Si has trabajado cara al público y alguna vez has tenido pensamientos intrusivos sobre decirles lo que de verdad estás pensando a los clientes a la cara, Wyrmhall es tu juego. Este pequeño pero encantador indie desarrollado por Leafy Games nos pone en la piel de un goblin que, durante siete días, se hace cargo de un quiosco de limpieza de artefactos mágicos mientras su jefe, Bimbly, se toma unas vacaciones.
¿En qué consiste tu trabajo? Deberás limpiar objetos encantados, lidiar con clientes extravagantes, soltarle algún borderío que otro a los clientes, esquivar la muerte y, sin darte cuenta, ir desentrañando una historia más profunda de lo que parece.

Contenido
Limpia con personalidad
La mecánica del wyrmhall es muy sencilla ya que gira en torno a limpiar objetos encantados utilizando herramientas como un paño, un cepillo y una bolsa para ácaros. Una vez limpios, deberás darle a una campanita y ganarás diferentes tesoros, que no tienen una función especial.
Parece fácil, pero no te confíes. Con cada día que pasa, aparecen nuevos desafíos: desde óxido mágico hasta contaminantes más… inquietantes. Para enfrentarte a ellos, irás desbloqueando otras herramientas como alicates y una daga. Sí, porque a veces un simple paño no basta cuando se trata de artefactos mágicos sospechosamente viscosos, o sin fin.

Pero aquí viene lo divertido (o aterrador, según te parezca): los clientes no solo traen objetos sucios, sino también peligrosos. Algunos artefactos que tendrás que limpiar están malditos, poseen voluntad propia o, directamente, intentarán matarte. Desde espadas con personalidades extravagantes hasta orbes que te lanzan rayos, Wyrmhall convierte la limpieza en una tarea de vida o muerte. Así que si no quieres acabar como un goblin churruscado, tendrás que esquivar los toques fatales.
Respuestas afiladas
Lo que realmente hace brillar a Wyrmhall, aparte del ambiente tan mágico que recrea, es el humor. Vas a encontrar una gran cantidad de personajes excéntricos y personalidades muy variadas, y lo mejor de esto es que el juego te deja responderles como prefieras (dentro de las opciones).
¿Quieres ser un goblin educado y profesional? bueno, es una opción válida. ¿Quieres mandar a paseo a tus clientes? También puedes. No hay consecuencias graves por ser un empleado un poco edgy, por lo que puedes explorar con total libertad diferentes tonos de conversación.

Además, cada día trae nuevos clientes con historias únicas, desde hechiceros en crisis hasta literalmente sombras. Y claro, nunca sabes si te traerán un objeto maldito que te hará volar por los aires. Esto mantiene la experiencia fresca y entretenida, evitando que Wyrmhall se convierta en un simple «clickea y limpia».
A pesar de su apariencia sencilla, este juego esconde una historia que se desarrolla a través de los distintos personajes que van apareciendo. Algunos regresan con información nueva, otros se relacionan entre sí y, si prestas atención, podrás ver cómo ciertas figuras sospechosas merodean en el fondo mientras atiendes a otros clientes.
Personajes: un gran desfile
Uno de los grandes aciertos de Wyrmhall es su elenco de personajes. Cada cliente que se acerca al quiosco tiene su propia personalidad, con sus propios objetos mágicos y motivaciones y secretos.

Aunque hay varios personajes, hay algunos que suelen repetirse a lo largo de todo el gameplay, entre ellos encontramos: a tu hermano pequeño que vendrá con objetos mágicos peculiares, como una calavera maldita, o simples platos de comida, el mercader misterioso, un personaje que te traerá objetos peligrosos que pueden causarte la muerte, tu propia jefa, navegantes y aventureros, o una espada mágica con un único ojo.
Tus elecciones importan
Otro punto fuerte del juego es la libertad de elección. No solo decides cómo responder a los clientes, sino que algunas de tus acciones afectan futuras interacciones. Dependiendo de cómo limpies ciertos artefactos o qué decisiones tomes en los diálogos, podrías desbloquear diferentes eventos en los días siguientes, o desbloquear un easter egg. Tal vez un cliente regrese con nuevos amigos para darte una sorpresa.
Esto añade un nivel extra de rejugabilidad, ya que probar distintas opciones te permitirá descubrir nuevas consecuencias y variaciones en la historia.

Transportate a wyrmhall
A través de los ojos de la goblin que manejamos, este mundo es acogedor y relajante, perfecto para la vibra relajada del juego. Los artefactos mágicos (o no tan mágicos) que limpias son visualmente interesantes y algunos incluso tienen efectos sorpresa al interactuar con ellos, quizá al girarlos ya no será el mismo objeto que estabas limpiando hace un segundo, o deberás tratarlo con sumo cuidado porque se te caerá a pedazos.
Además, la ambientación esconde pequeños detalles que revelan más sobre la historia, desde los gestos de ciertos personajes hasta figuras misteriosas que parecen observarte desde lejos. Cada día pasa algo nuevo en la ciudad y, mientras esperas entre cliente y cliente, podrás echar un vistazo a través de tu ventana a lo que ocurre en la ciudad.

El apartado sonoro de Wyrmhall complementa perfectamente su atmósfera acogedora pero intrigante. La música principal es suave y relajante, con tonos que recuerdan a un pequeño taller de magia, con sonidos ambientales que te sumergen en el día a día de una goblin limpiador.
Sin embargo, el juego no mantiene una música estática que te va a generar dolor de cabeza, sabe cuándo cambiar de tono. Cuando un objeto maldito entra en escena o un cliente con intenciones dudosas aparece, la música adopta matices más oscuros, con notas inquietantes que te hacen sentir que algo no está del todo bien. Este cambio sutil en la banda sonora añade una capa de tensión inesperada, recordándote que, por muy inofensivo que parezca el trabajo, siempre estás a un paso de la muerte.
Los efectos de sonido también juegan un papel importante: el sonido del cepillo contra la superficie de un artefacto, los chasquidos de la bolsa para ácaros al absorber la suciedad mágica o el chisporroteo de un objeto encantado cuando lo tocas sin cuidado hacen que cada acción se sienta satisfactoria.
¿Cuánto dura la diversión?
Wyrmhall es un juego cortito que te llevará entre 3 y 5 horas, dependiendo de lo meticuloso que seas limpiando, de si te hartas de buscar porquería mágica, de lo mucho que quieras mantener en orden tu quiosco y de cuánto quieras experimentar con los diálogos. Aunque si te gusta coleccionar logros, el juego tiene varios finales y decisiones que pueden hacer que vuelvas a jugarlo más de una vez
Conclusiones
Wyrmhall es un juego cortito pero muy intenso. Su gran variedad de personajes no permite que nos aburramos ni un instante y la historia que tenemos que desentrañar nos hace no perder el interés en seguir jugando. Si estás buscando una experiencia relajante y cozy a la vez que divertida, definitivamente Wyrmhall es tu juego.
Sobrepasa muy por encima las expectativas de ser simplemente un juego de limpieza gracias a todos los elementos agregados, como la creación de mundo tan original que tiene, los personajes, la elección de diálogos y su humor y la rejugabilidad tan dinámica que tiene. Y si te gustan estos análisis, tenemos muchos más de juegos que pueden llamar tu atención, no olvides echar un vistazo.
Este análisis se ha realizado con una clave para PC proporcionada por PRHound