Análisis: The Riftbreaker 2.0

Análisis: The Riftbreaker 2.0

Aprovechando la salida de la versión 2.0 (que incluye el cooperativo multijugador oficial) de The Riftbreaker, os traemos el análisis de lo que considero uno de esos juegos comehoras que fácilmente te hacen perder la noción del tiempo. Un título que incluye defensas de bases frente a oleadas de enemigos, peleas contra enemigos complejos y duros, su propia historia con distintos biomas, problemas que solventar en ellos y los recursos que necesitaremos para sobrevivir a Galatea 37.

Y os aseguro que TODO es mejor en compañía, especialmente en juegos cooperativos como este. ¿Queréis saber que nos ha parecido? Pues preparaos para toda una aventura llena de peligros, bases, trozos de biomasa alienígena saltando por los aires y momentos muy tontos con nuestros compañeros.

Si queréis saber la lista de cambios completa, eso si, os recomiendo echar un ojo a la noticia porque no es poca cosa.

Entendiendo como funciona The Riftbreaker

Lo primero y antes de todo, The Riftbreaker es un juego más centrado en el combate con el mecha y la defensa ante las cientos de oleadas que vamos a sufrir durante nuestra partida usando torretas y trampas: de alguna forma hay que defender la recolección de recursos. Además han mejorado el sistema de botín para que los combates nos recompensen con armas que incluyan mejoras más allá de las que ya podíamos construir.

Todo esto lo hace mezclando la construcción de bases, la investigación gastando recursos de tecnologías nuevas, el expandirnos a distintos mapas y avanzar en el objetivo principal de la historia (que es interconectar el planeta con La Tierra). Un juego con horas para planificar y abrirnos paso a golpes entre la fauna y flora de Galatea 37.

Análisis: The Riftbreaker 2.0
Base en proceso y muro levantado. Ahora a conectar todo.

Por suerte el sistema de juego es relativamente sencillo de entender: Carbonio e Ironio como recursos básicos, agua como recurso líquido sencillo (aunque luego hay más) y recursos raros para construcciones avanzadas como el Cobalto. El resto se consiguen de forma más elaborada como criando flora que sintetiza ciertos materiales especiales que usaremos para las armas y mejoras más impresionantes de nuestro arsenal.

Las oleadas de enemigos son configurables antes de iniciar la campaña y pueden convertir nuestra vida en un infierno (en The Riftbreaker, muchos enemigos significan MUCHOS) con cientos de enemigos por múltiples posiciones desde el primer momento. Y eso sin contar los especiales y los jefes, que podrán conseguir que nos vayamos al menú principal en un santiamén.

Análisis: The Riftbreaker 2.0
Hay bastantes opciones para personalizar la experiencia.

No es automatización pero recoger recursos y defenderse con torretas siempre combina bien

Al final pasaremos una gran parte del tiempo que juguemos a The Riftbreaker planificando bien en que dirección expandirnos para recolectar nuevos nodos de recursos, por donde vamos a crear el muro desde el que defendernos de los ataques y que torretas vamos a poner en que punto concreto. Y eso contando que estemos en el mapa principal, porque en otros biomas (como el de lava) no funcionaran las mismas técnicas y debemos adaptarnos.

Por suerte contamos con una gran variedad de torretas y armas, además de trampas de suelo, drones de reparación y la inestimable ayuda de nuestros compañeros. Juguemos el modo por oleadas de supervivencia o queramos enfrentarnos a la campaña en todo su esplendor, el ciclo jugable es más o menos similar (aunque no su duración).

Análisis: The Riftbreaker 2.0
Nada como un sol abrasador y cristales radioactivos para broncear la piel (o la chapa)

Las bases adicionales que construyamos también sufrirán ataques y tendremos que defenderlas pero… una vez las dejemos para ir a otro lugar, solo generaran recursos de forma pasiva y podremos olvidarnos de su defensa de forma activa.

Algo positivo a añadir es que podremos complicarnos la vida con las opciones de campaña o facilitárnosla añadiendo mods que aumentan el alcance de los conectores o permiten que los nodos sean infinitos. Vamos, horas de juego aseguradas en The Riftbreaker y posibilidad de rejugarlo con distintas configuraciones.

The Riftbreaker está lleno de peligros

Cada bioma tiene su propia peculiaridad, desde el desierto abrasador donde el calor es tan alto que hasta los edificios sufren daño si no están a la sombra o tiene arenas movedizas que dificultad nuestra construcción y movimiento, hasta las zonas subterráneas que nos alejan de los mapas abiertos en los que construir libremente y dificultaran el como defendernos.

Todos ellos vienen con un grupo de criaturas nuevas para hacer la experiencia diferente y más entretenida. Por ejemplo, en el desierto nos perseguirán hordas de lo que parecen hormigas gigantes que aguantan mucho más y son más rápidas que la carne de cañón del mapa principal que se arremolinan para que los matemos. En cambio, la zona de pantano tóxico está llena de bulbos explosivos y enemigos especiales que nos harán bastante daño en el tiempo.

