Análisis: SIFU

Es momento de parar y pensar una cosa… ¿A quién no le gustaría jugar a un videojuego interpretando a Bruce Lee o Jackie Chan como si de una película se tratase? Está claro que sería un sueño hecho realidad para muchos y más teniendo en cuenta que pocos juegos han sido los que hayan combinado ambos medios. Pero si este es tu caso, estás de suerte, porque tienes nuevo intérprete y un representante que te va a traer muchos palos y golpes contra decenas de villanos, este es SIFU.

Ahora bien, si me pongo a recapitular las veces que he jugado a un juego de lucha, yo particularmente me tengo que ir al Street Fighter noventero cuando lo jugaba con mi hermano, pero en la actualidad han sido muy pocos los que me hayan llamado la atención. En este caso, estoy con algo bastante innovador y nuevo para mi gusto, ya que no es mi género preferido, y sinceramente estoy bastante sorprendida. Este juego de acción en 3D desarrollado y editado por Sloclap, consigue dominar la lucha con una gran variedad de oponentes y con una historia sólida que se resume, en una palabra: venganza.

La venganza es un plato que se sirve frío

Este tipo de juegos traen consigo una trama muy similar, donde el objetivo es cargarte a todos los enemigos para llegar hasta un jefe final que por algún motivo de la vida debes de acabar con su vida o darle tal paliza que recuerde todo el daño que has sufrido por su culpa. En SIFU la trama no es revolucionaria, aunque sí establece un marco sólido para su presentación: desde la China moderna, un exalumno en desgracia llamado Yang consigue enfrentarse contra el sifu de su antigua escuela. En la batalla, termina dándole un golpe en el pecho y le provoca un infarto fatal. En ese momento, persuade al único hijo de sifu para que le corten la garganta. Sin embargo, este niño despierta y encuentra su garganta completamente curada debido al poder de un antiguo talismán que le revive de la muerte.

Sí, ese niño eres tú, que por cierto te dan la opción de poder elegir entre un hombre o una mujer. El juego te da la bienvenida ya como un luchador adulto y te traslada a una pantalla de créditos para luchar y presentarte a los diferentes tipos de enemigos que podrás encontrarte a lo largo de tu aventura. Conociendo un poco las técnicas marciales y la historia, el objetivo está más que claro y tu viaje dentro de SIFU acaba de comenzar. Es momento de encontrar a Yang y vengar la muerte de tu padre.

Concéntrate si lo que no quieres es acabar en el suelo

Tal y como comienzas en SIFU pueden parecerte un poco abrumador todas las mecánicas que te presenta, pero a simple vista son bastante simples y no requieren de un aprendizaje o memoria para ellas, sino, mucha práctica. Hay un botón para cada ataque ligero y pesado, un botón para bloquear, otro para esquivar y hasta una opción de barra de enfoque que se utiliza de manera estratégica para utilizar ataques especiales. Esto último es bastante útil, pero para poder utilizarlo necesitas llenar una barra de energía que aparece en la parte inferior de la pantalla que suele llenarse gracias a tus propios ataques precisos.

Como experiencia personal, te diría que tal y como te acabo de explicar utilices un mando, ya que a mí particularmente que me encanta el uso de teclado y ratón he visto casi imposible pasarme una escena del tirón sin darle porrazos y al final terminaba siendo frustrante de lo difícil que es. Porque sí, no se si te he explicado que SIFU es un juego bastante complicado, especialmente al principio. Si no llegas a concentrarte al 100% para hacer bien los contraataques y la esquiva, o huyes o realmente estás perdido y acabarás en el suelo.

Tu barra de vida irá bajando a una velocidad tan acelerada que querrás echarle mano a algo de curación, pero no, aquí no te puedes curar con nada, aunque ¿quieres regenerar la salud? La única manera para hacerlo es acabar con los enemigos, contra más mejor. Y si a todo esto le sumas que no hay puntos de control en los niveles, termina siendo casi imposible completar el juego sin que profundices en todas las mecánicas que te presenta. Y es que, en ocasiones las peleas son algo confusas y hubiese sido mucho más útil una indicación opcional a los contraataques o en última instancia, en la defensa.

