Todos hemos soñado alguna vez con volar, elevaremos ese deseo a construir un reino flotante. Esto es Airborne Kingdom, un juego de estrategia y simulación en tiempo real en el que tendremos que gestionar una gran ciudadela voladora. El juego de The Wandering Band se estrenó el pasado año en PC, ahora ha llegado a consolas y por eso mismo os traemos nuestro análisis. Os contamos que nos ha parecido esta curiosa experiencia.
Gestión sobre una ciudadela voladora
La gestión y simulación de una ciudad y sus recursos suena a algo muy simple, quizás algo a lo que hace falta dar una vuelta. Hay muchos simuladores similares, así de igual forma que Frostpunk añade el extra de la temperatura y es algo a tener muy en cuenta, prácticamente la base del juego. En este caso los motores de elevación y propulsión serán los que nos darán vida. Para que nuestra gran ciudadela no caiga. Eso es Airborne Kingdom, construir viviendas, industria y comercio aprovechando solo unos pocos recursos del suelo. En todo momento la ciudad estará volando, y dependiendo del peso se moverá más rápido o más lento.
Y hay mucho más, pues no podemos dejar tampoco que haya mucha inclinación, por obvias razones. Ya sea porque volcamos o porque perdemos elevación se podría terminar la partida, así que además de la comida, el agua y el combustible habrá que atender a más características.
Para recoger recursos mandaremos aviones con obreros, desde nuestra propia ciudadela. Esos obreros son parte de la población, que irá sumando poco a poco. Depende de la cantidad de gente que encontremos por el mapa. Esta población usará la industria o en la academia para investigar nueva maquinaria y mejoras. Usarán la madera, vidrio, arcilla y demás para así hacer más viviendas, almacenes, rotores, remos y muchas cosas más. Incluso podremos hacer monumentos, digamos que las posibilidades son abrumadoras.
Soy realmente un fan de los juegos de gestión y construcción de ciudades. Está claro que es difícil hacer un buen sistema, y equilibrado. En este caso el desafío no es muy grande. Pues realmente mientras nos movamos iremos recogiendo recursos, es difícil que gastemos tanto tan rápidamente. Lo bueno es la originalidad, podemos no tener una experiencia extremadamente compleja, pero si divertida. Además estas partidas no son las clásicas que podremos tener en Cities Skylines. El juego nos lo podemos pasar en menos de 10 horas. Y esto es lo curioso, pues tenemos bastante historia detrás.
La historia detrás de Airborne Kingdom
Parece ser que hace años había un gran reino en los cielos, conocido en todo el mundo. Mantuvo alianzas con todos los reinos conocidos y portaba con conocimientos antiguos de lo más interesantes. Eso quedó atrás. En un tiempo antiguo, ahora somos nosotros los encargados de recrear ese sueño. Nuestro objetivo será el de aliarnos con todos los reinos y hacernos conocer por todo el mundo. Para volver a alcanzar la utopía tecnológica de antaño y convertirnos en la mayor ciudad voladora.
Contamos para ello con la ayuda de un mapa, un registro de misiones y otro de alianzas. Para ver siempre nuestro progreso. Podremos interactuar con cada reino, para hacer su línea de misiones y así aliarnos con ellos. Además de acceder a su tienda e intercambiar recursos o comprar nuevas tecnologías, para después investigarlas. Por desgracia aceptan reliquias como pago. Una moneda cara de conseguir. En este caso Airborne Kingdom premia y mucho la exploración del mapa.
En este punto me gustaría introducir más su apartado gráfico. Algo no muy remarcable en juegos del género. Pues la mayoría cumplen con unos mínimos y poco más. En lo que se refiere al mundo que nos rodea lo sentiremos así. Pero en la gran ciudadela que montemos cambia la cosa. Ver volar algo tan grande y sentir en el mismo gameplay lo que cuesta moverlo, o simplemente ver las hélices y el funcionamiento de una ciudad aérea resulta impresionante. El trabajo aquí es sobresaliente, aunque destaca mucho en contraste la simplicidad del mundo. Hay que decir que aún con eso se las han arreglado para crear un entorno low poly de lo más peculiar.
Nos podemos poner tiquismiquis incluso con el diseño de nuestra ciudad. Podemos aplicar diseños a edificios o al núcleo central. Esto implica por ejemplo decorarlo todo con morado y rojo, a nuestro gusto. Un pequeño extra que se agradece. Toda clase de pinturas y diseños para nuestra ciudad los encontraremos alrededor del mapa, en asentamientos o como recompensas.
Conclusión
Llegamos al final del camino y lo único que poco puedo remarcar sobre este reino en los cielos es su apartado sonoro. Por desgracia nada destacable, pero suficiente. Nosotros lo hemos jugado en PS4, por eso lo analizamos ahora, tras su salida en consolas. Estos géneros son más consumidos en PC, pero de igual manera rinde perfectamente en la consola de Sony. Incluso la interfaz es más que suficiente para el tipo de juego que es y la cantidad de menús que encontraremos.
Airborne Kingdom es una grata sorpresa, con varias horas de entretenimiento y un muy buen sistema de gestión. Desde luego un juego perfecto si estáis cansados de la comodidad de un city builder clásico. Una experiencia algo más cómoda si sois usuarios del PC. Probablemente con una historia que no os quitará el sueño ni propondrá nada nuevo con muchas de sus mecánicas. Pero no hemos venido por la innovación ni la excelencia gráfica, así que nos quedaremos con la diversión y el gusto por la exploración.
Hemos realizado este análisis en PlayStation 4 con un código proporcionado por Freedom Games.