Análisis: Brew

Análisis: Brew

Al principio me interese en este juego principalmente por lo pulido y llamativo de su apartado artístico, sin embargo Brew es mucho más que eso. En este análisis vamos a repasar las características que hacen de Brew un roguelike en tercera persona que se siente como una pequeña bocanada de aire fresco dentro de un género cada vez más saturado. Así que, prepárate para adentrarte en el mundo de Brew y enfrentarte a las distintas pruebas de la academia de alquimia más famosa de todo Alchion.

La idea que hace especial a Brew: La alquimia

Como he comentado antes, este es un género que está bastante saturado en la actualidad y está claro que cada nuevo título que se quiera colar en el mercado de este género debe traer algo nuevo e innovador. Los cimientos que fundamentan los roguelike son: los numerosos intentos, la relación con distintos personajes y cómo uno va desentrañando su historia a través de intentos y conversaciones. Brew tiene todos estos elementos clásicos del género pero decide enfocar todo su mundo y por tanto su jugabilidad en la alquimia.

En este mundo llamado Alchion, la alquimia es la ciencia que lo rige todo. Nuestro objetivo como jugadores es, después de haber intentado entrar innumerables veces, superar las pruebas de la academia de alquimia más prestigiosa del mundo. Durante nuestra estancia allí conoceremos a distintos compañeros y profesores con los que entablaremos amistades y que luego nos ayudarán de ciertas maneras dentro de la torre. La torre es donde tienen lugar estas distintas pruebas y posee cuatro niveles que debemos superar si queremos graduarnos cómo gran maestro alquimista y cada uno tiene distintas dificultades a las que debemos adaptarnos.

Para poder llegar a lo más alto de la torre, haremos uso de las pociones, las cuales serán probablemente el recurso más valioso que tenemos a mano. Mientras vayamos derrotando a enemigos iremos consiguiendo distintos materiales para crear estas pociones y que nuestro paso por la torre sea más ameno.

El uso de las pociones

Como ya he comentado este es el recurso primordial en el que se fundamenta todo el gameplay y que hace de Brew un juego innovador. Tenemos distintos tipos de pociones que podemos usar, todas basadas en elementos cómo: aire, fuego, agua, etc. En total tenemos seis pociones, que pueden parecer pocas pero gracias a una mecánica inteligente que implemente este juego hace que solamente con estas seis el gameplay pueda llegar a ser realmente variado.

Está mecánica de la que hablo consiste en tener tres posibilidades distintas de utilizar estas pociones. Podemos beberlas, lo que hará que se nos traspase el efecto del elemento a nuestro cuerpo, dotando de distintas habilidades nuestro ataque cuerpo a cuerpo y nuestro movimiento de esquiva. También podemos lanzar las pociones y estas crearán una pequeña superficie también con los efectos del elemento en cuestión (por ejemplo, la poción de hielo congela a los enemigos). Y por último, la opción que a mi parecer es la más entretenida, puedes aplicar las pociones a tu arma básica y esta se convertirá en un arma distinta. Por ejemplo, la poción de aire convierte tu arma en un francotirador.

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Además, tenemos distintos ingredientes básicos que aumentarán el efecto de las distintas aplicaciones de las pociones. La plata sirve para que si lanzamos una poción, su radio de efecto y su duración sean mayores. El oro hace que si nos bebemos una poción, su tiempo de efecto sea más grande. Y el cobre consigue que cuando usamos una poción para potenciar nuestra arma, esta tenga más balas y mayor daño. También podremos ir desbloqueando distintos ingredientes para nuestras pociones según su elemento, deberemos jugar con ellos y los bonificadores que estos tienen para poder superar los desafíos de la torre.

Al principio de cada intento podremos elegir únicamente una poción y el resto serán elegidas aleatoriamente. Además, también podremos elegir que material básico le queremos dar a cada poción y eso modelará nuestro estilo de juego durante ese intento. Haciendo que cada uno de ellos se sienta un poco distinto que el anterior lo cuál lo vuelve más divertido.

El sistema de relaciones

Durante nuestra estancia en la academia conviviremos con distintos compañeros y profesores con los cuales podremos mantener relaciones de amistad. Este es más un minijuego de rol y relaciones que tiene Brew ya que es bastante sencillo y realmente puedes completar el juego usando esta mecánica por encima. Sin embargo, le da al juego una sensación de rol que además hace que la academia se sienta más viva.

Podremos hablar con nuestros compañeros entre intento o intento y a veces nos los encontraremos dentro de la torre realizando la prueba cómo nosotros. La manera de hacer que nuestra amistad crezca con estos personajes será entablando conversaciones con ellos y haciéndoles distintos regalos. Los regalos que le podemos hacer a nuestros amigos no son nada más y nada menos que los ingredientes para las pociones. Deberemos averiguar que ingrediente es el favorito de quién y quien odia qué ingrediente.

