Quantum Witch es el primer videojuego creado por NikkiJay, una persona que nació y creció en el seno de una secta de carácter catastrofista, donde todos sus integrantes vivían a la espera de la destrucción del mundo por parte de su Dios. Durante su estancia, tanto por ser mujer como por pertenecer al colectivo LGBT, la experiencia de la autora quedó grabada para siempre en su psique.
Por ello, Nikki toma inspiración de sus vivencias, así como hace uso de la creación como forma de terapia, permitiéndonos echar un pequeño vistazo a través de su juego hacia las implicaciones y problemáticas que sufrió durante gran parte de su vida. Esta aventura, categorizada por la creadora como un «plotformer» (juego de palabras entre plataformas y plot, de trama en inglés), ofrece una visión satírica y mordaz de una realidad ajena.
En Quantum Witch encarnamos a Ren, una chica que vive con su novia en una granja de un pequeño pueblo, y cuyas ovejas han huido. Durante su búsqueda, la protagonista se dará de bruces con una realidad que escapa a su comprensión y de la que, en contra de su voluntad, ha acabado formando parte.
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El tono lo es todo
Si algo hay que destacar de Quantum Witch es precisamente la forma que tiene de presentar su discurso. Pese a que se trata de un juego que habla de temas serios, trascendentales y profundos, la forma principal de abordarlos es a través del humor. Un humor, de hecho, que vira entre el absurdo y la sátira, donde ambos son vehículos esenciales de su propio alegato.
Plagado de referencias (Lara Croft, Peach o Pacman, entre otras), el título se sumerge en reflexiones realmente interesantes haciendo uso de sus particulares diálogos. Durante el peregrinaje, por ejemplo, Ren encontrará un pueblo donde los nombres de sus habitantes son tan sencillos como «La chica de la máquina de bebidas» (una chica que, como podéis imaginar, está al lado de una máquina de bebidas) o «Sirena» como nombre propio de, efectivamente, una sirena.

En primera instancia, este tipo de situaciones surrealistas y absurdas parecen estar preparadas para arrancarle al jugador una sonrisa, pero más adelante se utilizarán como transmisor para hablar de la importancia y el poder de nombrar, lo cual tiene grandes implicaciones para con la reivindicación LGBT de Quantum Witch, permitiendo al jugador divagar y discurrir sobre la repercusión de estas singularidades.
No obstante, caminar en la cuerda floja entre el humor y la crítica es una tarea complicada, y a veces provoca una disminución de la tensión respecto a lo que el juego trata de exponer, tanto a nivel de trama como de discurso. Las bromas metanarrativas le dan un toque distintivo e interesante, pero Quantum Witch encuentra la horma de su zapato precisamente en una de las propuestas principales del título: su duración.

Un abanico cuántico de posibilidades
Quantum Witch se presenta con un alegato: «esta no es una historia que te cuentan, es una historia a la que tú das forma«. En primera instancia, es común pensar en esta frase como un indicativo de que, debido a la carga narrativa del juego, tus decisiones serán importantes para el desarrollo de la trama, al igual que otros títulos con características similares. No obstante, la propuesta del título va mucho más allá, presentando una dinámica en la que las bifurcaciones de sus decisiones llevan a los jugadores hacia destinos diametralmente distintos.
Para poder desarrollar esta tarea adecuadamente, el juego puede completarse (entendiendo completar como alcanzar los créditos finales) en apenas una hora, siendo esta su mayor virtud y, a la vez, su mayor defecto. La reducida extensión del título favorece el interés en su rejugabilidad por parte del usuario, ya que, a diferencia de otros juegos, no tenemos que jugar otras quince o veinte horas para ver distintos finales o caminos, permitiendo, gracias a las facilidades que ofrece, experimentar todas las posibilidades.
No obstante, esto también le hace un flaco favor al argumento de Quantum Witch, ya que esta ambivalencia de tono sumada a su corta duración no permite que el jugador se inmerja del todo en la narrativa, así como favorece el dejar fuera a los usuarios que tan solo quieran experimentar una parte de lo que ofrece, como sí hacen títulos con distintos caminos como Undertale o NieR: Automata. Dicho lo cual, es rotundamente cierto que las intersecciones que crean las decisiones y su repercusión en el devenir de la historia es radical, justificando en cierto modo su apuesta con inmensas posibilidades.

Más «plot» que plataformas
De la misma forma, la promesa jugable del «plotformer«, al igual que en el aspecto narrativo, se siente inacabado. Más o menos a mitad del juego, dependiendo del camino escogido, Ren consigue el poder para manipular la perspectiva del escenario, una idea que recuerda bastante a títulos de Super Mario pero cuya ejecución no es del todo satisfactoria. Su poder arcoiris (que representa la bandera LGBT y que, además, permite al jugador elegir entre las distintas banderas relacionadas con identidad sexual y de género cuando usen la magia) tiene usos muy limitados y obvios, lo que no permite gran expresividad jugable a través de su gameplay.
En la mayoría de los casos, podremos completar el juego utilizando la magia tres o cuatro veces a lo sumo, para saltar entre sencillas plataformas que no suponen ningún reto ni diversión mientras lo hacemos, así como ocurre con su «sistema de combate«, que permite a Ren golpear cajas para romperlas y abrir nuevos caminos, y que usaremos tan solo una o dos veces durante la aventura. En esencia, el apartado jugable de Quantum Witch acaba limitándose a una aventura gráfica y conversacional donde nuestras decisiones tienen gran importancia y sus diálogos e interacciones entre personajes ocupan todo el protagonismo del juego.

cONCLUSIÓN
Como conclusión, Quantum Witch es una apuesta interesante y arriesgada, que se siente novedosa en ciertos aspectos y realmente valiente y reivindicativa en su ejecución, pero que cojea a la hora de hacer funcionar sus sistemas. Su corta duración tiene puntos muy a favor, pero en ocasiones no permite al propio juego ahondar en los temas que quiere tratar con toda la profundidad que debería, quedándose en la superficie a varios niveles. Asimismo, su propuesta narrativa es verdaderamente potente y está plagada de metáforas e interpretaciones que enriquecen aún más la experiencia individual de cada jugador, haciendo de su universo un lugar misterioso y al que querer volver.
Este análisis se ha realizado con una clave para PC proporcionada por NikkiJay
Análisis: Quantum Witch

✅ Lo Bueno: • Elecciones con mucho impacto • Diálogos divertidos y reflexivos • Tono con mucha personalidad ❌ Lo Malo: • Corta duración • Sistema de magia y combate poco profundos
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