ANÁLISIS: KONA II: BRUME

VOLVIENDO AL FRÍO, VOLVIENDO A CANADÁ 

Efectivamente, con este Kona II: Brume volvemos a la frías y nevadas montañas canadienses para continuar la historia justo allí donde lo dejamos en la primera entrega de la saga creada por los canadienses del pequeño estudio indie Parabole.

Un juego narrativo de misterio y terror que transcurre en el interior de la Canadá francófona de los años 70 del pasado siglo y que mezcla convenientemente varios géneros para traernos de nuevo una aventura diferente y cautivadora, que en esta ocasión apuesta por ser totalmente continuista con el primer Kona, no solo por su historia y desenlace, sino también por la fórmula jugable que nos plantea. 

Particularmente, acogí de muy buen grado la publicación de esta segunda parte y no dudé ni un instante en hacerme con el juego. Si la primera entrega nos dejó con un buen sabor de boca, siendo un juego realmente interesante y destacable, pero también mejorable… ¿estará esta segunda parte a la altura del primer Kona? ¿Lo mejorará? ¿Lo empeorará? 

Tendremos que averiguarlo, así que veamos que tiene que ofrecer este Kona II: Brume y si logra estar a la altura de las expectativas. 

Algo de terror sobrentaural y mucho de folclore nativo canadiense 

Como ya se ha dicho la aventura es una continuación directa de los acontecimientos narrados en primer juego y empieza justo donde este termina. 

Nuestro protagonista seguirá siendo el detective privado Carl Faubert, contratado por un rico empresario para investigar los extraños acontecimientos que amenazan sus minas en lo más profundo y recóndito de la Canadá salvaje. Pronto descubrimos, en la primera entrega, que la gente está desapareciendo y muriendo en extrañas circunstancias… y que de forma inexplicable los viejos mitos y supersticiones de los nativos del lugar parecen estar cobrando forma y ser los responsables de todo lo que está sucediendo. 

O tal vez no y todo no sea lo que parece ser. 

El caso es que cuando un ser imposible y sobrenatural nos persigue sin descanso y parece que nos tiene acorralados, seguimos hablando del primer juego, conseguimos una barca para escapar por el lago… y es justo entonces que sí que da comienzo este Kona II: Brume. 

Heridos y con evidentes síntomas de hipotermia, emprendemos la ansiada huida con la intención de abandonar la inhóspita región para siempre cuando sufrimos un inesperado accidente que nos hará naufragar y nos dejará tirados en la orilla y al borde de congelamiento. No nos queda otra que asumir que esto aún no se ha acabado, que todavía estamos en peligro y que si queremos salir de aquí nos va a quedar otro remedio que investigar para conseguir algunas respuestas y un medio de transporte en condiciones para poder escapar. 

Kona II, un poco de esto y un poco de aquello  

En efecto, tal y como ya pasaba con el primer Kona, el juego toma cosas prestadas de varios géneros y nos presenta una mezcla de walking simulator narrativo, juego de supervivencia y aventura gráfica tradicional. 

Lo cierto es que para ser un juego de misterio la fórmula funciona muy bien, contribuye perfectamente a la ambientación y puesta en escena de la aventura, pero sin embargo… Sin embargo, esta segunda parte sigue adoleciendo del principal defecto de la primera parte, es decir, tocar varios palos diferentes sin llegar a profundizar realmente en ninguno de ellos, salvo en el de juego de misterio narrativo, que ahí, todo hay que decirlo, nuevamente lo borda con esa impecable voz en off que nos va narrando los acontecimientos poco a poco, capa a capa. 

Donde resulta más evidente esta superficialidad y donde más se resiente el juego es en la parte de supervivencia y acción. El título intenta jugar con el constante peligro del frío y de los animales salvajes, entre otros, pero lo aborda de una forma demasiado simple y sencilla, casi como hecha sin ganas, en comparación con otras facetas del juego que si están mejor trabajadas. Además, es de primer curso de juegos de supervivencia saber que el jugador no puede tener tantas zonas seguras, tantos recursos y tantas armas a su disposición a lo largo de la aventura. 

Sin sensación de peligro real, la supervivencia se convierte más en una anécdota que en otra cosa y lo más curioso es que el juego se lo podría haber ahorrado perfectamente y aun así seguir siendo un buen juego. La idea de incluir la acción y la supervivencia no es nada mala y como concepto le sienta muy bien a la saga… pero para hacerlo de una forma tan simple y limitada, quizás hubiera sido mejor no incluirlas. 

En la faceta de walking simulator, con algunos toques de aventura gráfica, es donde el juego se desenvuelve sin duda mucho mejor. El transcurso de la aventura es interesante y misterioso y además está muy bien llevado, por otro lado, los puzles, aunque escasos, son buenos y en general las situaciones a las que nos tendremos que enfrentar están bien implementadas y son entretenidas. 

Sin duda, el título tiene una buena historia, muy entretenida y misteriosa, pero es su estupenda y soberbia narrativa la que consigue que todas las piezas encajen a la perfección, al mismo tiempo que nos va llevando de la mano a través de toda la aventura. Un narrador omnisciente y siempre presente, que no solo deja su impronta a lo largo de todo el juego, sino que se convierte en la principal seña de identidad de este Kona II: Brume. 

Un detalle digno de mención y que resulta muy interesante de cara a la ambientación y puesta en escena es que la aventura transcurre en la parte francesa de Canadá, con lo que le da todo el protagonismo posible a la cultura francófona del país, tanto con los temas musicales de la banda sonora como con las continuas referencias que vamos encontrado mientras exploramos, además de a la propia cultura de los indígenas nativos del lugar. Todo un acierto y sin duda un soplo de aire fresco que le sienta de maravilla a ambos juegos. 

Conclusiones de un detective canadiense perseguido y muerto de frío 

Definitivamente, y pese a algunos defectos ya mencionados, este Kona II: Brume es una buena aventura con una buena historia y una excelente narrativa. De haber tenido un buen modo de supervivencia y haber mejorado un poco más la parte de aventura gráfica con algunos puzles más, no me cabe la menor duda de que podría haber sido un juego mucho mejor y más completo de lo que ya es. 

No es imprescindible del todo jugar al primer juego, pero sinceramente, me resulta totalmente impensable no hacerlo, porque, de hecho, ambos juegos son tan semejantes y continuistas que bien podrían haber sido uno solo. 

Juego RECOMENDABLE para todos los exploradores de los confines más recónditos y nevados de la tierra, para los aventureros con ganas de aprender francés y para los que siempre huelen a cuerno quemado y siempre andan sospechando. 

ABSTENERSE los puristas de los juegos de supervivencia, los intolerantes al frío extremo y los que siguen pensando que los walking simulator y las aventuras gráficas deberían estar prohibidas.

Hemos realizado este análisis en PC con una clave proporcionada por Parabole.