeños héroes y podemos convertirnos en el gran campeón.
Pronto descubrimos que son mucho más que criaturas. Son Pokémon, y serán nuestros más fieles acompañantes. Deberemos pelear junto a ellos para liberar a la región de Kanto de los malvados planes del Team Rocket. Sobre esta premisa inicia el viaje infinito.
Pokémon Red, Blue y Green, y luego Yellow, marcaron un antes y un después en la historia de los RPG. Ha sentado las bases de cómo deben ser los juegos de rol, ha aplicado mejor que nunca la progresión y evolución de nuestros personajes, y ha descubierto la fórmula de la curva de dificultad, para hacernos derrotar casi sin inconvenientes a los ocho líderes de gimnasio, para luego ponernos en aprietos a la hora de enfrentar a los verdaderos campeones en la Liga Pokémon con el sueño de arrebatar ese título y hacerlo nuestro.
Kanto es hermoso. Los pixeles no suponen barrera alguna para el afloro de nuestra imaginación, y podemos vivir sus túneles, bosques, cuevas, islas y muchísimos lugares más sin limitación alguna, porque cada lugar se siente tan vívido y real que es imposible que se trate de un universo imaginario. Bulbasaur, Squirtle y Charmander representan el trío inicial más icónico de la saga, y aún despiertan en nosotros un dejo de nostalgia cada vez que los vemos, ya sea en un peluche, en un juego o en recuerdos grabados en nuestra retina.
Sabemos que son solo 150 Pokémon, pero pronto escuchamos el rumor del n° 151. Un tal Mew, dicen por ahí. Y según las lenguas, está escondido en un camión, por lo que allí vamos una y otra vez, siempre sin suerte. Son años en los que la internet recién está asomando el hocico, y no podemos chequear los rumores. Pero buscamos por todas partes, porque así y todo, Kanto está llena de secretos. Fue ese afán de explorarlo todo el que nos hizo conocer a las aves legendarias de la región, o el que nos llevó a un enfrentamiento fatal con Mewtwo, que aparecía ante nosotros como el más poderoso ser jamás visto.
Kanto es tan precioso que sus desarrolladores han buscado una y otra vez retrotraernos allí, a través de remakes como lo fueron en su momento Verde Hoja y Rojo Fuego, o como lo fue hace un par de años Let’s Go Pikachu! junto a Let’s Go Eevee!. Palabras más, palabras menos, gracias a la aventura épica de Kanto inicia todo, ya que Pokémon Rojo, Azul y Verde son los juegos que aportan el concepto y sientan la base que, 25 años más tarde, sigue conquistando el mundo videojueguil.
Nuestra aventura sigue en Jotho (1999)
¡Sí! ¡Teníamos razón! ¡Hay más Pokémon por descubrir! Porque nos pasamos toda Kanto buscando pasajes secretos, teorizando con Mew y la aparición de Missigno (un glitch), y presuponiendo que eso no podía ser todo, que nos quedaba mucho por apreciar en este maravilloso universo, y de repente ¡zas… teníamos razón!
Jotho nos ofrece la aventura definitiva. No solo por lo bellas que resultan cada una de sus ciudades, inspiradas en gran parte por la Región de Kansai, en Japón (donde destaca, por ejemplo, los paisajes que nos remontan a Kioto y Osaka); sino también porque todas las introducciones que presentan Pokémon Oro y Plata tienden indefectiblemente a hacer cada vez más real ese mundo virtual lleno de criaturas fantásticas.
Para empezar, ahora podremos compenetrarnos en el juego disfrutando el mismo de día o de noche y viendo ese cambio horario reflejado en nuestra aventura. Algo que era verdaderamente único para la época. No solo eso, sino que dependiendo si es de día o de noche, variará el spawn de Pokémon… ¡y hay que atraparlos a todos!
