Según los últimos indicios, NVidia prepara el desembarco de su nueva serie de tarjetas, las RTX 5000. Dicha salida sería anunciada oficialmente durante el mes de septiembre y sería una realidad hacia finales de año, empezando por la gama más alta, una hipotética RTX 5090, siguiendo con los modelos de gama media y baja ya entrado el 2025.
NVidia y el mercado
NVidia actualmente domina el mercado de gráficos en PC frente a sus competidores AMD e Intel, así lo demuestra una vez más la última encuesta de steam. Provee el procesador principal de Switch y probablemente seguirá siendo así con su sucesora. Su oferta de chips dedicados a la Inteligencia Artificial es un rotundo éxito y su tecnología DLSS ha dejado atrás tanto el FSR de AMD como el XeSS de Intel. Muy atrás.
Todo ello ha llevado a la compañía de Oregón a hacerse con el trono de las Big Tech por capitalización bursátil. Aunque ojo, la bolsa tiene una parte racional y un componente especulativo que a corto plazo invita a unos a comprar acciones y a otros a vender para recoger beneficios, traduciéndose en los repuntes y rebotes que vemos estos días. Lo realmente importante es el EBITDA, el índice financiero que mide la capacidad de generar dinero de un negocio, y de momento los analistas dan recorrido al alza a las acciones de NVidia hasta los 200$. Vamos, que si tienes unos eurillos ahorrados ya estás tardando.
Y esto, ¿en qué afecta al común de los jugadores? Si eres de los que quiere lo máximo sin mirar el precio, es posible que veamos muy pronto los primeros montadores con una RTX 5090, eso sí, recuerda que las actuales RTX 4090 se lanzaron con un precio superior a los 2.000 euros, algo menos en dólares. Si la gama media te vale, no esperes cambios de generación hasta bien entrado 2025 ni mucho menos revisiones SUPER. Al menos ese ha sido su modus operandi en los últimos años.
La última duda es saber si la serie 5000 va a comportar nuevo hardware para el DLSS o se va a centrar en la eficiencia energética y la Inteligencia Artificial. De momento su principal competidor AMD no parece querer entrar en la pugna de la gama alta, e Intel no es lo suficientemente competitiva fuera de las gráficas integradas, así que es posible que las mejoras vengan de la mano del Frame Generation, no del Ray Tracing.