Análisis: Verho – Curse of Faces

El equipo de Kasur Games, junto a CobraTekku Games, nos traen Verho – Curse of Faces (disponible solo en PC mediante steam), un juego cargado de nostalgia y fantasía por cada pixel que analices. Reconozco también que es uno de esos juegos totalmente nicho, de los que apenas se encuentran, y por decir algo similar más actual, creo que solo podría nombrar a Lunacid y Labyrinth of the Demon King. Si echamos la mirada atrás, el juego que podríamos decir sentó un estándar en este género de exploración de mazmorras y RPG, y claro referente para crear Verho – Curse of Faces, es la franquicia King’s Field de From Software. Y dicho esto, nos vamos a meter de una con el análisis de Verho – Curse of Faces.

Bienvenidos al reino de Yariv, origen del fin del mundo

Verho – Curse of Faces sucede en un mundo que más bien está por terminar, ya desesperanzado, cuando una maldición condena por completo a todo el mundo: si dos personas se miran cara a cara, explotan sus cabezas. Esto dio comienzo a la era de la soledad, ya que nadie podía verse, y duró 300 años, hasta que llegó alguien conocido como el «Creador» y que parecía saber el origen de la maldición, además creo las máscaras, algo que permitió a la humanidad continuar con su vida sin extinguirse.

Desde este punto, comenzó lo que se conoce como la era de las máscaras, y se pudo investigar más sobre esta maldición, registrando su principal origen en Yariv, una ciudad rodeada por montañas en el corazón del viejo mundo. Así pues, comenzaron las expediciones al reino de Yariv, pero siempre se presentaba el mismo problema: quien se adentraba en el bosque, ya no volvía. ¿Nosotros? Uno más que se adentra en el bosque y acaba al otro lado, sin posibilidad de retorno, encerrados en un mundo lleno de peligros, viejas glorias, demonios, magia y muchas historias por contar…

De hecho, puedo decir que uno de los puntos fuertes de Verho – Curse of Faces es precisamente su mundo, su ambientación, y lo bien construido que está todo a su alrededor. Por un lado, tenemos toda la trama sobre lo que ha ocurrido en Yariv y el origen de las máscaras, pero también tenemos algunas historias de otros intentos de héroes que avanzaron y no pudieron hacer mucho más, pérdidas de compañeros, amigos y familiares, y la caída de reinos por completo. Se acompaña por supuesto de mucha sensación de descubrimiento constante y elementos de magia/fantasía, que es lo que terminan de redondear toda esta historia que Yariv tiene que ofrecernos, porque al final de cada sesión de juego, has aprendido algo nuevo.

Muchas historias a través de la voz

Prefiero separar esta parte, ya que aunque breve, es muy importante. Como todo buen juego de rol de estas características que llega en un formato ligeramente más modernizado, encontramos bastante más NPCs que lo que había en sus equivalentes clásicos, podemos decir, quizás algo más similar a los soulslike de hoy día en este sentido. Y ojo, porque no me refiero a lo clásico de las tiendas de objetos, hechicería o el herrero (en este caso una ssssserpiente), sino a los típicos personajes que implementan para darle más vida a su mundo, que nos cuentan su vida o lo que está pasando, que en ocasiones nos piden ayuda y nos mandan de misión… Esos NPCs.

Además de que, a nivel de interés, cuentan cosas buenas, cosas que sirven y ninguna de ellas es de relleno, cuentan con doblaje (aunque en inglés, bastante decente) lo que les suma unos puntos increíbles, porque están bien actuados. Es de los pocos juegos en los que, cada vez que he encontrado a alguien, me he parado a ayudarle y ver qué me quería contar, lo cual solo indica que estamos ante algo realmente… adictivo y bien trabajado, juraría que son más actores de voz que desarrolladores sin ir más lejos. A esto se le suma la introducción, que es puro RPG clásico, y muy bien estructurada. Pero para hablar de adicción, voy a hablaros ahora de su jugabilidad y exploración.

