El género roguelike es uno de los que más ha experimentado durante los últimos años, trayéndonos experiencias completamente diversas y tanteando hibridaciones cuanto menos curiosas. El caso del que os venimos a hablar hoy, es precisamente una mezcla con la creación de mazos de cartas de lo más peculiar.
Sheol Inferno es un título desarrollado por Gamez Studio que nos pone en una tesitura bastante complicada: viajar a través de los distintos círculos del infierno. ¿Cómo? Sencillo, deberemos usar nuestra baraja de confianza. Y aquí entra algo que la verdad hasta nos ha emocionado:¡Puedes elegir entre la baraja de póker y la española! Se podría decir que pintan bastos…
Antes de pasar a contaros nuestra experiencia, os dejamos con su teaser tráiler:
Contenido
Atraviesa los círculos
Basándose en la Divina Comedia de Dante, el jugador acompaña a Dante a través de los nueve círculos del infierno (nueve distintos niveles por run) con el fin de vencer a cada uno de los guardianes… ¡A través de las cartas!
Cada partida dura más o menos unos 20 minutos (a veces más, dependiendo de cómo se nos complique el asunto). El objetivo es bastante sencillo, el oponente sacará una serie de «cantos», que vendrán con una serie de condiciones que cumpliremos como jugadores. Por ejemplo: «logra que todas las cartas sobre la mesa sean pares». Una vez completamos un canto, se reducirá el contador del enemigo y deberemos seguir completándolos con el fin de vencer en el enfrentamiento.
La mecánica en sí, es bastante sencilla, aunque hay que decir que tenemos varias formas de perder. La primera de ellas es quedarnos sin cartas en la baraja (afortunadamente tendremos formas de recuperar cartas de nuestra pila de descartes) y, la segunda, quizás sea la que menos nos ha gustado de este título: quedarnos sin movimiento. Sólo podremos jugar cartas sobre otras del mismo palo o con el mismo número, lo que hace que a veces el factor suerte al robar de la baraja… ¡Decida que podemos perder incluso sin llegar a jugar!
Cada uno de los enemigos contra los que nos enfrentamos, tendrá un efecto (conocido como «penitencia»), que van desde la congelación de cartas de nuestra mano, hasta la reubicación de cartas a lo largo de la mesa y otra serie de impedimentos que nos harán de nuestra partida todo un infierno (y nunca mejor dicho).


Una progresión escasa
Hablar de un roguelike siempre suele tener implícito una progresión entre partidas que faciliten el progreso del jugador y, en cierto modo, eviten una posible frustración ante las barreras que se pueda topar. Sin embargo, en Sheol Inferno esta posibilidad es bastante reducida. La progresión se realiza únicamente entre círculos a través de la tienda, desde la que podremos comprar distintas mejoras como «reliquias» y sobres de cartas, que traerán distintos comodines. Además, en la sección de estadística podemos obtener algunas mejoras permanentes con el oro ganado en partida.
Esta mejoría se siente un tanto insuficiente, pues como os comentábamos antes, también puedes perder por pura suerte, al fin y al cabo esto es un juego de cartas y las probabilidades siempre están ahí. Quizás es por este motivo por el que más lo echamos en falta, ya que perder sin tener siquiera posibilidades, puede resultar más frustrante que pegarse contra un mismo jefe 50 veces sin apreciar siquiera una mejora.
Por otro lado, el juego sí que cuenta con desbloqueables que obtenemos a lo largo de nuestras partidas, que son una serie de textos o cantos que podemos ver escritos en latín desde el menú de inicio. Por si esto no fuera suficiente aliciente para seguir descendiendo el inframundo, siempre puedes pensar en que si quieres desbloquear el primer infierno, deberás completar el anterior (niveles de dificultad, como los pozos de otros juegos como Balatro).


Lo mejor sin lugar a dudas…
Es su arte. El apartado visual con un claro juego de luces y sombras y esa importancia de los tonos dorados está cuanto menos marcada. Parece un título sacado completamente de otra época pero con ciertos elementos completamente contemporáneos que nos ha dejado maravillados. Además. el estilo de las cartas que parece hecho a mano… ¡Es toda una delicia!
La música sí que también juega un papel importante, pues a través de un juego de cartas transportarnos a los infiernos, es algo bastante complicado, por lo que aquí casi que podríamos hablar de la música como un papel incluso narrativo o que genera espacios gracias a esas sonoridades tan grandiosas con una predominancia de sonidos completamente disonantes y que no sabemos su procedencia (además de las campanadas que van sonando).

Conclusiones de Sheol Inferno
Sheol Inferno nos ha encantado por su apartado artístico, pero es cierto que, desde ErreKGamer echamos en falta aspectos como la posibilidad de mejorar más nuestros mazos entre partidas, o la existencia de un mayor número de niveles. Además, creemos que la existencia de un porcentaje de perder «por falta de movimientos» que se puede dar incluso desde la «primera mano», nos ha resultado cuanto menos frustrante.
Este título puede resultar una opción muy atractiva para los amantes de los deckbuilding-roguelike, pues hemos de decir que además de desafiante, resulta bastante entretenido.
Este análisis se ha realizado con una clave para PC proporcionada por GAMEZ STUDIO
Sheol Inferno

✅ Lo Bueno: • Un apartado artístico excelente • Mecánicas de cantos • Ingeniosa forma de "rompernos la cabeza" ❌ Lo Malo: • Ausencia de mejoras entre partidas • Perder directamente por mala suerte al no haber movimientos
6.75