Mario kart World es la tan esperada nueva entrega de la mítica saga de carreras de Nintendo en la que los personajes de Super Mario se montan en sus coches, motos y todo tipo de automóviles (ahora más que nunca) para luchar por el oro en alocadas carreras.

A pesar de su polémico precio, las ventas de este videojuego han sido más que exitosas. Y no es de extrañar: si bien es cierto que el precio puede ser algo problemático, no deja de ser un juego que, si atendemos a cuestiones de diseño, forma, sin duda, parte de Super Mario, y esto es sinónimo de calidad. Por cierto, ¿has visto que Switch 2 ha hecho un record en ventas?
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LO que dejamos atrás en Mario Kart World
Mario Kart 8 Deluxe fue un juego excelente. Tanto que podía generar cierto vértigo hacer la siguiente entrega. ¿Cómo era posible mejorar una fórmula que, a priori, parece perfecta?
Fácil (sobre el papel): Coge aquello que lo hace grande, dale un girito y mejóralo, haciendo que todo vaya en la misma dirección: el dinamismo, el gamefeel. Es por ello que han decidido abrazar las sensaciones del derrape y ampliarlas en las barandillas.

Además, en pos de una carrera mucho más dinámica, se eliminan las ruedas electromagnéticas que nos mantenían agarrados a paredes y techos para hacernos ir por las paredes durante escasos segundos a menos que saltemos a otra pared, una barandilla o hagamos algún truco que nos redirija a la pared.
Nuevo título, nuevas mecánicas
Como ya hemos dicho, el derrape se ha ampliado, haciendo que ahora podamos no solo derrapar, sino dar saltos o subir a barandillas para driftear y ganar velocidad. Esto nos permite ir algo más deprisa y, sobre todo, poder saltar de nuevo hacia otra barandilla o el sueño, ganando velocidad, o… hacia las paredes.

Las paredes otorgan una nueva dimensión a Mario kart World. Estas hacen que podamos tomar atajos antes imposibles, ver un diseño de niveles mucho más tridimensional e incluso salvar alguna caída si lo hacemos bien. Ahora las trazadas están llenas de trucos. El hecho de que tengamos que, constantemente, saltar, recolocarnos, decidir si subir a la barandilla, bajar al suelo o ir a otra pared, hace que estemos constantemente alerta.
Respecto al diseño de niveles de Mario Kart World, diría que se basa en dos claves: En primer lugar tenemos una tridimensionalidad real. Si bien antes las ruedas se transformaban en aerodeslizadores y nos hacían poder sentir una tridimensionalidad finjida, no era más que un papel curvo, una bidimensionalidad rizada que nos hacía creer que había volumen (y conseguía que lo creyéramos, sin duda). En Mario Kart World podemos ver una tridimensionalidad mucho más marcada por la verticalidad mucho más presente en este título.

Por otro lado, estos niveles presentan una apertura que, si bien es mucho mayor, a la vez está mucho mejor estructurada y señalada que aquellas zonas más abiertas que había en Mario Kart 8 Deluxe, generando una experiencia con mayor libertad sin caer en la insatisfacción de sentirnos perdidos durante una carrera.
Además tenemos el Modo Supervivencia, en el que se irán eliminando corredores conforme ciertos jugadores lleguen a algunos puntos concretos del gran recorrido de seis pistas. Aunque pueda parecer un Grand Prix sin pausas, os aseguro que solo significa una cosa: más velocidad, más dinamismo, más gritar a tus amigos (con cariño, de verdad).
El título más libre
Esta entrega cuenta con un modo libre que sirve de contrapunto: simplemente viajar, parar en algún puesto de comida rápida para conseguir alguna skin o repasar las pistas que nos apetezcan, además de completar misiones secundarias, conseguir baldosas o monedas de Peach, los coleccionables de este videojuego.

Sea como sea, Mario Kart World me hace preguntarme aquello que me pregunté con su anterior entrega, aquello que me pregunté con Super Mario Wonder, con Smash Bros o con The Legend of Zelda y cada una de sus entregas: ¿Qué será lo próximo? ¿Cómo van a superarse? ¿Es este el Mario Kart definitivo?
Y estas preguntas nacen, simple y llanamente, de la excelencia.