Análisis: Call of Duty Black Ops 7

Análisis: Call of Duty Black Ops 7

Call of Duty Black Ops 7 es la nueva entrega anual de la archiconocida saga Call of Duty. En este caso, seguimos con la tendencia de los reboot de Modern Warfare 2 y Modern Warfare 3, ambos desarrollados en años consecutivos por Infinity Ward, para dejar paso ahora a dos títulos seguidos de la mano de Treyarch: el pasado Black Ops 6, y el recién lanzado Black Ops 7.

De esta manera, y más aún teniendo en cuenta que es el último juego que utilizará el motor actual y que estará disponible para la pasada generación (PlayStation 4 y Xbox One), se trata de una entrega que, para bien y para mal, es bastante continuista respecto a su predecesor. Este Black Ops 7 rescata la idea del afamado Black Ops 2 de un futuro próximo, 2035, donde existen aparatos relativamente futuristas que utilizaremos a nuestro favor en el combate armado.

Los modos de juego de Black Ops 7

Campaña

El modo campaña de Black Ops 7 ha sido, sin duda, el centro de toda conversación alrededor del título desde su lanzamiento. Y es que han pasado ya casi dos décadas desde Modern Warfare y Modern Warfare 2, dos de los juegos de la saga que más han destacado a nivel narrativo dentro de su modo historia. En el pasado reciente, Call of Duty ha virado hacia otros públicos y reconducido su enfoque, hasta el punto de que títulos como Black Ops 4, también desarrollado por Treyarch, fue lanzado sustituyendo el modo campaña por Blackout, el battle royale que más tarde evolucionaría hacia Warzone.

Dicho esto, es innegable que el modo campaña de este juego es, sin lugar a dudas, su punto más flojo. Respecto al apartado jugable, se trata simplemente de misiones con objetivos sencillos (avanzar, defender, llegar hasta un objetivo…) y con escenarios que, si bien son bastante espectaculares, el título no sabe sacarles demasiado partido a la hora de jugar en ellos.

Análisis: Call of Duty Black Ops 7

Además, incluye un sistema de progresión a través de las once misiones de la campaña que se siente muy poco satisfactoria. Por un lado tenemos las habilidades de movimiento, que van desde cosas más simples como un salto con exoesqueleto o un gancho, hasta un teletransporte a corta distancia. Estas habilidades son divertidas de usar, pero aportan poca o nula profundidad al combate.

Asimismo, se mantiene la mecánica de rareza de armas, presente también en otros modos, y una habilidad definitiva que cargar, pero que acabamos usando en momentos muy puntuales. Y es que la dificultad en este modo historia queda contaminada por la novedad de la Campaña Cooperativa, que nos permite jugar toda la trama en grupos de hasta cuatro jugadores, pero que el juego no rebalancea al jugar en solitario, dando pie a situaciones frustrantes donde, claramente, no se han ajustado respecto a las personas que estén en la partida.

Análisis: Call of Duty Black Ops 7

Argumentalmente, la historia es muy superficial y anecdótica. En un intento con volver a conectar con sus antiguos jugadores, rescata a antiguos personajes como Woods o Menendez, pero que no dejan de ser una sombra de lo que un día fueron y que, por tanto, acaban empañando su memoria en lugar de revitalizarla.

Por otro lado, la adición de componentes sobrenaturales, e incluso zombis (la seña de identidad de Treyarch como desarrolladora de Call of Duty, al fin y al cabo) ha creado mucho disentimiento dentro de la comunidad, pese a que la saga Black Ops ya ha ido experimentando con esta idea desde sus inicios. El Black Ops original ya experimentaba tímidamente con el concepto de control mental, y fue Black Ops 3 el que incluyó directamente en su campaña elementos mágicos.

De la misma forma, Black Ops 7 aúna ambas ideas y se aleja de la idea de campaña militar clásica en pos de una experiencia más alejada de lo ordinario y que aprovecha tanto este control mental, como lo sobrenatural y los zombis para crear una aventura diferente. Una idea que ha disgustado mucho a los antiguos fans pero que, en realidad, podría ser un nuevo enfoque muy interesante si realmente se llevara con mayor pericia, pero que acaba siendo insulsa y completamente prescindible.

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En contraparte, al completar la Campaña Cooperativa (y desde el pasado 21 de noviembre disponible para todos los jugadores), desbloqueamos Endgame, un submodo dentro de la campaña que funciona como una mezcla entre extraction shooter y roguelite, donde deberemos desplegarnos en Avalon, el mapa de la historia, para ir cumpliendo pequeños objetivos que nos hagan subir de nivel, mejorar nuestro equipamiento y habilidades y, así, poder llegar a zonas más avanzadas.