Jotho está aún más llena de misterios que Kanto. Si bien The Pokémon Company aún no había delimitado los alcances de su mitología, podemos empezar a percibir los primeros atisbos de mitos y leyendas en este universo. Los Pokémon legendarios empiezan a encuadrarse en torno a leyendas de la región, como debía ser, y Jotho desprende un aura mística con la presencia de estructuras como la Torre Hojalata y las Ruinas Alfa, que despiertan más que nunca nuestro afán de investigar todo a nuestro paso.
TPC apostó con este juego a continuar los sucesos ocurridos en entregas anteriores, y es por eso que hay numerosas referencias a los hechos ocurridos tres años atrás en la región de Kanto, cuando abatimos los planes del Team Rocket y el malvado Giovanni, y aquí vuelven a aparecer dichos villanos, aunque lo hacen sin su líder y, siendo franco, hacen un papel bastante tonto, intentando convocar a Giovanni mediante la radio, algo verdaderamente patético.
Pero claro, así y todo, aún teniendo uno de los peores villanos de toda la saga, Oro y Plata logran hacer que el momento de enfrentarlos sea verdaderamente épico, ya que nos adentraremos en su zona ¡ni más ni menos que con el mismísimo campeón de la región, Lance! Y, como si fuera poco, encontraremos a nuestro paso un Gyarados rojo, y aunque en el momento se nos dice que adoptó ese color por culpa del Team Rocket, abrió una puerta a uno de los elementos que más vida le da a la franquicia y que le permite hacer eventos de todo tipo en absolutamente todos sus videojuegos, sean de la plataforma o temática que sea: los shinys, que vendrían a hacer criaturas que adoptan un color diferente al habitual y eso los convierte en una mina de oro.
En este juego, La Liga Pokémon respeta a casi todos los campeones que vimos en la Región de Kanto, y ahí descubrimos que Kanto y Jotho están separados tan sólo por una cascada. Y cuando pensamos que habíamos terminado el juego, atravesamos esa frontera y revivimos nuestra aventura de Kanto, representando uno de los mejores post-game de toda la saga.
Con starters para todos los gustos (Cyndaquil, Chikorita y Totodile), la aparición del tipo acero y el siniestro, y un montón de novedades más, esta entrega perfecciona a sus predecesores y lo convierte en un esencial, un juego imperdible, te guste o no Pokémon.
¿Hay acaso algún juego mejor que Pokémon Oro, Plata y Cristal? Sí, lo hay. Estoy hablando de sus remakes, para Nintendo DS: HeartGold y SoulSilver, dos juegos que han enamorado a todos y que se han colado en mi top ten de mejores juegos de la historia, por una simple razón: hacen absolutamente todo bien.
Las playas de Hoenn (2002)
La tercera generación llega con Rubi y Zafiro, dos juegos que innovan en muchísimos aspectos, y quizás donde más se perciba la diferencia con sus predecesores es en sus biomas. Ya no estamos hablando de ciudades llenas de grandes estructuras, sino que casi todo Hoenn nos permite acercarnos a la orilla del mar e imaginar el calor del sol rebotando en nosotros mientras la arena acaricia nuestros pies.
Con Torchic, Trecko y Mudkip como iniciales, Hoenn no solo ofrece una de las mejores entregas del animé de Pokémon, sino que también nos propicia a los jugadores unas obras imperdibles para todos los amantes de la saga. Aprovechando al máximo la potencia de la Game Boy Advance, con una paleta de colores cada vez más relucientes de vida y diseños de Pokémon con conceptos visiblemente diferentes a como venían siendo hasta entonces, la sensación de estar ante una aventura totalmente nueva sale a flote de inmediato.
Aunque se pierda la transición entre día y noche, se introduce una nueva variante que afina la experiencia: el clima empieza a tener preponderancia. Es más, aparece un Pokémon como Castform que, dependiendo el entorno, adoptará una distinta forma y modificará su tipo.
