Voy a confesar que me ha costado entrar en Blood West. Es ese tipo de juego un tanto áspero para el jugador que viene de nuevas. Me tiré las primeras 5 horas muriendo sin parar y con una frustración creciente, los que estamos acostumbrados a FPS más frenéticos nos puede costar un poco cambiar el chip. Pero cuando lo haces y empiezas a entender que es y que no es Blood West te das cuenta de lo inmersivo y absorbente que resulta.
La buena gente de Hyperstrange no son nuevos en esto de los FPS. Desarrolladores del spin-off Postal: Brain Damage (que tiene mejores críticas que cualquier entrega principal de la saga) o, anteriormente, Crossbow: Bloodnight entre otros, saben lo que se hacen. Los casi dos años que Blood West ha estado en Early Acces también ayudan.
Contenido
Blood West, los horrores del salvaje oeste
En Blood West encarnamos el pistolero no-muerto, alguien de quién no sabemos nada pero que los espíritus han resucitado con una misión: acabar con el mal que ha invadido esas tierras del lejano oeste americano. Para esta misión necesitaremos todas nuestras habilidades de sigilo y violencia necesarias. Un mundo plagado de monstruos, demonios y espíritus de ultratumba y siempre con la negra noche de acompañante.
La historia y el lore de este Blood West se sustentan en dos pilares: uno lo conforman diálogos sucintos y poco esclarecedores, ya sea con los espíritus que nos han resucitado o los pocos y extraños personajes que lo pueblan. El otro pilar es la narrativa ambiental, ya sea el detalle y el cuidado con el que están construidos los escenarios o algunas notas que podemos encontrar y que, principalmente, nos explican los diferentes monstruos a los que nos tendremos que enfrentar.
Vamos a dejar esto claro desde el principio, Blood West no es un boomer shooter aunque la estética retro nos pueda llevar al engaño. Nos encontramos ante un FPS de sigilo con elementos de inmersive sim cuyos referentes son fácilmente trazables. Un poco de Thief (el sistema de sigilo, con esa barra inferior es muy parecido aunque simplificado) y otros inmersive sim de finales de los 90, una gestión de inventario que nos recuerda a Diablo (o S.T.A.L.K.E.R. si nos ponemos más modernos)…
The Undead Gunslinger
Manejar al pistolero no-muerto requiere un proceso de aprendizaje, nuestros movimientos son lentos y tenemos una barra de stamina que nos limitará tanto el correr como el combate cuerpo a cuerpo o el salto. Cuatro golpes/disparos de los enemigos menos fuertes pueden matarnos y nunca es buena idea enfrentarse a más de dos o tres a la vez. Las armas y la munición de las que disponemos al principio son débiles, además la recarga es bastante lenta.
¿Como solucionamos esto? Pues muriendo mucho.
Ahora en serio, en Blood West es esencial la exploración y la paciencia. Nos encontramos ante tres mapas tipo sandbox (los cañones, el pantano y la montaña) con mil recovecos donde buscar preciados objetos que nos ayudarán a seguir con vida (armas y de todo tipo) y multitud de atajos que conectan todos los puntos de interés. Entender el espacio de juego, buscar tras cada esquina y observar el comportamiento y posición de los enemigos es nuestra mejor arma.
Precipitarse, en cambio, suele ser garantía de morir de una forma rápida y fulminante. Podemos conseguir mapas de cada zona a un módico precio, sí, pero no son detallados así que tendremos que poner mucho de nuestra parte para aprendernos esos escenarios como si fueran la palma de nuestra mano. Eso crea un ritmo pausado (hasta que empieza la acción y la adrenalina se pone a tope) que no gustará a todo el mundo.
También es cierto que la IA de los enemigos es relativamente básica, lo que juega a nuestro favor a la hora de pensar estrategias. Sí, cada uno tiene sus comportamientos diferenciados pero fáciles de aprender y de predecir una vez metidos en harina. Enemigos bien diferenciados, con diferentes fortalezas y debilidades que también nos irá bien aprender. Los hay más débiles a la plata, al fuego, con protección ante ataques sigilosos cuerpo a cuerpo, etc.
Otra mecánica de Blood West heredada de algunos inmersive sim o rpgs es la experiecia que nos dará puntos para invertir en varias habilidades, lo que nos permitirá adaptar al protagonista a nuestro modo de juego. Podemos basarnos más en los ataques cuerpo a cuerpo (para mí la build que más dificulta el juego), en armas de fuego, sigilo o algo más equilibrado.