La edad es demasiado importante

Si de algo se caracteriza SIFU es de su mecánica tan innovadora como tediosa que viene siendo la edad del personaje en relación con sus muertes. El amuleto que te resucita también te consume la edad y por cada resurrección envejeces un poco más. Si mueres varias veces seguidas, el marcador de las muertes será lo que sume al marcador de la edad anterior, es decir, si llevas 8 muertes se suma 8 años de edad. Esto no es eterno, a la edad de 75 años verás en tu pantalla un Game Over.

Envejecer tiene su parte mala y su parte buena: cuando lo haces tu poder aumenta poco a poco, pero al mismo tiempo también pierdes salud, aunque todo esto sin antes no comentarte que también puedes prestar atención a otras habilidades y a tu defensa gracias al árbol de habilidades que te presenta el juego y a ciertas bonificaciones que puedes desbloquear en según qué nivel. El tema de la edad no es algo que se pueda reducir, es decir, a lo largo del juego se irá sumando y, por lo tanto, no es muy recomendable completar el primer nivel siendo un anciano. Si llegas al jefe final con una edad avanzada, sabrás que no es fácil y es mejor rendirse a tiempo para dar otra oportunidad al nivel.

Este tipo de retrocesos es posiblemente algo molesto y tedioso, ya que se repiten una y otra vez hasta que consigues las habilidades y la astucia adecuada para llegar a completar el nivel en condiciones. No obstante, a pesar de no tener puntos de control habilitados, con la práctica de pasar una y otra vez por el mismo nivel, te darás cuenta que sí existen atajos. Da con ellos, avanza lo más rápido que puedas y enfréntate a ese jefe final que te está esperando, pero cuidado con tus espaldas.

Gráficamente minimalista, pero con una cámara mediocre

Con un marco sólido dentro de la trama, presenta un estilo visual bastante pintoresco y destacable, sumado a una adaptación hacia un ámbito cinematográfico que te hace sentir el hecho de estar jugando dentro de una película. El estilo de arte es minimalista y eso hace que también tenga mucho éxito, además cada nivel es bastante creativo y variado, siendo visualmente atractivo y muy detallado. Con todo lo anterior lo sumas a la banda sonora, y sinceramente es la más adecuada para acompañarte en todas tus hazañas y al compás de cada pelea junto con los efectos de sonido.

Sin embargo, la cámara no es justa en SIFU y termina siendo uno de los puntos negativos dentro de su jugabilidad, ya que esta es demasiado mediocre y es de todo menos útil. Puede jugarte malas pasadas, ya que puede provocar dejarte atrapado en alguna pared o que el propio personaje no reaccione en condiciones a un contraataque o a una defensa. Crear un beat’em up en 3D puede tener sus pros y sus contras, y sin duda si la cámara no va a tu ritmo, lo entorpece mucho más.

Conclusión

En conclusión, SIFU no deja de ser un juego bastante complicado, sobre todo lo ha sido para mi que no estoy acostumbrada a este tipo de géneros, pero con su característica mecánica de muertes/envejecer me ha costado aún más. El hecho de tener que repetir una y otra vez cada nivel me parece algo tedioso y al final aburre, pero es un complemento más del juego que al final lo hace de alguna manera más atractivo.

No obstante, es muy satisfactorio entrar en combate y saber cuándo y cómo combatir contra tu enemigo, al final pareces ir bailando al compás de los demás y termina siendo hasta relajante. La cámara no es su punto más fuerte, pero jugar a un beat’em up en 3D siendo un luchador innato y casi dentro de una película, hace que sume puntos por todas sus vertientes. En definitiva, si crees tener paciencia y mucho tiempo, SIFU es un juego para ti y estoy muy segura que te divertirá.

Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Sloclap.