Empiezan a aparecen las variantes que hoy son la base del competitivo de la saga: los combates doble, las habilidades y la naturaleza de los Pokémon. Por otro lado, se agregan un sinfín de movimientos nuevos, los concursos y los pokecubos.
Además, conoceremos nuevos villanos (el Team Aqua y Magma), y esta vez ya no están detrás de los pokémon de la gente, sino que tienen planes mucho más grandes: van detrás de los legendarios para crear un nuevo orden natural, resultando un peligro para toda la humanidad en su conjunto al desconocer los alcances catastróficos de su objetivo. Ahora sí combatir a los villanos es cuestión de salvar el mundo.
Quizás no tenga la Liga Pokémon más excepcional de la saga, pero empezamos a distinguir el potencial de los semi-legendarios, en este caso con Metagross, y por primera vez nos toca enfrentarnos a un campeón que poco y nada tiene que ver con el de entregas anteriores.
Sus remakes, disponibles en Nintendo 3DS, son una auténtica locura, ya que nos permiten disfrutar de Hoenn en su máximo esplendor, con gráficos preciosos y agregando todas las novedades hasta ese momento, que no eran pocas (como las megaevoluciones y el tipo hada, por ejemplo).
La mitología Pokémon cobra vida en Sinnoh (2006)
Podrá gustarte más o menos la región de Sinnoh, pero no cabe duda que Diamante y Perla fueron los que más aportaron al lore de Pokémon. Toda la mitología de la saga se encuentra aquí, o por lo menos lo más trascendental, los relatos que hacen referencia a la creación del universo en manos de Arceus y a toda la mística fundacional que rodea este universo.
Sinnoh es la contraparte de Hoenn, ya que nos aleja de su clima cuasi tropical para sumergirnos en un profundo frío, con los paisajes nevados como protagonistas y los primeros atisbos de variaciones regionales que se ven reflejados en el cambio de color de Shellos, dependiendo de la zona de la que procedan.
Aunque mantiene su inspiración en territorio japonés (gran parte de sus paisajes están en Hokkaidō, toma también ideas vistas en Rusia, particularmente recogidas de las islas Sajalín y Kunashir, empezando a diversificar más sus regiones y abriendo el paso a nuevas propuestas. La Nintendo DS y su mejora en la potencia permite reflejar mejor los conceptos de los cuales nacen las regiones.
Aun algunos tienen pesadillas con Cinthia, la campeona de la región, con algunas criaturas temerarias como Garchomp y el aún sin debilidades Spiritbomb (¡Ya inventen el maldito tipo hada!). Ah, claro, todavía faltaban un par de años, y salvo que regresen a Sinnoh en sus remakes, la realidad es que sus juegos originales nos ponían ante un verdadero reto, que era el de vencer a una de las entrenadoras más poderosas de la saga.
Para iniciar el viaje en el que combatiremos a Cinthia al final del camino, deberemos escoger entre Turtwig, Piplup y Chimchar como iniciales, tres alternativas entre las que cuesta elegir.
En Sinnoh regresa la variación entre el día y la noche, la cual había sido quitada en Hoenn. Y aunque su predecesor introdujo las innovaciones que más aportaron al competitivo, fue en estas entregas en que el mismo se convirtió, prácticamente, en un deporte, en una competencia internacional tendiente a enfrentar a los mejores entrenadores de todo el mundo, cada uno con su equipo, su estrategia y un montón de sueños en el bolsillo.
Es tal la importancia de esta región en el universo Pokémon, y sobre todo en el lore del juego, que es el que más legendarios ha aportado a toda la saga. En este juego prosigue la idea de los villanos, en este caso el equipo galaxia, con intenciones de capturas a los legendarios de la misma. Ahora bien, es tan grande la mitología de este juego, que ansiamos el 2022 para tener en nuestras manos Pokémon: Leyendas Arceus, la cual nos remonta a Hisui, la antigua Sinnoh, y promete ser el juego más revolucionario de toda la saga, modificando radicalmente los conceptos que sentaron la base de Pokémon y prometiendo el salto de calidad que los fans más acérrimos venían reclamando.
