El estudio indie Hypnohead lanzo The King is Watching en 2024, un título que se lanzó con la difícil tarea de mezclar un juego de gestión de recursos, defensa de un reino y un sistema roguelite. Pues bien, se han decidido a lanzar una expansión gratuita llamada El Volcán.
Todo esto ya nos suena de otros juegos, pero no todo iba a ser tan sencillo. En este título los edificios solo funcionan bajo una condición muy sencilla, el rey debe de estar mirando si quieres que todo funcione. Con este concepto, el juego se diferenció dentro del género e hizo a muchos invertir un sin fin de horas dentro de su reino.
Contenido
El infierno también necesita un rey
The King is Watching estrena ahora en 2025, su nueva expansión gratuita llamada The Volcano. Esta añade un nuevo mapa y un conjunto de mecánicas que expanden aún más las mecánicas, centrándose en un ambiente más oscuro, hostil y exigente.
Nos han dejado probarlo unos días antes de su lanzamiento y os vamos a contar un poco que aporta para el jugador que disfruto en su día el juego base y como hace cambios para que quieras invertir otro porrón de horas más en el mismo.
Pero antes de meternos de lleno con esta actualización, conviene también repasar brevemente a The King is Watching para aquellos despistados que dejaron pasar en su día este título sin pasar bajo la mirada del rey.
Un reino que solo funciona mientras lo miras
The King is Watching es, en esencia, un juego de gestión de reino con estructura de roguelite, pero con una mecánica muy única y que lo cambia todo: la mirada del rey. En lugar de tener un reino que va trabajando y generando con el paso del tiempo, nadie en este reino se digna a trabajar a no ser que el rey este mirando. El resto se queda congelado en el tiempo a la espera de que el rey vuelva a posar sus ojos sobre ellos.
Este detallito hace que cada partida sea un puzle de prioridades infinito mientras dure. ¿Miras a las granjas para producir comida? Entonces no estás mirando a tus soldados. ¿Te centras en el oro? Puede que te estés quedando sin madera para tus construcciones. Todo ocurre en tiempo real, con oleadas de enemigos, los cuales no serán tan amables de esperar a que mires donde debes.
Aquí no se trata de ir cogiendo las mejores unidades o construcciones, sino de saber cuando mirar a cada cosa. Las partidas se vuelven frenéticas: mover la mirada, optimizar la distribución, preparar unidades de defensa, volver a recoger recursos… cada segundo cuenta y puedes dejar de mirar en ningún momento.

A eso hay que añadir su estructura roguelite: oleadas de enemigos, artefactos, mejoras dentro de las partidas y muchas otras mejoras y desbloqueos que van desbloqueándose run a run. Perder es solo una forma de volver al menú y comprar nuevas mejoras. Si te has quedado a un pelo, puede que esta vez te sea algo más fácil… o no.
Visualmente, se decanta por un pixel art muy minimalista. No es un juego que te abrume por puro gráfico, pero hace que todo lo que pase sea entendible y la verdad es que se ve muy bonito pese a apostar un estilo más simplificado.
El Volcán: esta vez el mapa también te quiere matar
La actualización de El Volcán no se limita a añadir un mapa y ya. Esta vez nos llevan a un nuevo bioma volcánico construido sobre un pacto con el infierno, un reino que se tambalea y donde la propia tierra estará en nuestra contra.
Llegan nuevas decisiones y peligros a nuestro reino:
- Los enemigos son criaturas infernales y adaptadas al entorno, siendo más resistentes y mortales.
- Los eventos giran en torno a la corrupción, los sacrificios y los pactos para conseguir poder.
- El ambiente y los sonidos también se han vuelto más opresivos.
- Y las decisiones… bueno, estamos jugando con poderes oscuros. Tú sabrás lo que haces.
Donde el juego base ya te obligaba a tener un ojo en todo, esta actualización añade una capa adicional: el poder infernal dentro de las Runas Abisales y el Medidor de Adoración. El infierno siempre te ofrecerá poderes muy tentadores… pero nunca gratis.

Uno de los pilares del juego base eran las edificaciones y en esta expansión de contenido no es menos. En esta se introducen nuevas construcciones temáticas sin romper el sistema de juego ni las sinergias. Ahora entran en juego los Cuarteles infernales, el Encantador de Runas y muchos otros edificios ligados a sacrificios y de corte infernal.
Todo sigue estando dentro del mismo reino, reino el cual sigue funcionando únicamente bajo la mirada del rey. Eso sí, ahora no solo gestionaremos los recursos, sino que también controlaremos cuanto nos acercamos a las fuerzas oscuras.
La dificultad ya no viene únicamente de los enemigos
En el juego base la presión venía sobre todo de las oleadas y de tu capacidad para poder gestionar la producción mientras mantenías la defensa de manera simultánea, pero ahora con el volcán la dificultad también radica en lo que se cuece dentro de los muros. No solo luchas contra las oleadas que quieren traspasar las puertas, sino contra las consecuencias de tus decisiones y de las posibles arremetidas del volcán.
Al usar Runas Abisales podremos desbloquear grandes recompensas para nuestro reino, pero también conseguiremos arremetidas más violentas y peligrosas, lo que nos pondrá las cosas bastante más difíciles.
Tranquilos que para jugar no tendremos que haber desarrollador unos grandes reflejos o nuevas habilidades, pero sí que tendremos que empezar de forma diferente y a sopesar mejor los riesgos asociados a nuestras elecciones.

El ritmo del juego ha cambiado
Parte de las críticas al juego base eran debidas a que en partidas largas, el ritmo podía volverse algo monótono si por algún casual habías conseguido una estrategia ganadora desde los primeros compases. Esta actualización rompe esto de forma bastante agresiva.
Estas nuevas runs se sienten menos controlables, son algo más difíciles de estabilizar y de encauzar. La tentación de usar las runas abisales para acelerar nuestro progreso puede jugar en nuestra contra despertando al volcán, así que nos tocara poner el freno o jugárnosla e ir a por todas. Entramos aquí en un riesgo-recompensa lo que hace las partidas mucho más entretenidas y llenas de desafíos.
El componente de roguelite no ha desaparecido y el rumbo de nuestra partida siempre está supeditado a como de bien sabemos lidiar con las circunstancias y el componente de azar.

¿Aporta algo realmente nuevo?
Esta es una pregunta clave en cualquier DLC. En el caso de esta expansión, la respuesta es clara: si aporta algo nuevo, pero no esperes una jugabilidad diferente. La base es la misma, pero introduce suficiente como para refrescar la jugabilidad y hacer que se enganchen hasta aquellos que acabaron exprimiendo el título base. Estamos ante una profundización de un juego que de base ya era muy redondo.
No es una expansión pensada para jugadores nuevos. Es el DLC de un roguelite para aumentar aún más las horas de contenido de aquellos que ya han superado los compases iniciales y buscan un subidón de revoluciones.
Análisis: The King Is Watching - El Volcán (DLC)
✅ Lo Bueno: • Viene con novedades suficientes para dedicarme un sin fin de horas más. • El juego se ha vuelto más dinámico y desafiante para los jugadores veteranos. • Es gratis. ❌ Lo Malo: • Puede llegar a ser algo desafiante para aquellos jugadores menos acostumbrados. • Tendrás que completar una parte del título para poder llegar a este contenido.
8.5