Cada zona corresponde a un rango de niveles específico y tenemos un plazo de una hora para, ya sea en solitario o con ayuda del resto de jugadores que hay en la partida, progresar lo máximo posible dentro del mapa y mejorar nuestro personaje. Así, el objetivo principal es llegar al último sector y derrotar al jefe final.

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Para mejorar nuestro personaje, no solo podremos subir de rareza las armas o cambiar entre los distintos tipos (fusiles de asalto, francotiradores, escopetas…), sino que también existen distintos tipos de mejoras para la salud, la armadura o el daño, y habilidades que iremos eligiendo conforme subamos su nivel (desde recargar más rápido hasta crear explosiones con nuestras caídas). A todo esto se le suman la habilidad definitiva y la habilidad de movimiento, ya vistas durante el modo historia.

Así como el modo campaña no termina de aprovechar las mecánicas del juego para hacer del gameplay una experiencia tan disfrutable como debería, Endgame exprime lo mejor del movimiento, tiroteos y habilidades para crear una experiencia extremadamente divertida. Si bien este modo aún está en sus inicios, merece mucho la pena seguir su evolución de cerca, ya que las temporadas de Black Ops 7 traerán contenido también para este nuevo modo, que pueden convertirlo en un factor diferencial en el Call of Duty moderno.

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Multijugador

Y enlazando con esta nuevo modo cooperativo, adentrémonos directamente a la experiencia multijugador por excelencia y que ha conseguido poner a la saga Call of Duty en el lugar donde se encuentra actualmente. En resumen, el modo multijugador de Black Ops 7 es, en esencia, más de lo mismo.

Sin embargo, esto está lejos de ser una crítica, ya que esta entrega pretende perfeccionar la fórmula de Black Ops 6. esta vez añadiendo una nueva mecánica: el salto en pared o walljump. La diferencia entre este tipo de movimiento y el que tuvimos en Black Ops 3 es que, en lugar de usar la pared para correr por ella, solo podremos usarla para pivotar, dotando de mayor dinamismo a los tiroteos y permitiendo tomar ventaja de la altura durante unas décimas de segundo, que bien aprovechadas pueden resultar letales.

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Y siguiendo con sistemas, parece que Activision por fin ha escuchado a la comunidad y ha decidido interceder en el infame SBMM (skill-based matchmaking o emparejamiento por habilidad), un concepto que sobre el papel debería emparejarte con jugadores de tu mismo nivel de habilidad pero que, en la práctica, no funcionaba como debería, y que lleva siendo objeto de debate desde su introducción en 2019.

Black Ops 7 ofrece, por primera vez en años, una lista de partidas con emparejamiento aleatorio, tal y como ocurría en los Call of Duty clásicos, además de una lista con skill-based matchmaking para aquellos que prefirieran este sistema de cara a enfrentarse a jugadores más habilidosos, fomentando que cada usuario pueda elegir qué experiencia multijugador quiere jugar.

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Y acabando con el apartado de sistemas, merece la pena destacar las optimizaciones, una nueva mecánica que nos permite añadir a nuestras mejoras de campo, equipamiento y rachas de puntos una habilidad pasiva adicional. Esta pasiva puede tanto cambiar el funcionamiento del objeto al que se le aplique, como potenciarlas con un menor tiempo de reutilización, por ejemplo, dando a pie a una mayor personalización por parte de los jugadores. Así, se fomenta la posibilidad de que cada equipamiento se comporte distinto en función de la forma de jugar de cada usuario y sus preferencias.

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Por último, y probablemente de lo más importante a mencionar para este multijugador, hay que hablar de los mapas. La disposición y diseño de los mapas es una de las características más influyentes de cara a que el modo sea disfrutable, y el motivo de que títulos como Call of Duty Ghosts, famoso por contener mapas demasiado grandes, no funcionaran como se esperaría de ellos.

En este aspecto, los mapas de Black Ops 7 están, en su gran mayoría, espectacularmente diseñados, tanto por sus recovecos y disposición de pasillos y áreas, como por un tamaño perfecto para la acción frenética. Más allá de la vuelta de viejos conocidos como Hijacked o Raid, mapas como Den, Cortex, The Forge o Retrieval son una delicia de jugar, y compiten de tú a tú con los más emblemáticos de la saga.