Teselia y el alejamiento de Japón (2010)
Por fin nos vamos de las regiones inspiradas en Japón, y sorprendentemente aterrizamos en Estados Unidos. Es que con sus ciudades súper modernas, y su conjunto de edificios y rutas salta a la vista que Teselia (también conocido como Unova en otras partes del globo) está inspirada en Norteamérica.
Si hasta ahora no había nombrado a los rivales, sino solo a los equipos villanos, es porque los mismos no tienen la trascendencia que adoptan en Teselia. Quizás Gary haya sido el más recordable para muchos por su soberbia; o Silver el más odiado por su arrogancia (y también el más intrigante por ser el hijo de Giovanni), la realidad es que hay uno que dejó una marca aún más profunda: «N», protagonista indiscutible de Blanco y Negro.
Sí, N, el rival de Teselia, uno de los personajes más curiosos y misteriosos de la saga, seguramente el que más empatía nos genera y que más nos seduce desde su dialéctica y su idea. Además del papel de N, también los villanos de estas entregas nos hacen dudar de nuestra moral y nuestros principios: el equipo Plasma, con el cual nos toparemos con ellos mientras brindan un atractivo discurso sobre la necesidad de liberar a los Pokémon y dejar de cosificarlos, ya que tienen sentimientos como los humanos y es contraproducente tenerlos encerrados a nuestro antojo y explotarlos en combate.
Aquí las MT y las MO pasan a ser infinitas, y el competitivo se convierte en un verdadero campo de batalla donde no hay sitio para los cobardes. Ahora si la oferta y diversidad de ataques es más amplia y llena de posibilidades que nunca.
Los iniciales (Oshawott, Snivy y Tepig) pasan sin pena ni gloria, siendo quizás los menos memorables de la saga; aunque han sabido crear su séquito de seguidores. No obstante, por primera vez debemos atravesar sí o sí gran parte de la aventura con Pokémon nativos de dicha región, aportándole un toque interesante a la franquicia. Es decir, ya no habrá una mezcolanza de todas las regiones, sino que durante gran parte del camino solo encontraremos a criaturas oriundas de Teselia, y eso le aporta un toque más que interesante que nos obliga a experimentar.
Además, es el primer juego en ofrecer que su entrega actualizada funcione como una continuidad de la aventura (a diferencia de como lo venían siendo Pokémon Amarillo, Cristal, Esmeralda y Platino), y eso incluso se ve reflejado en el nombre de los juegos, que pasan a llamarse Blanco y Negro 2, sin dejar margen de dudas.
La primera aventura en el viejo continente: Kalos (2013)
Con la salida de la Nintendo 3DS no solo llegó la sexta generación, sino que hubo una mejora en el apartado gráfico que hizo más real que nunca la inmersión en el universo virtual que propone Pokémon. Y claro, un salto tan grande merecía su propia presentación, la cual ocurrió durante un Nintendo Direct y estuvo a cargo del mismísimo Satoru Iwata, quien supo ser una de las figuras más icónicas de la Industria y que con su partida dejó un vacío inconmensurable.
Kalos fue la primer región en territorio europeo, ya que nos trasladó a la hermosa Francia, con todo sus paisajes, nuevas perspectivas de cámara y, como ocurre con cada generación, un montón de criaturas para todos los gustos.
Además, se introdujo el tipo hada, el cual que vino para modificar de raíz el meta del competitivo, ya que muchos dragones pasaron a ser obsoletos y esto obligó a la diagramación de nuevas estrategias y la implementación de nuevas tácticas para alzarse con la victoria en los combates ante entrenadores de todo el mundo. El poder, la fuerza o como quieran llamarlo, dejó de ser la herramienta preponderante en el competitivo y la inteligencia para crear estrategias se tornó más fundamental que nunca.