Escoge tu máscara y aventúrate

Venga, vamos para dentro del juego ya. Al inicio del juego se nos permitirá escoger una máscara que es el equivalente a una clase principal para nuestro personaje, es más o menos las que podéis imaginar, tales como: hechicero, ladrón, caballero, bárbaro, etc. Un poco el estándar de hoy día en cuanto a clases, aunque eso sí, cada una especializada en una cosa desde el inicio, pero que luego dependerá de cómo aumentes tus puntos de estadística. En mi caso, escogí el ladrón, y al final de mi partida, como que acabé usando todo tipo de armas y hechizos, ya que pude repartir puntos suficientes para poder probar lo que el juego me ofrecía, que no es poco. Y bueno, si no te dan los puntos, pues a farmear y subir de nivel, que no pasa nada.

A nivel jugable, solo puedo deciros que bienvenidos a los juegos de exploración de mazmorras clásicos, que no van por turnos. Puede parecer algo sencillo de jugar, pero en el fondo hay una complejidad bastante técnica para jugar bien. Lo primero y más importante, es que todos los ataques necesitan ser cargados, tanto los de las armas cuerpo a cuerpo como hechizos, y cada uno tiene su tiempo de cargado. Y en el caso de los ataques físicos, tienes el avance que puede provocar tu arma, así como el retroceso si permite esquiva, capacidad de bloqueo y… más importante, el alcance. Además, podemos tener 2 sets de armas equipados y cambiar en todo momento, así como diferentes hechizos y objetos consumibles, siendo que los de curación hay que farmearlos como en los viejos tiempos (recuerdos del Vietnam, la verdad).

Para complementar, digamos que tenemos que hacerlo con nuestro propio movimiento. Es un juego simple en términos de teclas a pulsar, pero complejo a la hora de la verdad. Necesitas entender esas estadísticas y aprender a moverte si lo que pretendes es sobrevivir a este reino hostil. Además que Verho – Curse of Faces ofrece al jugador muchas posibilidades a nivel de armas, algunas incluso son «funciones secretas», muchísimos tipos elementales y con efectos negativos sobre enemigos, muchos hechizos y anillos que ofrecen bonificaciones pasivas por todas partes. De verdad, menuda variedad tiene, además de muchas armas secretas extras, incluida la Moonlight Sword, que acompaña al género y a From Software desde su creación.

Y bueno, no he dicho mucho sobre los enemigos, porque al final se «encierran» mecánicamente hablando a las restricciones del propio juego, pero sí que contiene una gran variedad de ellos. Especialmente, diría que lo mejor son los combates contra jefes, que sí están más trabajados, y nada tiene que envidiar a los de otros títulos. Buenas bandas sonoras, buenos movesets y son generalmente desafiantes a menos que vayas sobrenivel y con armas sobresubidas. Ah, y claro, aqui el guardado es clásico,

Un mundo que te absorbe por completo

Tal y cojo dije en el inicio de este análisis, Verho – Curse of Faces es un juego de nicho. Y ya no es únicamente por tener un aspecto retro, es por su propio género, mecánicas y forma de descubrir su mundo. Yo soy muy consciente de ello, y entiendo que a mucha gente, igual le echa para atrás, pero yo os juro que si le dais una oportunidad, os va a encandilar como ha hecho conmigo. No sabría siquiera como llegar a describir lo que he sentido, pero si algo tengo claro, es que hacía mucho tiempo que algo no me tenía tan dentro. Aunque me voy a repetir en alguna cosa, voy a intentar dejar claro por qué.

Lo primero y más importante, es que estamos en un mundo que no conocemos, por lo que el título aprovecha de muy buena manera eso para hacernos cómplices en su descubrimiento. No estamos explorando, estamos descubriendo, tanto a nivel de historia como para encontrar buenas recompensas, algo que potencia sin duda esta experiencia. Cada lugar al que acudimos, suele tener diferentes caminos, puertas, mecanismos o secretos entre los que rebuscar, y eso se agradece en mente de cualquier jugador explorador.

