Double Fine, el estudio dirigido por Tim Schafer, nos trae este preciosista Keeper. Descubre más en nuestro análisis.

Keeper: más que una historia

Artísticamente se ha convertido en mi Game of the Year para este 2025. Así de contundente empiezo este análisis. Ahora debo justificar mi taxativa afirmación, pero entretanto si eres usuario de Game Pass de PC o Ultimate en consola lo vas a tener nada más salir a la calle, justo a la par que se publica este artículo, así que deberías dejar descargando el juego mientras sigues leyendo, porque te van a entrar ganas de probarlo inmediatamente.

Análisis: Keeper

De hecho, durante la primera media hora de aprendizaje tuve la sensación de estar frente a uno de tantos bonitos e inofensivos walking simulators, una bizarrada de uno de los creadores de los Monkey Island y padre del atemporal Grim Fandango, pero la curiosidad por seguir descubriendo cómo se desarrollaba la historia me hizo advertir que el faro protagonista de este… ¿cuento interactivo llamado Keeper? iba ganando enteros gracias a sus continuas vicisitudes.

Sí, el protagonista es un faro, una construcción de piedra que por arte de magia se despega del suelo, le crecen patas de araña y aprende a caminar. Su abrupta puesta en escena tiene que ver con el rescate de un pájaro extraño y al que la narrativa identificará como Ramita para referirse a él. Gracias a su potente haz de luz nuestro faro libera al ave de las fauces de la oscuridad y permite que juntos emprendan una aventura cuyo objetivo no está nada claro.

Análisis: Keeper

Un curioso protagonista

Con las primeras capturas y el tráiler promocional del juego me surgió la duda de cómo se iba a controlar un faro y, lo fundamental, cómo ello se iba a hacer apetecible y divertido para el usuario. Tras completar el juego me quedo más que satisfecho, ya que durante el mismo el protagonista va a sufrir ciertos cambios que voy a tratar de sortear en mi análisis para no romperte la magia de ser tú quien los descubras, y ello conlleva una evolución de las mecánicas de juego que forman parte de su atractivo global.

Al principio Keeper se parece a una especie de cuento infantil donde hay que limitarse a seguir el camino trazado y enfocar la lente para limpiar obstáculos. Es entonces, y justo antes de caer en la monotonía, cuando empiezan los primeros contratiempos para el protagonista, con partes de plataformas, de exploración y de habilidad y siempre, y esto es importante, con la premisa de que no se puede morir. Gracias a eso consigue mantenernos expectantes y con ganas de descubrir el desenlace final pero sin recurrir a una dificultad exagerada.

Análisis: Keeper

Técnicamente brutal

Lo que más llama la atención nada más empezar a jugar es su apartado visual. Utiliza el Unreal Engine 5 para dar vida a un mundo de fantasía, en un diseño artístico excepcional que no hace sino mejorar conforme avanzamos. Quizá el último escenario sea, a mi gusto, lo único discordante en todo el juego. Tal vez los autores quisieron dar a entender una explicación de por qué pasa todo en Keeper que no me ha llegado, pero es mi interpretación, veamos el resto de opiniones cuando se ponga a la venta y surjan los análisis de los usuarios.

Parte de su encanto es que no hay una historia narrada como tal. Ni una sola línea de diálogo, ni una sola pista, ni una sola explicación, simplemente avanzar descubriendo la manera de hacerlo a través de sencillos puzles que generalmente implican «limpiar» una zona de mugrienta oscuridad. No hay botón de ataque, no se necesita; basta con sólo una acción para reclamar la ayuda de Ramita y poder recoger o activar algo, una acción para acelerar el movimiento y el gatillo para amplificar el halo de luz del faro cuando sea menester.

Análisis: Keeper

Precisamente esa necesidad de hacer avanzar al personaje y a la vez dirigir las ráfagas hacen que los dos sticks estén ocupados y que no se pueda orientar la cámara a nuestro gusto, sino que esta se coloca de forma inteligente y automática detrás de nosotros en función de hacia donde miramos. En general esto funciona bastante bien, si bien es cierto que he echado de menos la libertad de poder resituarla en momentos puntuales del juego donde había momentos plataformeros o se requería de cierta habilidad y sincronización.

Como algo negativo, y siendo muy purista, destaco algún fallo más achacable al propio motor que al juego en sí, porque lo he visto en otros títulos con mayor presupuesto que comparten Unreal Engine 5 y que hacen que el personaje se enganche y no pueda avanzar o desaparezca. Me ha pasado un par de veces, por suerte el sistema de guardado es automático y pude restablecer la partida sin mayores contemplaciones. Además está anunciado un parche de día uno para arreglar estos problemas menores.

Análisis: Keeper

jugablemente sorprendente

Es la suerte de situaciones adversas que se dan en Keeper la que marca la evolución de las mecánicas de juego y mantienen el interés hasta el final. Eso y el cambio constante de escenario, probablemente dando rienda suelta a la vena creativa de sus autores. Es una sucesión fantástica de nuevos contextos que justifican por qué el título es tan especial. Un alarde de creatividad que es sin duda su punto fuerte.

Eso sí, realmente Keeper no es un juego difícil ni de acción desbocada. Requiere de intensidad porque se consume muy rápidamente, pero ni los puzles son complicados ni las zonas de exploración son muy extensas. En mi caso me he quedado estancado un par de veces por no mirar bien en el escenario y por presumir algo que era mucho más sencillo de resolver de lo que me imaginaba.

Análisis: Keeper

Lo mejor de todo es ese equilibrio entre las transformaciones que vive el faro protagonista y los escenarios en los que discurre el argumento de la historia. Se vive como si se leyera un cuento y se avanza de forma sorprendente, puesto que toda la narrativa es inesperada, y eso es de agradecer en un mundillo el de lo videojuegos acostumbrados al cliché, a salvar el mundo y a que los buenos siempre ganan.

Conclusión

Keeper es un gran juego. Quizá algunos fallos técnicos propios del motor Unreal, un planteamiento general más orientado a avanzar que a resolver puzles complejos y a una sensación final de que se hace algo corto, le impiden estar en lo más alto de entre los títulos que han salido este año 2025. Pero es una experiencia imprescindible para los jugadores más curiosos.

Visualmente increíble, especialmente si te gustan los entornos de plastilina y personajes fantásticos, con una implementación de la iluminación digna de un triple A. Tiene una «pega», y es que sale día uno en Game Pass, así que la opción de compra estando suscrito al servicio se complica. Te lo puedes acabar en entre 6 y 10 horas y salvo que quieras completar el 100% de los logros, el juego no anima a darle una segunda vuelta. Pero estaba claro que mantener ese alto ritmo de creatividad y alarde técnico iba a limitar su duración. En cualquier caso, que se haga corto dice mucho a su favor.

Este análisis se ha realizado en Xbox Series S gracias a una clave proporcionada por Xbox España.

Análisis: Keeper - ErreKGamer

✅ Lo Bueno: • El diseño artístico• Engancha hasta el final• Los juegos de luces❌ Lo Malo: • Se hace corto • Algunos fallos técnicos

Puntuación del editor:
8.5

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