Pokémon X e Y fueron los únicos juegos transcurridos en esta región, ya que pese a que se especulaba con la salida de un tercer juego como solía ocurrir habitualmente (en este caso, se presumía que iba a recibir el nombre de Pokémon Z), el mismo nunca salió al mercado y pese a que la aventura en Kalos es un deleite (apreciación personal, vale aclarar), la realidad es que a muchos no les gustó y el hecho de que el post-game no tenga una historia propiamente dicha, sino que parece como tirado de los pelos, como puesto allí arbitrariamente, pues eso hizo que muchos se embronquen con esta región y la misma haya transcurrido con más pena que gloria.
Con el Player Search System, se facilitó la posibilidad de conectarse con otros jugadores, y el cable link paso a recordarse como un tedioso agregado que no todos tenían y que era poco práctico a la hora de utilizar. Intercambiar y combatir se volvió, así, algo realmente accesible para todo el público.
Además, esta nueva región trajo a Chespin, Fennekin y Froakie, y este último despertó pasiones por su última evolución, Greninja, convirtiéndose en el inicial de muchísimos fanáticos, aunque Game Freak nunca explotó esta devoción, como sí lo hizo con los iniciales de Kanto, sin lugar a dudas los favoritos de los desarrolladores (sobre todo Charizard).
Diga lo que se diga de Kalos, introdujo una de las novedades favoritas de todos: las megaevoluciones. Ahora los Pokémon alcanzan un nuevo estadío evolutivo, el cual es provisorio, ya que luego regresará a su estado anterior, pero durante el mismo la criatura desata un poder único y hasta puede presentar una variación en alguno de sus tipos. Sin dudas, un agregado que le pegó un buen lavado de cara a la saga.
Con todos sus pro y sus contras, X e Y no serían los únicos en Europa, aunque antes hay otra parada…
¡Aloha, Alola! (2016)
Pokémon Sol y Luna. Sin dudas, los más transgresores y menos convencionales de la saga. Para muchos, los mejores juegos, porque innova como pocos; para otros tantos, los peores, porque se sale demasiado del libreto y propone una aventura poco habitual. Sea como sea, estos juegos no han pasado sin llevarse todas las miradas.
La séptima generación transcurre en la preciosa Alola, un aglomerado de islas inspiradas en los archipiélagos de Hawaii, con muchísima belleza natural en su camino, pocas estructuras edilicias y una propuesta totalmente nueva: los retos de gimnasios dejaban paso al recorrido insular, un viaje entre islas en el que nuestro protagonista deberá superar ciertos desafíos guiados por los capitanes de las islas, enfrentando a los “Pokémon Dominantes” (una nueva modalidad) y, tras superar las pruebas, habrá que vencer al Kahuna, algo así como el líder o la autoridad de la isla.
Ahora la Pokédex es poseída por Rotom, aportando un aire de frescura a la cotidianeidad de la saga. El mismo nos ayudará guiándonos, aunque por momentos esto quita la sensación de libertad y hace más lineal que nunca al juego.
Se introduce una nueva y más que atractiva variante: los movimientos Z. Estos vendrían a ser un ataque súper especial que requiere de una pulsera especial y una conexión personal entre el entrenador y su Pokémon.
Rowlet, Litten y Popplio son los iniciales. Dos de esos tres se instalaron en el competitivo gracias a sus evoluciones (Incineroar y Primarina); mientras que por su parte, Decidueye, seguramente tendrá un papel importante en Leyendas: Arceus, ya que Rowlet es uno de los iniciales que nos acompañará en la aventura.
Ahora existen las monturas, y ya no será tan tedioso el tener que surfear, volar o romper rocas, ya que ahora solo necesitaremos acceder a la misma desde la Rotomdex y listo, podremos activar la montura. Ya no hay que llegar Pokémon que conozcan Surf, Vuelo ni nada de eso. Eso se acabó, chau, lo que demuestra un interés por la compañía de hacer más amenos y dinámicos los juegos.