Análisis: The Riftbreaker 2.0
Los Omega monstruos aparecerán desde pronto pero veremos que se complican según juguemos

A medida que nuestra base principal sea mejorada, las oleadas incluirá cada vez más y más peligros, llegando a traer incluso varios monstruos Omega que seguramente se lleven media base por delante.

Horas de juego entre la campaña, el contenido de los DLCs y lo incluido en la 2.0

Este apartado conecta justo con la última frase, tenemos una gran cantidad de horas de juego por delante. Las investigaciones para avanzar requieren cada vez más recursos. Los ataques serán más y más difíciles según avancemos tecnológicamente o vayamos a otros biomas distintos del bosque normal. Y eso sin tener en cuenta todo lo adicional que tenemos actualmente disponible tras acabar la campaña: el endgame expandido y mejorado con esta nueva actualización.

Análisis: The Riftbreaker 2.0
Tenemos 3 huecos por mano, una serie de mejoras pasivas y habilidades/consumibles que usar desde granadas a minitorretas automáticas

Solo la campaña del juego base sin los DLCs nos puede dejar entre 20 y 50 horas dependiendo de nuestra forma de jugar. Pero si añadimos las historias extras incluidas con sus nuevos biomas, investigaciones y cosas por hacer, podemos llegar fácilmente a las 40-100h. Fácilmente.

Y si nos terminamos el juego pero aún queremos enfrentarnos a más desafíos, el generador de mapas nuevos sumados a los encuentros especiales y los enfrentamientos con los monstruos Omega, pues expandiremos más si cabe el juego.

Gráficos y apartado sonoro

Además de tener unos gráficos coloridos y llenos de partículas y efectos, The Riftbreaker cumple en general en cuanto a los diseños y el entorno, especialmente si tenemos en cuenta que se acerca más a un indie con presupuesto que a un título doble a. Y la música del juego, el Main Theme seguramente se te clave en el cerebro y te veas tarareándola alguna que otra vez.

Análisis: The Riftbreaker 2.0
Con el multi, viajar requiere que todos estemos de acuerdo

No es su punto más fuerte, pero estamos ante un juego que ya es bastante sólido por todo lo demás, por lo que al final acompaña sonora y gráficamente.

Y lo mejor, ¡ahora cooperativo de hasta 4 jugadores!

Para mi gusto y algo que sentí cuando probé el juego por primera vez en Gamepass cuando salió hace ya casi 4 años era que le faltaba el componente multijugador. Un juego donde tienes varios peligros y frentes abiertos a los que enfrentarte, que permite hacer varias tareas distintas a la vez (expandirte, reconstruir, proteger, explorar y luchar) pedía a gritos compartirlo con amigos. Y es algo que la comunidad (y uno mismo) deseaba desde el primer momento.

Algo que no todos los desarrolladores hacen (porque es algo complejo y difícil, lo sé) es meterse en la ardua tarea de cambiar un juego que no estaba preparado para tener multijugador para añadirlo para que la comunidad pueda disfrutarlo.

Análisis: The Riftbreaker 2.0
La experiencia standard con amigos es explosiones y poca vida en medio de problemas

Y así hemos llegado a este día y este momento: hacer locuras con tus amigos.

  • ¿Saltar todos juntos como marines de asalto de Warhammer 40K? Perfecto.
  • ¿Empuñar doble lanzacohetes y dejar caer una lluvia de misiles casi infinita en la oleada de enemigos? Adelante, mientras tengas munición
  • ¿Especializarnos cada uno en un rol y trabajar en equipo? Ideal
  • ¿Dividirse para expandirse y explorar a la vez que construimos defensas? Pues una gran idea salvo que estés bajo asedio.

Todo posible tras este ultimo año y algo en un periodo de beta cerrada, beta abierta y finalmente la versión 2.0 de The Riftbreaker que incluye este modo cooperativo con el cual ya os aseguro: el juego mejora drásticamente. Liad a alguien y jugad juntos, ya veréis.

Conclusión

Últimamente estamos que no paramos con los análisis entre indies, aa y aaa (que podéis echar un ojo siempre desde este enlace), pero siempre da gusto estar ante un juego como The Riftbreaker y lo que ha llegado a conseguir desde su lanzamiento.

Un título que ha duplicado su contenido base con 3 DLCs y varias actualizaciones bastante gordas y que aún a día de hoy puedes conseguir de oferta por unos 30€ (incluyendo la OST en su Complete Pack).

¿Te gustan los juegos de construir bases? ¿De usar torretas para defenderte? ¿Con acción y con historia y cierta libertad para ver y hacer un poco a tu gusto? Entonces dale una oportunidad, porque el juego lo hace notablemente bien en todos esos aspectos. 66 horas y voy a volver a empezar una campaña con mis amigos en dificultad más alta para que se nos haga más cuesta arriba, así que imaginad cuanto puede enganchar.

Este análisis se ha realizado con una clave para PC proporcionada por PR Outreach

Análisis: The Riftbreaker

✅ Lo Bueno: • Bastantes horas de diversión • Ahora con cooperativo para disfrutar con amigos ❌ Lo Malo: • Hay momentos donde la dificultad pega un salto • Te tocará repetir los ciclos jugables varias veces

Puntuación del editor:
8.4

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