He tenido la oportunidad de probar y jugar largo y tendido a Tribe – Primitive Builder, desarrollado por Space Boat Studios y lanzado el pasado 12 de octubre de 2023. Este juego del género survival (y bastante indie en muchos sentidos) nos trae una jugabilidad sencilla y fácil de entender que nos permite un acercamiento inicial al género de supervivencia sin demasiados complejos.
En Tribe – Primitive Builder encarnaremos al constructor de una tribu que ha sido exiliado a una isla, junto a otros miembros que también fueron exiliados. Dependerá de cada uno de nosotros el unir las tribus y reconstruir cada aldea, y finalmente, crear un gran altar para tranquilizar a los dioses.
Con esta premisa, toca ponerse manos a la obra, recoger recursos y adaptarnos al entorno para sobrevivir. Por supuesto, Tribe – Primitive Builder incluye cazar, recolectar, talar, picar y mucho, mucho más. Dedicaremos una gran cantidad de tiempo inicial recolectando recursos hasta que podamos automatizarlo.
Contenido
Empezando en taparrabos, literalmente
Como en la mayoría de juegos de supervivencia, Tribe – Primitive Builder empieza dejándonos literalmente con nuestra mascara (ninguno de los miembros tiene la cara visible, solo una mascara tribal) y un taparrabos. Lo bueno es que el anciano de la primera aldea nos irá guiando paso a paso (y a modo de tutorial) para entender no solo el funcionamiento del juego y sus mecánicas, sino para entender como avanzar en el mismo.
Lo primero a tener en cuenta en Tribe son los tres medidores de supervivencia (además de la salud, claro) que tendremos abajo a la izquierda en la interfaz. Estos son: hambre, sed y cansancio. Cada uno de ellos decrece según realizamos actividades (y con el tiempo, pero a un ritmo menor). ¿Quieres crear un hacha o cocinar pescado? Pues más te vale tener una buena reserva en cada uno de los medidores, al menos en el inicio.
Con el tiempo, podremos ir mejorando nuestro personaje mediante la clásica y confiable repetición de tareas de un mismo tipo: si talamos, iremos mejorando nuestro nivel de tala, y esto es aplicable al resto de habilidades para mejorar.
Construcción: el corazón de la jugabilidad en Tribe – Primitive Builder
Es cierto que la pista quizás se encuentra en el propio título del juego, «constructor primitivo». A diferencia de otros juegos de supervivencia donde podremos construir de una forma modular y libre nuestros edificios a gusto del consumidor, Tribe no se complica en ese sentido, dejándonos los planos de los edificios que queremos construir, desde chozas para que nuestros aldeanos duerman, hasta edificios de producción concreta como los taladores de madera o la choza de pesca.
Si bien el inicio va un poco guiado en cuanto a qué construir, y que la mayoría de edificios están bloqueados tras un árbol de investigación encubierto en una serie de rituales, tras cierto punto tendremos libertad en el orden que ir desbloqueando, probando así un poco nuestro propio camino.
Eso sí, a la hora de construir tendremos que estar preparados para deforestar varias hectáreas de bosque y destruir todo bambú que se cruce en nuestro camino, y esto nos llevará un buen rato en cada ocasión hasta que tengamos montadas las cadenas de construcción y montaje necesarias para que nuestros aldeanos trabajen y recolecten por nosotros.
Lo bueno de los recursos es que no tardan mucho en reaparecer, normalmente de un día para otro al descansar, o en varios ciclos de descanso podremos ver como todas las plantas, arboles talados o incluso las piedras han vuelto a aparecer en el mismo punto. No tendremos problemas de quedarnos sin recursos en cada zona.
Nuestras habilidades y aldeanos en Tribe
Mediante la ardua tarea de repetir acciones como talar o recoger objetos con la mano, iremos subiendo nuestras habilidades. En lo personal, creo que no está del todo bien explotada la mecánica, por un lado porque no nos indica realmente cuanto cambia subir tala o recolección, más allá de que reduce el consumo de energía y la posibilidad de obtener más objetos, y por otro porque realmente eso es lo único que da. No se desbloquea nada especial al llegar a cierto nivel o no vemos ciertas «metas» que nos haga querer llegar a ese punto para conseguirlo.
En cuanto a los aldeanos, podemos usarlos en las distintas construcciones para ir recolectando pasivamente recursos. Lo bueno que tiene Tribe, es que posee un sistema de almacenes y cargadores de materiales que permite ir interconectando los distintos puntos de creación, y posteriormente, las propias aldeas.
Esto último es vital, ya que no todos los recursos están presentes en todos los biomas o zonas del mapa (está dividida en cuatro zona distintas y tendremos que construir unos puentes gigantescos para conectar dichas zonas). Y seguiremos necesitando fibra vegetal o bambú aunque estemos construyendo en la zona volcánica, por ejemplo.
Nuestro peor enemigo en todo esto será el espacio que podamos usar para construir los edificios, que a veces por las irregularidades del terreno se torna algo más difícil de lo que podría gustarnos. Por suerte no parece haber ningún tipo de limitación sobre la distancia entre cada propia aldea ni entre sus edificios, es más puramente estético y por comodidad.
Conclusiones
Con Tribe estamos ante uno de esos casos donde se demuestra que a veces la sencillez y la simpleza es la forma de salir con éxito de un género sobreexplotado. Una buena forma de adentrarse en la supervivencia sin estar completamente enterrados en la carrera constante por sobrevivir como pasa en juegos como 7 Days to Die o el componente pvp como Rust o Ark.
Gráficos sencillos y una banda sonora escueta pero para nada desagradable nos acompañaran durante la partida, sin ser un problema pero tampoco algo digno de recordar. Aún así, Tribe es una recomendación sencilla para primerizos que seguramente les deje con un buen sabor de boca y ganas de probar más juegos del género.
Si queréis saber más de otros juegos de supervivencia, os dejo con el análisis de Enshrouded, otro de los grandes lanzamientos de este año.
Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Polyslash