Análisis: Dying Light The Beast

Análisis: Dying Light The Beast

Techland lo ha vuelto a hacer. Su saga Dying Light no deja de sorprendernos expandiéndose más y más, ahora con nada más y nada menos que The Beast: una vuelta al personaje del primer título pero un modo de juego renovado y más pulido.

Análisis: Dying Light The Beast

En Dying Light: The Beast volveremos a ponernos en la piel de Kyle Crane para vivir una emocionante historia de venganza y encontrar al desgraciado que le convirtió en… bueno, una bestia.

Redenciones (para quien viera un problema)

En Techland saben escuchar al público, y parece que escucharon bien cuando nació la discusión con el segundo título de su saga, del que dijeron que podría haber hasta cuatrocientas horas de contenido opcional. Mucha gente se llevó las manos a la cabeza y surgió un debate sobre la duración de los videojuegos y la calidad de los mismos.

Análisis: Dying Light The Beast

Ahora Dying Light: The Beast viene quizá en acto de redención algo más corto, pero también más contundente. Se habla de que la historia principal del título en cuestión nos lleva aproximadamente unas 20 horas, y el contenido adicional las sube hasta 40. ¿Yo? Yo soy lentísimo, siguiente pregunta, señoría.

El apartado artístico de Dying Light: The Beast

El apartado gráfico de este título es simplemente sublime. No siempre tienes la oportunidad de ver las venas y el pelo de los brazos con tanta claridad. A eso le sumamos el uso de las luces de forma excepcional, una oscuridad capaz de generar claustrofobia y una linterna perfectamente hecha, y nos queda un apartado artístico realmente bueno.

La expresión facial de los personajes de Dying Light: The Beast aporta al hecho de que 2025 tenga las mejores de todos los tiempos con una diferencia excepcional antes solo vista en títulos contados con los dedos.

Análisis: Dying Light The Beast

El apartado musical en un título de zombies podría parecer que sobra, ¿verdad? Pero en este videojuego no solo consigue generar tensión cuando tiene que generarla, sino que también nos hace molar más en los momentos en que vamos saltando por ahí y reventando cabezas con lo primero que encontremos. Un pequeño detalle es la musiquita tranquila en la sala de descanso, al más puro estilo Resident Evil, pero con un estilo propio desbordante.

El apartado sonoro en un juego tan físico, tan cercano, tan de golpear, es perfecto. Un grandísimo trabajo que nos hace sentir dentro del título, sobre todo sumado a la excelentísima primera persona que podemos disfrutar en este título.

Una beastialidad de mecánicas

La jugabilidad de Dying Light es bastante buena, permitiéndonos tanto un combate cercano como uno más táctico y a distancia. Además nos deja la posibilidad del sigilo y la distracción. Este es muy importante dada la velocidad de algunos zombis.

Uno de los grandes añadidos de este título es sin duda alguna el modo bestia, que se consigue mientras golpeas y te golpean, haciendo que Crane pierda el control y adquiera mucho más poder para repartir golpes a bocajarro. A veces puedes sentir que pierdes el control usando este modo, y creo que no hay forma más diegética de diseñarlo.

Análisis: Dying Light The Beast

Todo esto sucederá en Castor Woods, una localización que, si bien no es gigantesca, es lo suficientemente grande como para guardar bastantes secretos y nada más ni nada menos que casi cien coleccionables si los sumamos todos. Lo más interesante es que en Dying Light: The Beast prima la verticalidad, y eso aporta frescura y una sensción de que el mapa es mucho más grande de lo que es en realidad.

Juega como quieras en Dying Light: The Beast

Para movernos por Castor Woods tendremos lo que ha caracterizado a toda la saga. Como diría el cartismático Michael Scott: ¡PARKOUR! Gracias al parkour podremos movernos muy rápido por todo el mapa, así como disfrutar de la verticalidad del mismo.

Por otro lado están las armas, que permiten gran variedad de formas de derrotar a los enemigos. No solo porque cada una se siente de una forma u otra según su peso, agarre y forma de golpear, sino que las armas a distancia también se sienten muy distintas. Además, el sistema de apuntar a diferentes partes del cuerpo está muy bien medido, haciendo muy real (y a veces incluso satisfactorio) la forma en que Crane golpea a los enemigos.

Análisis: Dying Light The Beast

Todo esto viene enlazado con el pegamento perfecto: una primera persona tan bien hecha que hará que las pesonas a las que no les guste esta perspectiva (y me incluyo en este perfil) acaben adorándola. La escalada se ve increíble desde esta primera persona, la forma en que camina, corre y salta Crane es simplemente perfecta.

Puedes modificar varios aspectos jugables para jugar como quieras a The Beast. Entre ellos está la dificultad, cuánto vas a ver de la interfaz (es decir, marcadores, vida…) o elegir si quieres online mientras estás jugando. Elige lo que quieras, pero si seleccionas los marcadores a veces se pasan un poco.

La narrativa de Dying Light: The Beast

La historia de Dying Light: The Beast es una historia de venganza, una historia en la que Crane querrá respuestas (y más aún) del Barón, el hombre que le tuvo prisionero como un conejillo de indias y que le transformó en bestia. El problema es que él está muy débil y el Barón controla todo Castor Woods, por lo que lo va a pasar regular.

Análisis: Dying Light The Beast

Pero no es problema, más pronto que tarde Kyle Crane encontrará algunos aliados que le ayudarán no solo a escapar de su prisión, sino a vengarse y recuperarse de su malestar. Para ello tendrá que conseguir GSB, una especie de estimulante que le dará vitalidad y que solo puede encontrarse derrotando quimeras, zombis que han sido parte de experimentos como los que Crane sufrió en sus propias carnes.

La narrativa de The Beast, más que frenar la acción para contarnos algo, la apresura y la mejora.

Y por si no recordabas qué había pasado en Dying Light 1, no te preocupes, que te cuentan un resumen si así lo deseas.

Análisis: Dying Light The Beast

Dying Light: The Beast es un título capaz de hacer frente a sus primeras partes y decir con la cabeza bien alta que ha mejorado la saga, que sigue como siempre e incluso mejor. Si te gustan las aventuras de zombis este es un imprescindible al nivel de los más aclamados, y esto son palabras mayores.

Este análisis se ha realizado con una clave para PC proporcionada por Techland.

Análisis: Dying Light The Beast - ErreKGamer

✅ Lo Bueno: • Una gran personalización de personaje • La primera persona es de las mejores que he podido jugar • Un apartado artístico de lo más detallado ❌ Lo Malo: • A veces se excede con los marcadores • El modo bestia es demasiado caótico (esto también es bueno)

Puntuación del editor:
9.5

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