Si de algo puede presumir esta entrega es, precisamente, de no traer consigo mapas detestables o mal diseñados que puedan empañar la experiencia de juego o acabar encerrando a sus jugadores en modos como Nuketown 24/7 más por obligación que por una cuestión de nostalgia, como le ocurría a Cold War.

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Zombis

Para terminar, hay que hablar del modo zombis, ya que un juego de Treyarch que se precie no podría serlo sin la inclusión de este mítico modo que cautivó a tantos jugadores desde su nacimiento en World at War. Después del éxito y la complejidad que ganaron los zombis de Call of Duty durante Black Ops 2 y Black Ops 3, con construibles, transformaciones en fantasma y demás mecánicas locas, Black Ops 4 supuso una caída en picado tras su salida, lo que llevó a Treyarch a cambiar radicalmente su modo zombis y los sistemas propios de este durante Cold War.

Desde esta era, los llamados zombis modernos no han terminado de cuajar en la comunidad como los clásicos, al menos hasta ahora, ya que Black Ops 7 trae consigo los mejores zombis que hemos tenido desde la salida de Black Ops 4. Ya no es solo una cuestión de contenido, con la inclusión del modo supervivencia (en Granja de salida, y con más mapas aún por venir) como teníamos en Black Ops 2, sino que su nuevo mapa principal, Ashes of the Damned, ha revolucionado por completo la experiencia zombis.

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En primer lugar, rescatando la narrativa del Éter Oscuro justo donde lo dejamos al final de Tag der Toten, el último mapa de Black Ops 4, junto con la vuelta de una nueva versión de los personajes originales: Richtofen, Depmsey, Takeo y Nikolai. Esto sumado al halo de misterio que envuelve una vez más la historia zombi ha hecho que la comunidad se empape de la nueva dirección de la historia y comience a desarrollar teorías como ocurrió antaño en la época dorada de zombis.

A nivel de diseño, tanto la ambientación de Ashes of the Damned como sus mecánicas, han resultado en la culminación de uno de los mejores mapas que hemos tenido desde el primer Black Ops. La introducción de un vehículo que, si bien al principio parecía que iba a ser engorroso y desentonar con el modo, ha resultado ser un añadido increíble y que se quedará como un elemento característico del mapa.

La vuelta a los easter eggs complejos, un mapa repleto de secretos y un arma especial espectacular han sido los principales responsables del éxito de este nuevo mapa, que ha traído consigo el nuevo modo maldito, donde los jugadores deberán descubrir reliquias que les añadirán penalizaciones a su partida a cambio de desbloquear mejoras permanentes como la armadura dorada, un nuevo nivel de Pack-a-Punch o una mayor rareza del arma.

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Conclusión

Contra todo pronóstico, Black Ops 7 ha resultado ser un digno sucesor tanto de la saga Call of Duty como de la propia subsaga Black Ops. Su modo campaña deja mucho que desear y la liberación del modo Endgame para todo el mundo es la excusa perfecta para evitar la historia, pero no por eso podemos mirar hacia otro lado e ignorar la deficiente calidad de esta.

Asimismo, este modo Endgame trae aire fresco a la saga y tiene, sin duda, un gran potencial para convertirse en uno de los nuevos grandes modos de juego de Call of Duty, como ocurrió con zombis en su día, especialmente en un momento donde los tactical shooters están funcionando tan bien entre los jugadores.

Su multijugador peca de ser demasiado continuista, pero a la vez trae consigo una vez más toda la diversión, el caos y la experiencia arcade frenética marca de la casa Call of Duty. Por ello, sigue siendo una experiencia más que notable y que nos traerá cientos de horas de diversión de la misma forma que sus antecesores llevan haciendo desde hace décadas.

Respecto al modo zombis, los fans deben de estar de enhorabuena, pues este nuevo enfoque apunta maneras y demuestra que el problema de los zombis modernos no eran tanto que sus sistemas no funcionaran, sino que no estaban bien aprovechados. Ashes of the Damned se ha consagrado como uno de los mejores mapas de la saga y el modo maldito es una de las mejores novedades que ha traído consigo el modo en los últimos 10 años, por lo que solo resta esperar que el resto esté a la altura de las expectativas.

Este análisis se ha realizado en PC (Battle.net launcher) con una clave proporcionada por Activision Blizzard.

Análisis: Call of Duty Black Ops 7

✅ Lo Bueno: • Multijugador muy divertido • Modo Endgame novedoso e interesante • Los mejores zombis de los últimos años ❌ Lo Malo: • Modo Campaña desastrosa • Demasiado continuista respecto a Black Ops 6

Puntuación del editor:
8

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