30 años después vuelve Simon the Sorcerer con esta precuela. Te explicamos cómo le ha ido en nuestro análisis.
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Vuelve Simon the Sorcerer
El juego original se publicó hace ya más de 30 años. Por aquel entonces Simon the Sorcerer apareció en medio de un contexto dominado por completo por Lucas Arts y con alguna alternativa interesante de Sierra Online . Con un marcado sentido del humor ácido, un gran guion y puesta en escena de los puzles y un magnífico entorno visual para la época, fue capaz de hacerse hueco entre las grandes aventuras gráficas.
El personaje, claramente inspirado en Rincewind de los libros del universo Mundodisco de Terry Pratchet, como así reconoció su autor, se convertía en aprendiz de brujo de la noche a la mañana al ser víctima de un hechizo de tele transportación a otra época y tener que buscar la manera de volver a casa. Para ello debía derrotar a Sórdido, y el resto es historia que merece ser jugada.
Ahora, en esta precuela el periplo se repite, aunque en esta ocasión el punto de tele transporte es anterior en el tiempo. Simon se reencuentra con el mago Calypso y el villano Sórdido pero en ese momento estos aún no le conocen, supuestamente. Y el objetivo es encontrar los tomos perdidos del Primer Mago.

Simon the Sorcerer Origins, nostalgia pura
El encargado de revivir a Simon the Sorcerer es el estudio italiano Smallthing Studios, quien ha tenido a bien plantar una serie de referencias al original -easter eggs- sin afectar a la narrativa ni perturbar a los que contactan con Simon por primera vez, como el perro Chippy, los propios Calypso y Sórdido, la barba postiza del Primer Mago o incluso una copia del baúl animado que acompañaba a Rincewind en sus viajes y que protagoniza un puzle hacia la mitad del juego.
Smallthing Studios reclaman haberse inspirado en los dibujos animados de los 90 -no dejo de pensar en Hanna-Barbera cuando veo el resultado- para acometer el entorno gráfico. Completamente dibujado a mano, a ratos incluso semejante a un libro de ilustraciones infantil creado con acuarelas, artísticamente es un grato golpe de nostalgia al que además le puedes, si quieres, aplicar un efecto retro granulado propio de las cintas VHS de los 90, aunque las animaciones se me antojan un tanto bruscas, un lunar en el apartado global visual.
Accesible desde todas las plataformas
Algo que me ha llamado la atención es la renovación del sistema de control. Siendo Simon the Sorcerer Origins un «point and click» de toda la vida, mientras que en PC puedes seguir jugándolo con el ratón de la forma más tradicional -yo probé su demo para esta plataforma durante la pasada Steam Next Fest– en consolas se ha adaptado el interfaz para ser jugable desde un mando de control de forma muy elegante. Soy de los reticentes a jugar a estos juegos fuera del PC o soporte «pantalla táctil», pero con este título me han convencido.

La gran novedad de esta nueva entrega es que ahora a lo largo de la aventura Simon va a ser capaz de aprender tres hechizos: Flambergo, Freezesneezius y Windado, o lo que es lo mismo, invocar elementos de fuego, hielo o viento y aplicarlos sobre objetos del escenario o del propio inventario. Y hacia la mitad del juego también deberá hacerse con un sombrero de mago que puede replantear el propósito inicial de algunos ítems y convertir su efecto sobre otro objeto en algo totalmente antagónico.
Así, a la mecánica tradicional de resolución de puzles en base a hablar con personajes, examinar con detalle cada escenario y combinar piezas para obtener nuevos objetos, se le suma una nueva dimensión que al menos yo no recordaba en otros juegos del género, y es la transformación gracias a la magia de los encantamientos y el uso de ese Sombrero Blanco.
¿Vale la pena?
Pues sinceramente, mucho. Lo que más valoro en este tipo de juegos no es el apartado gráfico ni la historia, que con ser aceptable me vale. Lo que realmente me llena es que el puzle sea complicado pero no inverosímil. Ni me apetece gastarme el dinero en un paseo de cinco horas, ni necesito que se alargue artificialmente con acertijos enrevesados, que de esos hay unos cuantos ejemplos. Es cierto que de vez en cuando me ha costado dar con la pista adecuada, pero nunca he sentido que una vez encontrada no siguiera un razonamiento aceptable.

En Simon the Sorcerer Origins no he encontrado puzles rebuscados, ni localizaciones excesivamente largas y tediosas donde hay que buscar desesperadamente objetos con los que interactuar, o rastrear al milímetro un escenario por si se me hubiese pasado por alto algún elemento clave para avanzar. Lo que he obtenido es una mecánica muy rejuvenecida en un contexto muy clásico, y eso es casi una contradicción muy positiva.
Ante todo hay que mantener la calma, ser reflexivo y buscar entre lo que se halla a simple vista, sólo así se disfruta más. Salvo en algún momento puntual no he tenido que volver muy atrás a un escenario, y gracias a su sistema de traslado inmediato por el mapa tampoco se me hizo pesado. Lo normal es que lo completes en unas 10 horas si eres de los que no echa mano de ninguna guía y disfrutas de la lógica de la resolución del puzle insistiendo y discurriendo la solución. Es lo más satisfactorio en Simon the Sorcerer Origins y en general en un género tan constantemente puesto en duda.
Este análisis se ha realizado en Xbox Series S gracias a una clave proporcionada por ININ Games.
Análisis: Simon the Sorcerer Origins - ErreKGamer
✅ Lo Bueno: • La inclusión de hechizos• La nostalgia del entorno gráfico• El diseño de puzles❌ Lo Malo: • Las animaciones
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