¡Y los ultraentenes! Otra grandiosa innovación de Sol y Luna, y sus actualizaciones Ultrasol y Ultraluna: ahora tenemos criaturas que provienen del Ultraespacio y que tienen una preponderancia parecida a la de los legendarios o singulares, obviamente salvando las diferencias. Algo arriesgado y que podía ser objeto de controversia, pero terminó siendo bien recibido por los fans.
Por último, otra gran introducción de estas entregas: las formas regionales. Apoderándose de la nostalgia como herramienta de atracción, algunos pokémon aparecieron mostrando variantes tanto en sus formas como en sus tipos, bajo la idea de que el hábitat generaba alteraciones de gran envergadura en las criaturas. Algo que ya había insinuado anteriormente la saga, pero que recién se decidió a plasmar en la séptima generación.
Guste o no, Alola es la región más osada, la que más ha tratado de actualizar la saga a los nuevos tiempos…
Galar y la generación más polémica (2019)
Llegamos al momento más polémico de la saga. Con la salida de la octava generación, lo que empezó como una profunda ilusión, pronto se convirtió en enojo y frustración. Es que con los primeros tráilers que vimos de Pokémon Espada y Escudo, todo parecía indicar que Galar iba a ser la gran apuesta de la compañía para explotar al máximo las posibilidades de la Nintendo Switch, pero terminó siendo una decepción para casi toda la comunidad.
El problema no es que los juegos sean malos (de hecho, son muy infravalorados), sino que los mismos generaron una pronunciada controversia desde el momento que se anunció que la Pokédex no iba a estar completa. Pero como si eso fuese poco, con el juego ya en el mercado los jugadores pudieron comprobar que el mismo reciclaba animaciones de entregas anteriores, el apartado técnico dejaba mucho que desear y, la frutilla de postre: prácticamente no había post-game porque The Pokémon Company tenía guardados los mismos como contenido de pago (DLC), el cual se anunció unos meses tras la salida del juego.
Pero el juego tuvo sus cositas resaltables, claro está. Primero, propuso un nuevo apartado visual que, guste o no, trató de alejarse del de Let’s Go para mostrar algo más realista, pese a que terminó sin convencer. Así y todo, el juego presenta muchísimas novedades, como el sistema de combate Dynamax y Gigamax, el cual durante la aventura es un gran acierto (el momento en que se agigantan los Pokémon durante una batalla de gimnasio es é-p-i-c-o), pero “rompió” el competitivo, haciendo que el mismo se reduzca a ver quién tiene mejor timing a la hora de aprovechar dicha mecánica.
Además, traído desde Pokémon Go, se establece la posibilidad de jugar incursiones, las cuales nos daban la posibilidad de disfrutarla en línea con desconocidos o con amigos, por lo que fue algo totalmente innovador y sorprendente en la franquicia.
Hablando del competitivo, el mismo se volvió más accesible que nunca. Ahora todos podían ingresar al mismo, porque se volvió más fácil y viable el entrenamiento de los Pokémon, y ya no hace falta volvernos loco rezando que una cría tenga tal naturaleza o tal habilidad, porque la misma ahora es modificable. Eso fue un alivio y un toque de frescura al competitivo, ya que se sumaron jugadores de todo el mundo que antes no tenían el tiempo de dedicar meses para obtener un Pokémon en condiciones de competir.
Por otra parte, The Pokémon Company volvió a apostar acertadamente en las formas regionales, dando nueva vida a criaturas que estaban quedando en el olvido, dejando entrever que esto es una innovación que llegó desde Alola para quedarse (a diferencia del recorrido insular y el movimiento Z, ausentes en esta entrega, como también pasó con las megaevoluciones).
