Graham, el protagonista de The Night is Grey, es un hombre de mediana edad con ciertos traumas y moralmente ambiguo que se ve obligado a cuidar de una niña en un entorno hostil y peligroso. Es un tropo ya clásico en los videojuegos, desde The Last of Us a God of war, pasando por la seminal en ese aspecto The Walking Dead, hemos visto el patrón muchas veces.
Pero este tema no es algo que se hubiera explorado antes en la aventura gráfica “clásica” hasta ahora y el juego de The Night is Grey ha venido a dar su visión sobre el tema. Por suerte, la visión de Whalestork Interactive se aleja un poco de los temas de los juegos mencionados, llevando ese tropo a su propio terreno y planteando una ficción dura e incómoda que no da ninguna concesión al jugador. No es tanto una reflexión sobre la paternidad (aunque algo de eso hay) como una sobre el poder y las cicatrices que deja su abuso.
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The Night is Grey: el hombre es un lobo par el hombre
Lo primero que vemos es a nuestro protagonista huyendo de algo que hay en el bosque en plena noche. Si retrocedemos veremos que estaba intentando dar esquinazo a un pequeño grupo de lobos. Si avanzamos oímos y, al ir a investigar la fuente, nos encontramos con una niña dentro de una cabaña que nos amenaza con dispararnos con una escopeta. Por suerte no lo hace (y es que en esta aventura se pued emorir pero no en esta ocasión).
La niña, que está en la cabaña sin luz, nos llama monstruo pero conseguimos convencerla de que somos una persona si activamos el generador que da energía a la cabaña. Una vez superado ese primer puzle podemos ver a la niña y ella a nosotros. Ella nos explica que su madre salió a activar el generador hace mucho tiempo y aún no ha vuelto.
Ante esa situación, en un bosque peligroso donde hay lobos cerca, Graham decide que lo mejor será llevar a la niña a un sitio seguro; la casa de sus abuelos. Es entonces cuando empieza nuestra travesía enThe Night is Grey, que nos llevará a cruzar el bosque a través de una mina abandonada y otros lugares para poder salir de ahí y llegar a la civilización.
Una de las cosas más interesantes de The Night is Grey es justamente la relación entre Graham y Hannah, la niña. No es fácil escribir personajes infantiles y creo que la gente de Whalestork consigue crear una niña que habla y se comporta como tal, a veces siendo un poco repelente y con esas observaciones tan típicas de la infancia, con una lógica tan obvia como poco manipulada por el bagaje cultural y las complicaciones de la edad adulta.
Esa humanidad con la que dota The Night is Grey a Hannah hace que sus momentos de ternura y vulnerabilidad se sientan más reales y nos hace querer protegerla no solo porque el juego vaya de eso, si no porque realmente queremos ayudarla y hacemos un poco nuestra esa obsesión del protagonista por protegerla.
El personaje de Graham es también bastante complejo, aunque su continuo auto-desprecio nos puede parecer un tanto impostado al principio del juego pronto vemos que hay algo detrás. Entre capítulos The Night is Grey nos muestra algunas frases realmente duras y desagradables que podemos interpretar que dice una madre a su hijo, probablemente recuerdos de la propia infancia de Graham.
Poco más se nos explica del pasado del protagonista pero vamos viendo cosas que no acaban de encajar. Pierde la paciencia rápidamente con las pequeñas actitudes un tanto molestas típicas de la infancia que puede tener Hannah, mantiene conversaciones muy duras consigo mismo a través del muñeco de trapo de la niña que está guardando para poder arreglar, tiene dolores de cabeza que pueden acabar en desmayos…
También se nos plantea la pregunta de si esos lobos de los que Graham huía son reales o metáforas de los miedos u otras cosas más oscuras que habitan la mente del protagonista, igual que ciertos eventos que experimentamos en el juego nos ponen en duda hasta que punto la percepción de la realidad de protagonista es totalmente fiable.
Más allá de la psique de los protagonistas también descubrimos que sucedieron incidentes bastante turbios relacionados con la mina abandonada y sobre los cuales The Night is Grey nos va dando pistas y dosificando la información. Lo mismo con la madre de Hannah y su familia, de la que iremos entendiendo el contexto mucho mejor y entendiendo las razones de vivir aisladas en medio de un bosque.
No quiero contar nada más porque gran parte de la gracia consiste en como se desarrolla la historia, la relación entre los personajes y los giros de guion, con un final tan sorprendente como impactante. Confieso que intuía por donde iban los tiros una vez superada la primera mitad de The Night is Grey pero, aún intuyendo ese giro final, no perdió su fuerza, lo que considero que habla muy bien del guion.
