El género del FPS está de suerte, la llegada del nuevo Turbo Overkill va a marcar un antes y un después. Se postula como uno de los referentes de los first person shooters con su estética cyberpunk pixelada.
Un frenético juego de acción que no dejará indiferente a nadie. Un shooter en primera persona inspirado e influenciado por los grandes juegos del género como Doom, Quake, Ultrakill o Ghostrunner; con grandes tintes de estética cyberpunk.
Desarrollado por Trigger Happy Interactive y editado por Apogee Entertainment, el juego nos mete en la piel de Jonnhy Turbo, un macarra con piernasierra con una idea clara, detener a Syn, una Inteligencia Artificial que está perturbando la paz de la ciudad Neo-Paradise, en peligro por el aumento del crimen.
Contenido
Bienvenido a Neo-Paradise
Durante nuestra experiencia de juego, podremos disfrutar de encarnizados encuentros, frenéticos tiroteos y desmembramiento de enemigos, pero también hay momentos para las plataformas, saltos de pared incluso parkour en Turbo Overkill.
Los encuentros con los enemigos son frenéticos y muy satisfactorios, pudiendo alternar disparos con saltos, corretear por las paredes mientras recargas para volver a disparar a los esbirros una vez estás en el suelo. El juego corre a una una tasa de frames muy estable, hace que el juego sea muy fluido y sin tirones, en este sentido los desarrolladores han pulido muy bien el trabajo gráfico/jugable.
A medida que vayamos avanzado en la historia podremos añadir mejoras a nuestro personaje que nos facilitaran la faena en nuestro recorrido por las calles de Neo-Paradise, además de ampliar el gran arsenal de armas de las que disponemos.
Mención especial a esta mejora de las armas, que será decisiva para el transcurso del juego, facilitándonos un poco más la vida en los tiroteos.
Se añadirán ataques secundarios, algunos de lo más particulares, por ejemplo en la escopeta de dos cañones, el ataque secundario será un lanzamiento de granadas que se adhieren a los enemigos al más puro estilo C4.
Apartado visual en Turbo Overkill
En cuanto a la parte visual, Turbo Overkill llama mucho la atención por su estética, cuenta con unos potentes gráficos muy vistosos, a la vez pixelados que harán las delicias de los amantes del retro.
Los escenarios están cuidados al mínimo detalle, visualmente muy elaborados, destructibles y erosionables por los disparos. Tras un combate puedes observar el entorno destruido además del baño de sangre y restos que queda tras los frenéticos tiroteos.
Los efectos visuales, luces y reflejos que podemos ver en todos y cada uno de los niveles que nos ofrece este juego me han parecido muy llamativos e inmersivos. Las explosiones por ejemplo lucen de manera magistral, hasta el punto de que las partículas de la explosión son cuadraditos pixelados.
El detalle y modelado de las armas en Turbo Overkill están muy bien pulido y definido, el personaje principal y los enemigos están muy bien recreados. Juegan y alternan los gráficos realistas actuales con los gráficos de pasadas generaciones. El diseño de los enemigos me ha parecido brillante, dependiendo de la clase, cada uno tiene su propio patrón de movimiento, ataque, vida, reacción al vernos, etc.
Cinemáticas, banda sonora y dificultad
Destacar de Turbo Overkill las cinemáticas in-game, muy elaboradas gráficamente y totalmente integradas dentro del juego, no te cortan el flow in game en ningún momento. Muchas de ellas tienen ciertos toques de un humor gamberro que hacen soltar más de una carcajada.
En cuanto al apartado sonoro de Turbo Overkill, totalmente acorde con el juego, una buena banda sonora que nos hace estar 100% activos, acompaña en todas nuestras acciones además de ponernos en estado de alarma en momentos importantes del juego. Un dato curioso es que además esconde algunas canciones de sacadas del mega-hit retro Metal Slug, un disparo directo hacia los jugadores más puristas.
Destacar los 5 modos de dificultad con los que Turbo Overkill cuenta, de esta manera la curva de dificultad se adapta al tipo de jugador y sus habilidades en shooters frenéticos.
El modo más fácil de todos ellos es llamado “Sangre virgen”, tal como sucede en Doom, el juego en cierta manera se “reirá de nosotros” por seleccionar esta dificultad. El modo más difícil “Máquina de matar” hará desquiciarnos más de una vez al ver que los enemigos son mucho más duros, tienen más resistencia y no nos dejarán ni una segundo de respiro.
La duración de Turbo Overkill es más que correcta, estamos ante un FPS de más de 10 horas de juego, con un total de 24 niveles, sin contar los secretos una vez acabada la historia principal.
Si quieres más acción puedes buscar los 3 cassettes ocultos en cada nivel y desbloquear una nueva fase. Además consiguiendo 3 tech-chips desbloquearemos power-ups o mutators que causarán alteraciones en el juego, por ejemplo agrandando la cabeza de los enemigos.
Conclusión
Turbo Overkill me ha parecido muy buen juego, de los que te apetecen completar hasta el final por su acción frenética, los enemigos, tiroteos, sangre y niveles. Me ha hecho recordar la esencia de los buenos FPS, tipo Doom, Quake….
El juego está muy bien diseñado bajo la estética Cyberpunk. Tanto a nivel gráfico, jugabilidad, como sonoro (esta versión analizada es de PC) es más que notable tirando a excelente. Me he divertido mucho analizando esta versión, aplastando hordas de enemigos con la gran cantidad de armas que dispones y tiñendo los escenarios de sangre.
Si que es cierto que me ha creado un poco de confusión y a la vez me ha costado seguir el hilo de la historia en ciertos puntos del juego. Reseñar que el idioma es en inglés y sin subtítulos.
Turbo Overkill estará disponible para las siguientes plataformas: PlayStation 4 & 5, Xbox Series X & Series S, Xbox One, Nintendo Switch, PC.
Agradecimiento
Desde ErreKgamer queremos agradecer a Apogee Entertainment la obtención del código Acceso Anticipado para poder realizar este análisis y probar la versión definitiva del juego.
Hemos realizado este análisis en PC con un código proporcionado por Apogee Entretaintment.
Diseñador gráfico, loco amante de los pixeles, coleccionista y moddeador de consolas. Aterricé de lleno en el mundo de los videojuegos en la época de los 90’s, con una Game Boy en la mano y 151 Pokémons capturados a mis espaldas.