Volver a Ancaria con Sacred 2 Remaster ha sido una mezcla de sentimientos: mucha nostalgia de haberlo jugado hace 20 años y una pequeña rabia por jugarlo repleto de errores que han provocado una gran dificultad a la hora de disfrutarlo como se merece. Esta remasterización tenía una cosa muy clara desde el principio: revivir la franquicia del Sacred, ¿y lo ha conseguido? Sí, estamos hablando de esta entrega, pero posiblemente no como se lo merece, y me da bastante lástima.
Los equipos SparklingBit, Funatic y Nukklear han lanzado Sacred 2 Remaster con un lavado de cara, pero con muchas más carencias que disfrutes. Eso sí, de igual manera lo he intentado disfrutar y no me he querido nublar con todos los errores que en ocasiones eran algo tediosos. Desde que he tenido la clave, con más de dos semanas previas a su lanzamiento, he avanzado todo lo que he podido y no he querido dejarme llevar por los errores, ya que me gustaba revivirlo y volver con el personaje que me dio el nick en la industria de los videojuegos, la serafín. Y con ganas de un parche de lanzamiento, ya me dispongo a analizar lo que he podido vivir.
**A fecha 13 de noviembre hay actualización VERSIÓN 1.0 y el estudio está trabajando en mejorar. He probado la actualización para modificar el análisis y conforme he entrado lo primero que ha hecho ha sido sacarme del juego y crashearse. Seguiré probándolo para saber en qué momento puedo recomendar este juego.
Contenido
Review Sacred 2 Remaster
La vuelta de Ancaria
Sacred 2 Remaster nos lleva de nuevo al mundo de Ancaria, un reino devastado, donde la historia gira en torno a la lucha entre la luz y la oscuridad. El jugador puede elegir entre seis héroes únicos y una divinidad que lo guiará, adentrándose en una narrativa no lineal que se entrelaza según las decisiones tomadas y el camino elegido. La trama principal, aunque interesante, queda relegada a un segundo plano por la cantidad abrumadora de misiones secundarias que inundan el juego (más de 600), muchas de las cuales se resumen en la mecánica de ser recadero: ir a un lugar, recoger un objeto o matar a un grupo de enemigos, y regresar para entregarlo.
Es evidente que el objetivo de la remasterización es mantener la esencia del juego original, es por ello que la historia y todo lo que os rodea se va a mantener de la misma manera. Con su historia y la abundancia de misiones secundarias me ha recordado que el Sacred Gold sin duda fue el mejor, ya que aquí el jugador puede sentirse más como un mensajero que como un héroe. Por otro lado, la traducción del Sacred 2 Remaster es fiel a la original y no aporta novedades en ese aspecto.
Más errores y menos disfrute
Al jugar Sacred 2 Remaster con el controlador de PS5, la adaptación de los controles de teclado y ratón a mando es evidente, pero no completamente fluida. Aunque se agradecen las nuevas opciones y la personalización de botones, la experiencia se ve empañada por varios errores técnicos recurrentes durante la partida. Por ejemplo, al acceder al inventario, el personaje puede empezar a caminar sola sin ningún motivo aparente, lo que interrumpe la exploración. Mejorar un arma en el herrero a veces provoca que esta desaparezca momentáneamente (aunque luego reaparece en el suelo), los NPC en ocasiones están duplicados y no sabes cuál es el correcto, y al consultar el mapa, la misión principal puede quedar oculta sin explicación ninguna.
El botón de interactuar (X/R1) tiene conflicto en Sacred 2 Remaster. Abrir baúles o montar al caballo, son acciones que tardan en ejecutarse o se bloquea momentáneamente. Al montar, se pueden ver dos franjas blancas en la parte inferior de la pantalla, y mientras se camina, el personaje realiza tropiezos y repite la habilidad seleccionada de forma automática y continua. Aunque el acceso al sistema de talentos, mapa e inventario ha mejorado notablemente gracias a la remasterización, estos otros fallos disminuyen la calidad de vida del jugador, generando una frustración constante.