Diseño: una de cal y otra de arena
Me he centrado tanto en el guion porque el otro gran pilar de The Night is Grey como aventura gráfica, el diseño de puzles, no resulta tan redondo. Tiene los puzles propios del género como el uso más o menos imaginativo de objetos, la exploración del escenario y los diálogos que funcionan bastante bien en el contexto realista de la aventura, sin soluciones locas aunque también, en su mayoría, sin una excesiva complejidad.
Son puzles bien integrados y que tienen a ser relativamente fáciles ya que nunca tendremos demasiados objetos en el inventario y el juego se estructura de forma que siempre nos veremos limitados a unos pocos escenarios abiertos a la vez. En ese aspecto ninguna queja pero The Night is Grey también tiene una cantidad abundante de puzles no diégeticos, lo que también podemos llamar exógenos.
Vamos, que en The Night is Grey encontraremos paneles eléctricos en los que tendremos que colocar piezas de la forma correcta o subir y bajar interruptores (este por suerte está un poco mejor integrado), una especie de laberinto, passwords para abrir alguna puerta, ciertos acertijos en los que las respuestas son bastante subjetivas, etc.
Hay dos que me han resultado especialmente molestos y “cortarollos”; uno en el que tendremos que abrir un candado de un baúl, que resulta totalmente artificial (encima tiene dos fases, siendo la segunda totalmente forzada a nivel argumental y otro en el que tendremos que manipular la ventilación de la mina para salvar a Hannah, anulando completamente la sensación de urgencia y peligro de la situación.
No exagero si digo que este tipo de puzles constituyen la mitad o más del juego, creando una disonancia ludonarrativa entre la seriedad y oscuridad de los que nos cuenta y la sensación de estar ante una revista de pasatiempos autocontenidos que nos detienen como jugadores y no aportan nada a la narrativa.
Soy consciente de que no a todo el mundo le resultan molestos estos puzles pero considero que, independientemente de gustos, en el contexto de The Night is Grey, resultan perjudiciales para el conjunto y restan fuerza a lo que se nos está contando.
También tiene The Night is Grey algunas de las ayudas que están de moda los últimos años, como un botón para resaltar los puntos interactivos (que no será necesario en la mayoría de escenarios ya que los elementos visuales suelen estar bien resueltos para que, con una exporación mínimamente exhaustiva, encontremos todo lo necesario) y un botón de pistas para algunos de estos puzles exógenos.
Gráficos y sonido que están a la altura
Lo que sí está en sintonía con lo que nos cuenta The Night is Grey son los aspectos técnicos y artísticos. Confieso que al principio no me convencía eso de tener un estilo mucho más simplificado para los personajes, con poco detalle y colores planos pero me acostumbré rápido y, a cambio, el juego nos muestra un cuidado excepcional en las animaciones, más variadas y naturales de lo que suele ser la media en el género.
Los escenarios también funcionan muy bien, con un aspecto más realista y detallado, un uso del color y la oscuridad que ayudan a transmitir esa sensación de desasosiego y soledad que el juego necesita. Aunque la mayoría de veces moveremos a Graham en un solo plano (como si un plataformas 2D se tratara, para que me entendáis), el uso del scroll múltiple dota de profundidad a los escenarios y se utiliza de forma muy inteligente.
La música es otro de los grandes hallazgos del juego, con unas melodías opresivas perfectas para cada ocasión y en las que The Night is Grey se apoya mucho para crear su atmósfera. En la clave que nos ha ofrecido Whalestork Interactive viene incluida la BSO y la estoy escuchando mientras escribo esto, algo bastante indicativo de lo mucho que me ha gustado.
En cuanto a los efectos de sonido, también están muy bien integrados y, aunque no hay doblaje, podemos escuchar ciertos sonidos que expresan los senimientos de los personajes, como cuando oímos a Graham suspirar o a Hannah reír. Una solución muy elegante cuando no hay presupuesto para doblar los diálogos.
En cuanto a la traducción ya estamos acostumbrados a que muchas aventuras indies (y esta es indie en su acepción más amplia, no tiene ningún publisher detrás) no se puedan permitir pagarla pero no deja de ser una lástima que no esté en español, limitando sus posibilidades en los mercados hispanoparlantes.
Conclusión
En fin, The Night is Grey se queda a las puertas de ser una de las aventuras del año pero sin llegar a conseguir todo lo que pretende. Con una historia dura, terrorífica en ocasiones y melancólica que no tiene miedo de explorar las partes más oscuras de la naturaleza humana, que nos plantea preguntas incómodas y con la mayoría de elementos que reman en la misma dirección pero cuya filosofía de diseño de puzles resulta una losa que impide a la aventura desarrollar todo su potencial.
The Night is Grey está disponible en Steam.
Este análisis se ha realizado en PC con una clave proporcionada por Whalestork Games
Análisis: The Night is Grey - ErreKGamer
✅ Lo Bueno:
• El apartado artístico • La historia y como se cuenta • La música❌ Lo Malo:
• No está en español • El diseño de puzles es muy irregularSistema operativo: PC
7.5