Ha pasado un buen tiempo desde que tenía el ojo encima de Garden Story, principalmente por su estilo tan cuco e inocente y mis gustos irrefrenables hacia un género de granjas y jardinería. Garden Story es la historia de una uva, que rama en mano tendrá que vérselas para ayudar a su pueblo y vecinos. Sin adelantar más acontecimientos os traemos a continuación nuestro análisis del título de Picogram, con lo que más nos ha gustado y lo que menos.
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La salvación en manos de una uva
La premisa es simple, el Grove es tu hogar, pero parece ser que corre un gran peligro. El Guardián de la comunidad nos dará a nosotros el poder, el testigo. Ese antiguo Guardián, Plum, nos enseñará las bases antes de empezar nuestra aventura. Nosotros, de nombre Concord seremos ahora encargados de ayudar a nuestros amigos frutales y al resto de pueblos vecinos.
Nos moveremos por distintas zonas al principio, pero con un mapa no os preocupéis. Sobre todo en la zona inicial nos llevarán muy de la mano, para aprender los conceptos básicos. Algo muy necesario, y que se agradece, pues por desgracia para el público español aquí se encuentra el primer bache en nuestro camino. Garden Story sólo se encuentra en inglés, y en algunos casos nos sentiremos algo perdidos cuando nos pidan algo. Por ello nos apoyamos en el mapa y nuestra pequeña mochila, para revisar favores y recursos a nuestro alcance.
Quitando ese apartado, el juego no es especialmente un paseo. Es un pequeño reto, dignos de una pequeña uva, pero con sus minutos para deleitarnos con labores como la pesca, la jardinería y muchas más. Ser el Guardián de la región requiere mucha responsabilidad. Pero con el tiempo y nuestros viajes aprenderemos a gestionar nuestras misiones y recursos de la mejor manera.
Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser
Nada mejor que una frase de Hamlet para introducir el primer pueblo en el que despertaremos, el Spring Hamlet. Cuando empecé a jugar Garden Story no esperaba encontrarme con referencias a la literatura de Shakespeare. Y es que el pueblo del que procedemos es una clara referencia al jardín imaginario de Shakespeare en su obra. Este lo usaba como una alegoría entre el Reino de Dinamarca y el Jardín del Edén. Se respira paz y tranquilidad, pero una falsa paz, solo aguardando lo peor. Lo cual me recuerda ese gran peligro que se cierne sobre nosotros en el juego, pero en ningún momento sabemos exactamente lo que es.
Y hay más, pues por cada pueblo que visitemos, las miradas estarán encima nuestro. Literalmente por encima, somos muy bajitos para algunos. Resulta curioso ver un Guardián tan joven y en el que confiar. Por ello nuestro protagonista, Concord será algo desconfiado e inseguro sobre de lo que es realmente capaz o no. Por ello tendremos claro lo que somos, y con el tiempo y progresión, veremos de lo que somos capaces. Cuando un juego consigue establecer una relación así con una obra literaria de hace 400 años me parece digno de elogio y mención.
Cada pueblo vecino que visitemos, cada persona que conozcamos será único y tendrá algo que contarnos. La mayoría de ellos con nombres frutales o del mundo animal, como Rana, Fuji o Elderberry. Poco a poco sumaremos más conocimientos y podremos mejorar nuestras herramientas y armas. Todo esto porque claramente nos espera un gran jefe en cada zona. Estos serán retos muy agradables, y realmente valiosos, pues actúan como un exámen. Nos pondrán a prueba con todo lo aprendido anteriormente.
Es hora de equiparse y luchar por el pueblo
Es peligroso ir solo, así que mejor toma una espada, aunque al principio parecerá más una rama afilada. El mundo está lleno de peligros, principalmente slimes, pero no sólo por ello tendremos nuestras armas. Con la misma espada o en futuro, el martillo, tendremos que recolectar madera, piedra, cristal y una serie de recursos. Estos mismos serán para mejorar las herramientas o las jarras de agua. Las jarras de agua son el símil de las pociones. Hay de distintos tamaños, y dependiendo de ello serán más rápidas de tomar. Incluso estas mismas serán las que usemos para regar las plantas de jardín.
Y esto no acaba aquí, resulta que estamos ante un pequeño Animal Crossing. Pues podremos modificar estructuras de las ciudades. Bancos, farolas y mucho más. El juego tiene un ritmo sublime por ello. En ningún momento te sentirás abrumado, se te introducen todas las mecánicas poco a poco, y hasta que no te familiarices con ello no te mostrará nada nuevo. Y tranquilo, puedes ir a tu ritmo. Tienes ante ti cerca de 12 horas de juego. Aunque este dato es algo subjetivo, fácilmente puedes pasar en este mundo muchas más horas. Vale mucho la pena, y ya que estamos, farmear unas monedas extras para ir a la moda y ponernos un sombrero o una mochila. Esto en verdad es un extra, pero muy agradable a la vista.
Igual de agradable es la estética del juego. Pixelart y colores pastel, ese es el resumen. Por cierto, movido solo a 30 FPS. No os voy a engañar, no importa realmente, el juego se siente igualmente fluido. Y creo que es una decisión controvertida, pero no le sienta mal al juego. Igual que en su resolución nativa, podremos ver bandas negras alrededor. Todo esto le da un pequeño toque retro al juego. Los desarrolladores desde luego que lo han conseguido si este es el resultado que buscaban.
Por desgracia con la música no puedo decir tanto, es calmada, tranquila. Que junto a los tonos pasteles del juego recuerda que estás en una obra de lo más pacífica, donde puedes tomarte todo tu tiempo. En este aspecto recuerda mucho a Stardew Valley. Se siente bien olvidarse de la gran urbe y pensar en algo tan mundano como ir a charlar con los lugareños o pescar un rato. Sin embargo, en pocos casos la música saltará para darte cuenta de que está ahí, está bien y cumple su función, no hay más.
En definitiva, Garden Story es una obra realmente cautivadora. De primeras te entrará por los ojos, después te quedarás pegado a la pantalla por sus mecánicas o porque habrás sido capaz de trasladarte por completo a su mundo. La historia de Concord y sus amigos es realmente interesante, sin dejar de lado algunos tópicos y una música bastante simple. Con todo esto Garden Story es un indie muy a tener en cuenta, y más si te llama su estética, totalmente recomendable.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código proporcionado por Picogram.