¡Ah, casi que lo olvido! Galar está inspirada en Gran Bretaña. El segundo juego ocurrido en Europa, y uno de los que mejor retrata la región. No solo eso, sino que es la primer entrega en incorporar un Área silvestre, una enorme zona en el juego que funciona como una especie de mundo abierto, en la que los entrenadores pueden deambular por todos lados junto a las criaturas que habitan a su alrededor libremente, y para acompañar mejor esta sensación de libertad se incorporó la posibilidad de mover la cámara con el stick. Es loco pensar que hasta 2019 no teníamos esa pobilidad a nuestro alcance.
Como podrán ver, la octava generación ofreció muchísimo, pero todo se perdió por una polémica producto de la codicia de sus creadores. Seguramente el tiempo nos haga volver a esta infravalorada región para re-disfrutarla, ya ajenos al manto de la polémica, y sepamos apreciar las perlitas que se nos escaparon en el camino, porque aún con sus defectos Galar es hermoso.
Pokémon GO: La gran revolución
He aquí la gran revolución de la franquicia, la cual recayó en manos de Niantic. El mundo entero fue sacudido por la presentación de TPC en la que se reveló que la compañía estaba trabajando en un enorme proyecto, el cual consistía en llevar a las criaturas de bolsillo a la vida real a través de la Realidad Aumentada.
Este proyecto, llamado Pokémon GO, supo ser furor, y aunque su fama fue efímera, dejó establecida una enorme base de jugadores que al día de hoy son fieles seguidores. De hecho, trajo muchos usuarios que poco y nada tenían que ver con los videojuegos Pokémon. Algunos llegaron curiosos por experimentar el fenómeno de masas, y otros seducidos por la nostalgia que les producía tener en sus celulares a los monstruos que alguna vez disfrutaron en la televisión gracias al animé.
No quiero caer en la tentación de hablar mucho de Pokémon GO, porque no es un juego desarrollado por TPC ni Gamefreak ni Nintendo, aunque haya una colaboración con los mismos, sino que su producción, desarrollo y mantenimiento fue tercerizado a Niantic, que pese a las quejas y a que muchas veces se la acusa de codiciosa, hay que admitirlo que ha hecho un gran trabajo y ha creado un juego que nos ha volado la cabeza.
Esta entrega se disfruta a través de dispositivos móviles, y lo más revolucionario es que no ocurre en ninguna consola, sino que transcurre en la vida real, en nuestra cotidianeidad, ya que a través de la realidad virtual nos hace creer que los Pokémon están en nuestro territorio interactuando con nosotros. El sueño de muchos: que el universo Pokémon sea real. Esto es lo más tangible que hemos tenido.
Pokémon GO fue el mayor intento de darle realismo a la saga. Atrajo jugadores de todos los palos, fanáticos o no de las criaturas de bolsillo. Trajo incluso usuarios ajenos al universo videojueguil. Algunos se quedaron, la mayoría no. Pero supo ponerse en el foco de la escena, ser protagonista de todos los foros de discusión y convertirse en uno de los juegos más reconocidos de la historia. Y eso que la propuesta es simple: atrapar criaturas en nuestro barrio, combatir con otro entrenadores, copar gimnasios y cumplir algunos desafíos. Básicamente, atraparlos a todos y ser el mejor, pero en la vida real.
El tan pedido salto de calidad está por llegar
Pokémon está celebrando desde febrero su 25° aniversario. Que iba a haber remakes de Sinnoh, eso caía por decantación. Todos lo esperábamos y casi que no fue sorpresa alguna su anuncio. Pero, en el mismo Pokémon Presents, una fenomenal sorpresa: TPC y Gamefreak tenían guardados para nosotros un juego que rompía todos los esquemas a los que estábamos acostumbrados, y ese videojuego recibiría el nombre de Pokémon: Leyendas Arceus.
Esta nueva entrega está situada en la antigua Sinnoh, anteriormente conocida como Hisui, y allí tendremos que ir a ver qué está ocurriendo con las criaturas de la zona, mientras hacemos los primeros registros históricos de los Pokémon y vamos entablando los primeros contacto con ellos.