Además de los problemas ya mencionados, en Sacred 2 Remaster se suman fallos de rendimiento que afectan la inmersión, como caídas ocasionales en la tasa de frames y texturas que tardan en cargar, especialmente en áreas muy concurridas o durante combates intensos (debo de confesar que tuve que reiniciar la consola varias veces para que fuese más fluido). El sistema de guardado automático también falla en algunas ocasiones, obligando a repetir segmentos al perder progreso. Estos inconvenientes técnicos, mezclados con la frustración provocada por controles poco intuitivos y la lentitud de algunas acciones, hacen que la experiencia sea irregular y a veces exasperante.
La jugabilidad de antaño, pero con palos de ciego
El combate en Sacred 2 Remaster peca de tener más errores que aciertos. Muchas veces, las mejoras de habilidades equipadas no se notan en la práctica durante la pelea, y es habitual que el jugador termine luchando contra el aire debido a una pésima selección y orientación de los enemigos en pantalla o directamente porque el personaje cree que hay enemigos cuando no es así. El marcador de los enemigos se multiplica en el mapa, haciendo difícil identificar objetivos reales y generando confusión en momentos clave. Y también las entradas y salidas de cuevas provocan crasheos frecuentes, obligando a reiniciar la partida y perdiendo avances de la misión principal.
Por otro lado, elegir la especialidad entre luz y oscuridad sigue siendo clave, igual que hace dos décadas: según el personaje principal seleccionado, el tipo de armas, habilidades y talentos marca grandes diferencias en la supervivencia y optimización del viaje. Aunque la remasterización ha mejorado la accesibilidad y modernizado parte de la experiencia, la jugabilidad conserva mecánicas anticuadas e incluso confusas, especialmente para nuevos jugadores. El equilibrio entre las clases y las rutas para progresar sigue dependiendo de saber bien qué armas utilizar y cómo construir el personaje desde el inicio.
A pesar de los avances técnicos, Sacred 2 Remaster exige paciencia y persistencia para lidiar con sus errores recurrentes y una jugabilidad que aún se siente rígida y desfasada frente a estándares modernos de ARPG.
Un lavado de cara presente
Donde más se nota la remasterización es en el aspecto visual, que luce muy bien con texturas actualizadas, mejoras en la iluminación y un mundo más detallado y vivo. Ancaria se presenta renovada, aunque conserva su esencia clásica, lo que crea una combinación atractiva para los fans del original y los nuevos jugadores.
La banda sonora de Sacred 2 Remaster es el otro pilar fundamental que realmente me ha traído la nostalgia, con composiciones épicas y envolventes que logran capturar el espíritu del juego original, elevando la experiencia emocional pese a los fallos técnicos.
Conclusión
En conclusión, Sacred 2 Remaster es una apuesta que respeta y revive un clásico del ARPG, pero que se queda corta en su ejecución actual por múltiples errores técnicos y problemas de jugabilidad que empañan la experiencia. A pesar de la pulida visual y la evocadora banda sonora, el juego requiere mejoras urgentes en su estabilidad y control para que pueda brillar plenamente en la era moderna.
Su vasto contenido secundario y su mecánica de combate requieren paciencia y dedicación, pero la falta de afinación en muchos aspectos puede frustrar tanto a veteranos como a nuevos jugadores. En definitiva, Sacred 2 Remaster es un buen punto de partida, pero no la experiencia definitiva que merecen sus seguidores ni el estándar esperado en un relanzamiento actual.
Este análisis se ha realizado con una clave para PlayStation 5 proporcionada THQ Nordic
Análisis Sacred 2 Remaster
✅ Lo Bueno: • Brilla principalmente por su remasterización visual, con texturas renovadas y una ambientación mucho más detallada ❌ Lo Malo: • Diferentes errores técnicos • Errores de estabilidad • Numerosos crasheos • Necesita un parche con mucho arreglo
Sistema operativo: PlayStation 5
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