Pero claro, esto no hace que el mundo ya te absorba. Lo termina de hacer gracias a su ritmo (velocidad a la que te mueves tú, los enemigos, etc.) el cual te permite disfrutar de cada escenario sin prisa, revisando el entorno, disfrutando de su ambientación y acompañado con una banda sonora que, simplemente, encaja de una manera perfecta. Reconozco que en alguna ocasión, simplemente me he quedado estático, mirando al horizonte… Transmite incluso cierta sensación de relajamiento… Es una mezcla muy bien equilibrada entre saber que estás en tierras hostiles, pero a su vez, son un remanso de paz… No sé si será la nostalgia, pero desde luego, yo me perdería más horas si pudiese por estas tierras. Es más, hay diferentes maneras de acabar el juego, asi que suerte con el final y las nuevas partidas que hagáis.

No es perfecto, pero…

Aunque hasta el momento todo lo que he dicho de Verho – Curse of Faces es prácticamente un juego perfecto, la verdad es que tiene sus pequeñas cosillas. No son graves, de verdad, pero creo que todavía puede mejorar. Quizás una de las cosas a las que nos vamos a enfrentar, es familiarizarnos con algunos de sus menús, ya que, podemos decir, no son del todo muy user-friendly, y en ocasiones dando a confusión de botones, de hecho los controles por defecto son algo… raros. Te acostumbras, sí, pero confieso que alguna poción me he tomado sin querer. Aunque el juego está en Español, también me he encontrado con problemas respecto al idioma, siendo uno de ellos que en algunos menús, otra vez, el texto se encuentra demasiado pequeño, e incluso fallos a nivel de traducción y erratas.

La curva de dificultad también es un poco inestable, incluso diría que la de ganancia de experiencia. No es que el juego te ponga barreras como tal, porque al final si te las ingenias vas a acabar venciendo, y si no exploras más y subes de nivel, pero como que se puede encontrar cierta descompensación en cuanto a la dificultad según la zona. Lo de la experiencia, es quizás más un… ¿salto? Osea de repente ganas muchísima experiencia a cada enemigo que matas, supongo que para compensar esa dificultad elevada. Que a ver, a título personal, no he tenido complicaciones, pero sí que puedo apreciarlo.

Por último, me hubiese gustado que se incluyese dentro del juego algún tipo de diario en el que acumulasemos la información o algún bestiario, ya que los enemigos pueden dropear equipamiento y diferentes objetos, de manera que pudiesemos llevar un mejor control sobre esto. Creo que este añadido haría el juego una experiencia mucho más increible. Sin embargo, también soy consciente de que el equipo de desarrollo es bastante pequeño, sin ir más lejos, son más actores de voz que desarrolladores, así que bueno, pedir es gratis.

Conclusiones del análisis de Verho – Curse of Faces

Sinceramente, cada minuto invertido en Verho – Curse of Faces ha sido una experiencia totalmente excelente, aún siendo consciente de que no es un producto perfecto, y ni siquiera para todo el mundo, pero hay una cosa importante: sí lo es realmente para mi. Como digo, es un género que me fascina, y del cual, salen realmente pocos títulos al año, de hecho, ya es raro verlos en desarrollo… Pero lo que ha hecho el equipo de Kasur Games ha sido fascinante en todos los sentidos, porque si lo que querían era hacer un juego que recordase más a los clásicos, y encima, que se le recuerde, creo que han dado con todas las claves. Respeta al género y lanza guiños a viejos y nuevos juegos, funciona en todos sus apartados (incluso con esos fallitos, sí), tiene un mundo brillantemente construido para atrapar y una enorme cantidad de horas que poder dedicarle.

No sé si el que está leyendo esta barbaridad escrita está minimamente interesado, pero deberías darle una oportunidad. Es una de esas joyas indies que de verdad merecen muchísimo reconocimiento y descubrimiento. Y bueno, dejar claro, que seguramente, todavía hay cosas del juego que desconozco… Ese es el nivel.