Hasta nos podemos invertir los puntos en ser un mejor borracho. Sí, aquí emborracharse es una mecánica, que nos potenciará ciertas habilidades mientras nos disminuirá otras. También será muy importante la gestión del inventario y, por supuesto, tenemos habilidades y objetos para poder ampliarlo.
¿El dark Souls de los FPS de sigilo?
No he visto mencionar a casi nadie esto (solo a Dominic Tarason en un hilo que encuentro muy acertado) pero también podemos encontrar influencias de los souls en Blood West. Ya he mencionado lo poco amigable que resulta de primeras, los mapas interconectados, la posibilidad de que un enfrentamiento que parece banal se nos gire en contra o como su narrativa, lore y mecánicas están presentadas de forma bastante opaca, pidiendo una mayor implicación del jugador.
Pero hay más, bastante más. Objetos curativos que precisan detenerse un momento para usarlos y más detalles pero uno muy importante es como se plantea la muerte. Para empezar tenemos sitios seguros que hacen la función de hogueras, donde resucitaremos de nuevo y tendremos que rehacer todo el camino hasta volver hacía nuestro objetivo y con algunos (no todos) los enemigos resucitados.
Aún así no resulta una copia y tiene su propio giro. En Blood West no tenemos almas ni la necesidad de volver al sitio de nuestra muerte para recuperarlas pero sí dos penalizaciones: para empezar el estado del mundo y de nuestro inventario no cambia, lo que implica que la munición gastada no se puede recuperar; la otra serán las maldiciones, que pueden pasar por perder parte de la stamina o de la vida, ser menos sigiloso o recibir menos experiencia ente otros.
Estas maldiciones tienen tres grados y se pueden acumular, lo que nos puede llevar a una espiral de una muerte tras otra que puede resultar bastante frustrante, sobretodo al principio cuando aún nos estamos haciendo con las mecánicas. Por suerte, seremos capaces de librarnos de ellas con cierta poción o cumpliendo alguna misión bastante simple que nos plantearán los espíritus.
Hablando de misiones, en Blood West tenemos tanto principales como secundarias. Si bien con las principales tendremos suficiente siempre es recomendable hacer alguna secundaria que otra para tener un poc más de experiencia o encontrar más y mejores objetos. Hay bastante contenido opcional pero en ningún momento he sentido que el juego esté alargado artificialmente. Un plato que, creo, no se hará demasiado pesado para los completistas.
Retro pero no mucho
Los gráficos, ademas de oscuros, también siguen la filosofía de basarse en los clásicos pero con elementos más contemporáneos. Blood West tiene una estética low poly con texturas pixeladas que nos recuerda otra vez a esos FPS de finales de los 90 o principios de los dosmiles. Aún así se siente bastante fresco y moderno, siempre teniendo en cuenta que estamos ante un juego indie que no busca sacar músculo gráfico.
La estética de Blood West, puro american gothic con bastante gore y cierto toque pulp, me recuerda un poco a ese PFS de los 90 llamado Blood y lo digo como un piropo. Los detallados escenarios, los diseños de los enemigos o esa atmósfera decadente y terrorífica casan completamente con mi sensibilidad estética, funcionando como un tiro (je) a la hora de crear una sensación de estar en un mundo hostil y esa sensación de soledad.
La música durante la mayoría del tiempo se usa como un recurso ambiental, con apenas melodía y que casi se confunden con efectos de sonido. Eso sí, cuando se anima podemos escuchar unos cuantos acordes bastante metaleros, hard rock o hasta punk que me han gustado mucho, normalmente para acompañar los momentos de acción y/o tensión.
Los efectos sonoros en general y de las armas en particular resultan también muy adecuados, ayudando a un gunplay bastante satisfactorio. Otro punto a destacar son las voces, concretamente en el caso del protagonista el doblador es Stephen L. Russell, conocido entre otras cosas por dar voz al protagonista de Thief.
En conclusión
Es cierto que Blood West se puede ser un poco simple como inmersive sim, tampoco su sigilo es rompedor ni especialmente profundo pero la combinación de todos sus elementos crea una experiencia muy satisfactoria donde sus sistemas se compenetran perfectamente y que son lo bastante elásticos como para permitirnos diferentes enfoques.
No somos una fuerza imparable ni venimos a hacer piruetas pero, una vez entramos en su propuesta, nos sentiremos la hostia en verso limpiando esas impías tierras de la presencia de engendros demoníacos. Sigilo, terror y gore, buena combinación.
Blood West está disponible para Steam y GOG.
Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Terminals.io