Con un arte adorable, algo infantil quizás en sus diseños, Bio-Interstellar ARK (B.ARK) nos ladra para advertirnos que esto se va a desmadrar: este shoot ‘em up atrapa por lo frenética que es su jugabilidad y la adrenalina que genera en nosotros ante cada disparo que esquivamos, a veces fruto de nuestra habilidad, y otras veces producto de nuestro último atisbo de lucidez que mantiene nuestros reflejos a flote. Como en casi todos los shooters espaciales, nos podremos desplazar de arriba a abajo y de izquierda a derecha… y viceversa, claro está. Pero no importa en cuantas direcciones podamos movernos, lo que torna adictivo a este juego es que llega un momento que ya ni sabemos de donde vienen tantos disparos.
Esta aventura de Tic Toc Games nos pone en la piel de cuatro mascotas decididos a salvar a los humanos: Barker, un perro; Lucio, un oso; Felicity, una gata; y Marv, un conejo. «¿Salvarlos de qué?» seguramente se preguntarán. Y es que, para ponerlos en contexto, debo contarles que las malvadas fuerzas acuáticas y cibernéticas comandadas por Dark Tide amenazan con destruir la Tierra y a toda la galaxia en su conjunto, por lo que deberemos emprender un viaje a los distintos planetas de la vía láctea para frenar las ambiciones de este pez que, a fin de cuentas, viene a solucionar a su manera una problemática que es un riesgo real y a veces ignorado: el del calentamiento global y el daño que le estamos haciendo a la naturaleza. Siendo este un mensaje que puede dar fruto a una gran historia, es una lástima que no hayan profundizado la misma, más teniendo en cuenta lo cautivante que es la primera cinemática, la cual nos motiva, desde el poder de la emoción, a subir a nuestra nave y salvar al universo. Aunque, vale decir, en los niveles podremos desbloquear escenas ocultas que son memorias de los principales personajes del juego, las cuales gozan de un estilo artístico precioso y es una buena forma de incentivarnos a buscar bien en todos los rincones de los distintos escenarios. Pero, más allá de esa buena idea, la historia se pierde en diálogos insulsos y poco atrapantes que transforman a misma en algo anecdótico, y todo el juego se centra en su acción, lo cual, para ser lo más justos posibles, es lo verdaderamente importante en los shoot ‘em up y es algo que B.ARK hace excelente.
Cada uno de nuestros simpáticos animales tendrá sus propios poderes y habilidades, ya sea cargar un súper rayo más poderoso, enviar disparos teledirigidos o ralentizar el tiempo, por mencionar un par de ejemplos. Y seguramente todos terminemos eligiendo al personaje que nos parece más carismático, pero si queremos prosperar en nuestra misión sin pasar sobresaltos vamos a tener que elegir bien entre nuestras opciones, porque enemigos hay y de sobra. Y hablando de los enemigos, los mismos son fuerzas acuáticas robóticas (cangrejos, peces, tiburones, etcétera) que ostentan un diseño fabuloso, y han sabido crear bosses a la altura del juego.
Pero lo más interesante de este videojuego es, sin duda, su modo cooperativo. Hasta cuatro usuarios podrán disfrutar de la partida. En primer lugar probé este juego en solitario, y la experiencia ha sido satisfactoria. Pero luego, en post de analizar su modo multijugador, le pedí a un segundo jugador que se uniera. Y lo que era un momentum de prestar atención a la mayor cantidad de detalles para plasmar en este análisis, se transformó en un desafío en pareja sumamente disfrutable. Sus desarrolladores han encontrado la manera de hacer que B.ARK explote al máximo el modo cooperativo, obligando a los jugadores a trazar estrategias, optimizar recursos y auxiliarse mutuamente para superar el asedio y vencer a los enemigos.
Hablando de su modo multijugador, B.ARK tiene elementos de los clásicos de arcade, como la posibilidad de ponerle nuestro nombre al perfil y ver grabado el mismo al finalizar la partida y alcanzar la máxima puntuación (en realidad, solo podemos poner tres letras, como en las antiguas máquinas), lo que nos hará competir con nuestro aliado por ver quién bate más récords y quién termina cada nivel con mayor sumatoria de puntos. Es una lástima que no hayan extendido el multijugador al online, no quizás a la hora de traer el cooperativo online (entendemos que es un proyecto ambicioso por demás), sino a la hora de establecer un tablero mundial de puntuaciones para hacernos competir con los distintos usuarios de todo el mundo en pos de alcanzar el mejor registro.
Su dificultad es uno de sus puntos más fuertes. Si bien son solo seis niveles, la curva de dificultad se siente aplicada a la perfección, rara vez uno siente que es injusta aunque nos obligue a estar atentos y a no bajar la guardia en ningún momento. Cada escenario tiene dos semi-jefes y un jefe final, y entre uno y otro habrá un checkpoint que permitirá experimentar un breve relajo entre tanta acción. Al elegir introducir dos mini-bosses por nivel, han logrado acertar a la hora de buscar el momento de guardado ideal para no afectar la jugabilidad. Tras perder una vida, retroceder al instante de haber vencido el último semi-jefe se siente como un castigo bastante justo y atinado. Estoy hablando en dificultad normal, claro. Porque también podemos jugar en difícil, y allí estaremos más obligados que nunca a manejar los recursos a nuestro alcance de la mejor manera, con menos barra de salud; y también está la dificultad insano, que ya su nombre mismo menciona que no es sano jugar en esa dificultad y no hay análisis que valga.
Por lo general, suelo criticar los juegos que se tornan excesivamente cortos. Y aunque no me ha gustado que B.ARK disponga tan solo de seis niveles (y un nivel extra que consiste en una seguidilla de jefes), debo admitir que es un número que termina siendo lógico si se tiene en cuenta que bramaremos de alivio al finalizar cada escenario, porque hay combates que se vuelven tan desafiantes que terminaremos rezándole a Dioses de religiones que ni siquiera conocemos para que nos amparen y nos ayuden a no cometer el más mínimo error.
Como dije anteriormente, cada nivel consta de dos semi-jefes y un jefe final, y aunque estamos hablando de niveles que duran aproximadamente veinte minutos, la duración se extiende cuando, llegando a determinadas partes, moriremos una y otra vez y estaremos obligados a retroceder al último punto de guardado. En situaciones normales, estamos hablando de un juego que dura tres horas, cuatro si nos trabamos en algún nivel. Luego, el siguiente objetivo tras ver la pantalla de créditos es ganar todo el juego en difícil para desbloquear la dificultad insano. Y aquí estamos, intentando superar al día de la fecha esa última dificultad para ver que secreto por delante esconde el juego. Debe haber algún premio dando vueltas por el espacio… ¿No?
El género de los shoot ‘em up se ha convertido en uno de los más sobreexplotados en los últimos años, con un montón de estudios lanzándose a la aventura de introducirse en el arte de la creación de videojuegos y perdiéndose, lastimosamente, entre el montón del catálogo. Y posiblemente a B.ARK le ocurra eso, pero creo que los usuarios deberían darle una oportunidad, porque es apto para todas las edades, y es perfecto si se busca un juego desafiante para superar en familia o con amigos. Y, sobre todo, es ideal para los amantes de los clásicos de arcade, ya que se aferra a la jugabilidad de aquellos juegos retro, pero con un arte que destila modernidad.
En conclusión, B.ARK es un shooter espacial ideal para disfrutar en modo cooperativo, con una dificultad que lo torna en una propuesta interesante, diseños más que agradables y mucha acción por delante.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código proporcionado por Tic Toc Games.