Por lo que hemos podido ver, el juego tendrá una libertad delimitada para los jugadores. Más que un Breath of the Wild, como se especuló en un principio, adoptará la lógica de Monster Hunter World: por lo visto, tendremos un campamento desde el cual haremos nuestras operaciones, y desde allí saldremos disparados hacia determinada zona para cumplir el objetivo que se nos encomiende.
El juego rompe con muchos algoritmos que habíamos presenciado hasta la fecha. Por ejemplo, ahora los Pokémon salvajes pueden atacar a nuestro protagonista, y el mismo puede caer desmayado, lo que supone un tinte de realismo necesario en las entregas. Los combates tendrán nuevas variantes, además de nuevas perspectivas y momentos en los que serán más dinámicos, ya que esquivaremos ataques con nuestro personaje, como si de cualquier plataformero se tratase.
Siguiendo con los conceptos de entregas anteriores, vuelven las formas regionales y hay evoluciones para criaturas que anteriormente no conocían nuevos estadíos, además de evoluciones paralelas para otros.
Todavía no se sabe qué papel desempeñará el mítico Arceus, ni qué tanto aportará a la mitología de la franquicia este juego, pero sea como sea, sabemos que solo por su nombre podemos deducir que tendrá una identidad propia y que le dará muchísimo contenido al lore de Pokémon.
Tanto gráficamente hablando, como por las mecánicas hasta la fecha enseñadas, Leyendas: Arceus representa un salto de calidad gigantezco, ya que por primera vez la saga se revoluciona por completo y ofrece una jugabilidad mucho más versátil y totalmente nueva.
La primera demostración dejó un sabor agridulce en la comunidad. Aunque el juego mostraba una jugabilidad completamente innovadora, resultando una gratísima sorpresa, pronto salieron a la luz detalles gráficos que pusieron en duda la calidad del mismo y despertaron viejos fantasmas, ya que otra vez salió a la luz el miedo de que se reciclen animaciones o que no haya detrás el trabajo que un juego de tal envergadura reviste. Pero, con el paulatino paso de los meses, hemos recibido actualizaciones del progreso de su desarrollo y en las mismas pueden observarse notables mejoras y un montón de correcciones que eran motivo de preocupación. Aunque preocupa lo temprana de su fecha de salida (inicio de 2022), porque existe siempre el temor de que el juego se haga a las apuradas y mal, los últimos tráiler borran todo atisbo de duda respecto al grado de desarrollo del mismo.
Habíamos dicho que Alola fue el juego más transgresor de la saga, y eso acabará con la salida de esta entrega. Eso sí, fiel a lo arriesgado que resultó Alola, han tomado de dicha región una idea que claramente llegó para quedarse, pero que ahora han logrado llevar a un escalón más pretencioso: el de las monturas. Ahora las monturas nos permiten explorar enormes paisajes e interactuar desde las mismas con los Pokémon, moviéndonos por un enorme mapa que aparenta ser un mundo abierto, y que abre nuestro abanico de posibilidades de una forma formidable, de una manera que no habíamos visto en ninguna entrega anterior.
Si estamos ante el gran juego de Pokémon, o ante un juego hateado por los fans, eso no lo sabemos. Pero si nos dan unos meses tendremos las respuestas, porque a fines de enero, podremos tener en nuestras manos Legends: Arceus, y sabremos que tanto ha de arriesgarse TPC con esta entrega. Sea como sea, se celebra la propuesta, ya que significa que Pokémon ha escuchado a sus fans, y así como con Pokémon Go rompió todo lo que hasta ese momento era convencional y previsible, la llegada de la aventura transcurrida en Hisui tiene pinta de que estamos viviendo una nueva revolución en la saga, y esperamos ansiosamente que esté a la altura de la historia de una de las franquicias más exitosas de todos los tiempos.
Cuando se podía atrapar a todos y había pokédex nacional