Little Nightmares 3 era uno de esos juegos que muchos esperábamos con cierta ilusión y más cuando has estado tan pendiente de sus dos entregas previas y has abrazado con mucho cariño. Tras el enorme y alto listón que nos dejaron las dos primeras entregas, pensaba que volvería esa sensación de miedo silencioso, temblor infantil ante lo desconocido con su ambiente lúgubre volvería. Y aunque el espíritu intenta mantenerse, hay algo que simplemente no encaja. Se nota que falta “alma”, y creo que no he sido la única en pensar algo así.
Desde el primer momento se siente la ausencia de los desarrolladores Tarsier Studios, responsables de las dos primeras entregas. Ellos entendían mejor que nadie cómo combinar lo grotesco con lo emotivo, y aquí su hueco es demasiado evidente. Supermassive Games tiene talento, sí, pero no ha sabido capturar la esencia ni el ritmo que hizo grande a la saga. El resultado es más pálido, más torpe… y bastante más predecible. De hecho, no he terminado de conectar con el juego o de sentir esa incertidumbre que sí me provocaron las otras dos entregas.
De hecho, antes de empezar el análisis puedes buscar todos los logros y trofeos para el platino, o también puedes saber todos los niveles y su duración.
Contenido
Review Little Nightmares 3
Muy poco terror, pero en zona hostil
La premisa principal de Little Nightmares 3 nos sitúa de nuevo en el argumento de escapar de una pesadilla, solo que en esta ocasión estamos ante dos personales Low y Alone, quienes podremos elegir el que queramos. Este dúo de personajes deben de avanzar por un entorno tan hostil como melancólico. Es cierto que al igual que las otras dos entregas, las zonas conservan una atmósfera opresiva y misteriosa que siempre ha sido característica de la franquicia, con figuras deformadas y silencios que hablan por sí solos.
Sin embargo, el argumento se diluye entre escenas poco inspiradas y momentos mal explicados, de hecho no te atrapa como sí pueden hacer los dos anteriores títulos con Mono y Six, personajes que se convirtieron en referencias para muchos fans. Es inevitable no compararlos, pero en Little Nightmares 3 no sabes muy bien qué es lo que está ocurriendo ni el por qué, y eso acaba rompiendo la inmersión. Es verdad que la narrativa ambiental esta presente, pero antes que era brillante, ahora se siente confusa y carente de dirección.

Una entrega pasillera, pero en cooperativo
A nivel jugable, Little Nightmares 3 peca de ser demasiado pasillero, es la sensación que me ha dejado tras 4 horas de duración. En cuanto comienzas la aventura vas a apreciar que las pantallas son una tras otra y apenas hay espacio para explorar o experimentar más el juego, ya que como te adelantaba la estructura de niveles se limita a seguir un camino lineal sin mucho margen de sorpresa. Esto hace que todo sea demasiado evidente y no hay conexión personaje-jugador tan profunda como anteriormente.
Los puzzles de Little Nightmares 3 son bastante básicos y sin mucha complicación. Antes requerían observación y lógica, de hecho había hasta perdibles por las zonas que te ayudaban a completarlos, pero ahora son muy evidentes y se resuelven casi sin pensar. Es una lástima porque la saga siempre ha estacado por esa mezcla de tensión y pequeños momentos de ingenio para evitar ser atrapado, pero en esta entrega yo he sentido que todo es más un trámite que un reto real. No obstante, el concepto del sigilo sigue estando presente, por lo que debes de jugar con la intuición para evitar ser atrapado.

Y aunque el principal añadido es el modo cooperativo, ya que en ningún otro Little Nightmares se ha podido jugar con alguien, tampoco consigue revolucionar la fórmula. Es curioso poder recorrer este pequeño mundo junto a otro jugador, pero en ocasiones sí he sentido que es algo forzado y le resta a esa soledad inquietante que hace especial a estas entregas. De hecho, si no juegas cooperativo y te sientes perdido, en ocasiones el personaje secundario te mostrará el camino para continuar. Podría arriesgarme a decir que más que una nueva entrega, Little Nightmares 3 se siente como un DLC con ideas no del todo aterrizadas.

Demasiado oscuro, pero en una pesadilla
Con respecto al aspecto visual, en Little Nightmares 3 empecé jugando en Nintendo Switch 2, pero la experiencia fue casi frustrante, ya que los entornos se veían mal definidos, con un nivel de detalle bajo y una oscuridad que impedía disfrutar de la ambientación. Literal que no veía las paredes por mucho que subía el brillo. Cambié de plataforma a la Nintendo Switch esperando una mejora, y aunque visualmente lo aprecié porque era su versión, el problema de la iluminación continuaba.
Es una pena, porque la ambientación de Little Nightmares 3 sigue siendo lo mejor del juego. Las sombras, los sonidos, el diseño de las criaturas… Todo transmite ese tono pesadillesco tan característico. Pero si el jugador no puede apreciar los entornos por lo oscuros que son, la magia se pierde.

Conclusión
En conclusión, Little Nightmares 3 intenta mantener viva una saga que ya venía con una identidad muy marcada, de hecho, se ha convertido en juegos favoritos y de referencia para muchos fans. Sin embargo, el resultado de esta entrega se queda corto. Falta el toque artístico y emocional que Tarsier nos tenía acostumbrados. Y no es por quitar mérito, pero Supermassive no logra llenar ese vacío. Pese a algunos momentos interesantes y un apartado artístico que aún así es sólido, el conjunto deja muchas más dudas que satisfacciones. Creo que ambos personajes pasarán al olvido y los fans buscarán otra entrega más icónica.
Este análisis ha sido posible gracias a la clave para Nintendo Switch proporcionada por Bandai Namco
Análisis Little Nightmares 3

✅ Lo Bueno: • La ambientación y diseño artístico • El cooperativo • Que es otro Little Nightmares ❌ Lo Malo: • Mala experiencia en solitario • El diseño de niveles, se siente pasillero • El juego es menos terrorífico y más explícito
Sistema operativo: Nintendo Switch
6.7