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El sistema de relaciones no es un añadido únicamente creado para añadir un componente de rol o ayudar con la ambientación del juego. También nos ayudará con nuestro desafío en la torre. Según vayamos teniendo una mayor amistad, los personajes nos darán: nuevos ingredientes, nuevas mejoras o dinero para hacer mejoras permanentes.

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El único aspecto malo de los personajes que veo es el elevado número (aunque no sea elevadísimo) de personajes que hay. Esto lo digo porque al haber tantos personajes pienso que algunos han sido creados más por relleno y por tanto pecan de planos o típicos mientras que hay otros que son realmente carismáticos y más interesantes. Pienso que habría sido más interesante tener un elenco de personajes menor pero que cada uno de ellos tuviese más personalidad y mayor trasfondo. Sin embargo, este sistema de relaciones hace de Brew un juego mucho más completo.

La jugabilidad de Brew

Cómo he dicho al inicio del análisis, me interese por este juego principalmente por su apartado artístico, el cuál me resultó llamativo. No tenía mucha esperanza y tampoco sabía que esperar realmente del gameplay de Brew. Sin embargo, me llevé una grata sorpresa al ver lo divertido, dinámico y sobre todo entretenido que era ir superando los desafíos de la torre e ir experimentando con los distintas pociones.

Cuando empezamos el juego, tenemos pocos recursos y solo unas pociones disponibles. Sin embargo, a medida que vamos avanzando cada ves tenemos más recursos a nuestra disposición, lo que hace que cada vez se vuelva más entretenido. Cómo en cualquier roguelike, tenemos distintas salas en las que conseguiremos mejoras que se aplicarán únicamente durante ese intento. Pero, fuera podremos conseguir mejoras para nuestro personaje que se mantendrán durante todos los intentos.

Análisis: Brew

Cada jugador tiene distintos modos de jugar, pero mi favorito es ir consiguiendo mejoras para la velocidad de movimiento lo que vuelve el juego realmente dinámico. Esto no funcionaría si el juego no funcionase tan fluido cómo realmente funciona, y es que esa fue mi mayor sorpresa, el juego funciona realmente fluido y todos los elementos funcionan bien en sincronía. Lo cual hace que intentarlo una y otra vez sea divertido y adictivo.

Análisis: Brew

Aunque todo sean aspectos positivos, es cierto que la dificultad del juego no es reamente alta. Se trata de un juego fácil de dominar y que no requiere den una cantidad inmensa de horas para completar su historia. Esto no tiene por qué ser un factor negativo pero es cierto que algunos jugadores prefieren algo más desafiante, y el desafío de Brew se mantiene solamente durante algunas pocas horas.

El apartado artístico de Brew

En primera instancia este es el factor que más llama la atención de Brew, su estilo visual a medio camino de la caricatura y el cell-shading le pega perfectamente a este juego de personajes basados en animales y lleno de color. Cada nivel de la torre está enfocado en una asignatura, por ejemplo, botánica. Cada una de estas tiene una ambientación distinta y cada una de ellas tiene enemigos distintos y escenarios distintos.

Además, el diseño de enemigos, jefes y personajes son bastante originales y casan perfectamente con el juego, dotando así a Brew de una identidad característica. Aunque el diseño de la interfaz pueda ser simple, realmente casa con las estética del juego y funciona con los demás elementos. En lo que más destaca Brew es en el diseño de sus personajes y sobre todo de sus escenarios.

Conclusiones

En conclusión, Brew es un juego que consigue tomar los fundamentos del género que pertenece a la perfección. Sin reinventar el género ni tener una idea que aparentemente pueda dar juego, realmente funciona. Brew recoge la alquimia cómo idea fundamental haciendo que tanto su mundo cómo su jugabilidad funcionen con respecto a esta. Destaca en lo divertido, entretenido y sobre todo adictivo que puede ser su jugabilidad aunque no sea la más desafiante del mundo y sea fácil de dominar. Su sistema de relaciones aunque más simple que el de otros títulos del género funciona a la perfección.

Además, si acompañamos todo esto de un apartado artístico que, de nuevo, sin reinventar nada resulta carismático y acogedor; hacen de Brew una experiencia tanto para gente que se quiera iniciar en el género roguelike cómo para gente más experimentada en este tipo de juegos pero que quiera experimentar algo más nuevo con los mismos fundamentos de siempre.

Este análisis se ha realizado en PC gracias a una clave proporcionada por Keymailer

Análisis: Brew

✅ Lo Bueno: • Gran apartado artístico • Buena entrada al género roguelike • Jugabilidad fluida y dinámica • ❌ Lo Malo: • Relativamente sencillo • Fácil de dominar • Algunos personajes opacan a otros •

Puntuación del editor:
8.5

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