Kandinhale tiene algo especial. Hay algo que me gusta mucho. No sé, pero rezuma frescura, y me hace aventurarme a apuntar que es un juego de jam o de fin de curso. Y esto no es malo: La libertad de no jugártela hace maravillas. Hay juegos hambrientos de fama y dinero (los míos serán los primeros cuando salgan) que buscan hacer las cosas bien, de forma casi canónica, arriesgando en ciertas cosas pero aferrándose a otras como clavos ardiendo. Estos juegos tienen que vender. Y tienen que gustar. Y el corsé siempre es ajustado, ahoga y realza la figura, deshumanizándola en un intento de acercarla a lo que debería ser humano. Ocurre lo mismo con los videojuegos.

Entre ellos, el juego de jam o de fin de curso es libre, florece donde quiere y crece como quiere, cual enredadera. A todos nos gustará el indie que salga el año que viene, pero en cuestiones de jardinería (por seguir la metáfora) es un seto que hemos cortado para que quede recto, perdiendo lo salvaje (casi siempre). Aquí tenemos Kandinhale. Y si no es un juego que haya nacido como pienso, al menos es un juego pequeño, hecho por poca gente y dispuesto a ser puesto gratis en steam para dar de que hablar (y lo han conseguido, viendo sus comentarios).
Kandinhale es un videojuego desarrollado por… ¿Estudio? nah. Por Víctor Díez Bildosola y Laura Fernández García. Dos chicos que han desarrollado un jueguito pequeño pero lleno de cariño y detalles. Hay veces en que la duración de un título no se lee de forma vertical (en función del número de cosas que ocurren) sino horizontal (en función del número de cosas que pueden ocurrir), y este tiene una temporalidad horizontal amplia y sólida, que es lo más importante.
Y si quieres un terror más… terrorífico, aquí tienes Dead Format. No te lo pierdas, pero seguimos.
El arte de Kandinhale
A nivel artístico estamos ante un videojuego muy cuidado. Tenemos una estética pixelart para todo el juego que se mezcla con el cartoon en el diseño de personajes y en las viñetas. El resto del título está hecho como si hubiera sido dibujado y coloreado con crayolas, y la verdad es que queda muy, muy bien. Puede recordar a Super Mario World 2: Yoshi’s Island. Vaya logro, la verdad.

Es muy destacable el diseño de sus personajes, basados todos en dulces. Estos no solo están bien diseñados a nivel visual, sino también narrativo.
Sin embargo, musicalmente es donde Kandinhale más me ha sorprendido, teniendo una música compuesta por el mismo Víctor Díez y muy, muy pulida. Si solo fuera por la música le daría un rotundísimo diez.

Si bien nivel sonoro Kandinhale no sorprende tanto (es difícil), resuelve con soltura recordándonos al rpg clásico, con ese sonidito al aparecer el texto tan mágico que, aunque no sea diegético per se, consigue generar un ambiente muy concreto. Quizá es cosa mía que me gustan demasiado.
Un jueguito narrativo muy interesante
Kandinhale es un título narrativo hecho con un motor RPG de lo más interesante. Como muchos de los títulos que nacen así, tiene un toque inquietante, casi de terror, en el que prima la narrativa profunda y las mecánicas sencillas que buscan más contar que hacer jugar al jugador.
Sin embargo, tal y como sucede en otros títulos como Ib o Corpse Party, habrá pequeños picos jugables, si no es que todo el juego y su narrativa son un puzle en sí, en muchas ocasiones. Esto podremos verlo nada más empezar, al intentar salir de una habitación en la que nos han encerrado.

A nivel narrativo prefiero no desvelarte mucho: este título presenta varios finales y tiene un lore profundo e interesante que, si te gusta la estética… ¿Creepy? ¿El punto de terror que da lo que hace Tim Burton? No sé, creo que puiedes entenderme. Si te gusta ESO (no lo de Stephen King, entonces esto te sabrá a poco en lo que a terror se refiere), este es tu título.
Este análisis se ha realizado en PC gracias a que está gratis en Steam
Análisis: Kandinhale - ErreKGamer
✅ Lo Bueno: • Un apartado artístico muy bueno • La música es memorable • Narrativa profunda y bien escrita ❌ Lo Malo: • Se me hace muy corto
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